Mariano Rajoy ha reconocido que el acuerdo suscrito con Albert Rivera para poder sumar sus 32 escaños y presentarse a la investidura “no pasará a la historia”. En ese momento, al líder de Ciudadanos se le ha visto sonreír. Tras rebajar el día anterior el reconocimiento a su socio, lo ha vuelto a hacer en la segunda jornada del debate. Todo para reconocer que sin Pedro Sánchez no puede alcanzar de nuevo La Moncloa.
Pocos minutos después de ver cómo el socialista le afeaba la corrupción de su partido, el envío del ya famoso SMS a Luis Bárcenas pidiéndole que fuera fuerte y todos los recortes de los últimos años, Rajoy ha asegurado que había venido al Congreso a pedirle “su colaboración” y que por ese motivo iba a tratarle con más deferencia de lo que es habitual. “Ya he entendido todas las partes del no, ya lo he entendido, tranquilito”, ha contestado el líder del PP.
“No abuse, señor Sánchez, con que me diga que no ya es suficiente”, ha insistido entre aplausos de los suyos. Una vez relajado el ambiente, Rajoy ha vuelto a culpar a Sánchez del bloqueo de la situación política y hasta ha cargado sobre sus hombros la responsabilidad de que el 25 de diciembre sea la fecha para unas terceras elecciones.
“Si hubiera planteado otra fecha, hubiera sido igual”, ha asegurado antes de achacarle la culpa por haberse negado a hablar con él de sus preferencias sobre cuándo se debía celebrar el debate: “Ahora nos dice que no es urgente un gobierno en España. ¡Hombre, salvo que lo presidiera usted! ¿no?”.
El líder del PP ha afirmado que lo único que persigue es “buscar el camino del entendimiento” y que no ha sido capaz porque Sánchez “jamás ha tenido la más minima intención de intentarlo”.
“Podría hablar de financiación irregular. Pero no tiene ningún sentido”
Ante los reproches por los numerosos casos de corrupción, Rajoy se ha remontado a los gobiernos de Felipe González para afirmar que no es un problema del PP sino de todos los partidos y que ha tomado medidas para atajarla y castigarla. Pero, ante las acusaciones de Sánchez, ha preferido rehuir el debate: “Podría hablar de financiación irregular, pero no tiene ningún sentido”.
Aunque ha despistado sobre cuándo volverá a intentarlo, Rajoy ha dado a entender qué repetirá y ha justificado el someterse ahora al intento porque Sánchez le apremió a que se presentara.
En su segundo turno para responder a Sánchez, Rajoy ha tirado la toalla “porque no tiene sentido responder a sus reproches y aportar nuevos reproches”, Dado el panorama, Rajoy ha subrayado que no venía a la Cámara a solicitar la confianza del PSOE sino a subrayar que tiene 170 diputados frente a los 85 del socialista. “Déjennos gobernar”, ha sido su petición.