Mariano Rajoy ha asegurado este miércoles sobre la crisis de los refugiados y el número que está dispuesto a aceptar para España que no va a entrar en un regateo con las instituciones europeas. “No me voy a poner a discutir de cifras a estas alturas y con la que está cayendo”, se ha comprometido tras elogiar el discurso de Jean-Claude Juncker, sobre todo, su propuesta de crear un fondo fiduciario dotado con 1.800 millones de euros.“Me reconforta escucharlo”, ha dicho el jefe del Ejecutivo en referencia al discurso de esta mañana del presidente de la Comisión Europea, quien ha insistido en la necesidad de coordinar una política común en esta materia. “Estamos muy de acuerdo porque llevamos años diciéndolo”, ha puntualizado.
“Cuando conozcamos la propuesta de la Comisión, seremos constructivos”, se ha comprometido para desmentir las reticencias y pegas que varios miembros de su equipo han ido poniendo en la última semana sobre la cuota de refugiados que España está dispuesta a acoger. Aun así, ha advertido de que el proceso de reparto “no va a ser fácil” y “hay que intentar hacerlo de forma ordenada”.
El presidente ha exigido a la comunidad internacional “solucionar el problema de Siria, que ya lleva años en guerra civil y tiene 8 millones de desplazados”, como también el de Libia: “No puede ser un país con dos parlamentos, dos gobiernos, una interlocución imposible y además donde ya se está instalando DAES, el grupo terrorista”.
Con el reconocimiento de que hay países “como Turquía, Líbano o Jordania”, que están “en peor situación económica y también están poniendo su parte”, Rajoy ha admitido que ayudar en esta crisis “es un deber moral en una democracia avanzada”, pero ha querido subrayar que Europa debe coordinarse bien: “España ha dedicado dinero a cooperación en momentos difíciles, pero un Estado solo no puede”. Así, ha mantenido que la política “tiene que ser integra y a medio y largo plazo, sin perjuicio de resolver el problema de hoy”.