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El rector de la Complutense niega irregularidades y se desvincula de la elección de Begoña Gómez para la cátedra

El rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache, ha vuelto a insistir este lunes ante el juez Juan Carlos Peinado en que no hay irregularidades en la elección de Begoña Gómez como directora de una cátedra extraordinaria. Además ha remarcado que la decisión de nombrar a la esposa del presidente del Gobierno para ese puesto no le correspondió a él sino a una comisión en la que participaba uno de los vicerrectores que, como testigo, señaló al máximo responsable del centro universitario, informan fuentes jurídicas.

Goyache acudió a su segunda declaración –la primera como investigado– tras asegurar en una carta abierta a la comunidad universitaria que no sabía de qué le acusa el juez, al no especificarlo en el auto de citación. El transcurso de las declaraciones de estas semanas apuntan a que Peinado considera tráfico de influencias, de forma indiciaria, el mero hecho de esa cátedra extraordinaria fuera creada y que la dirigiera Gómez.

En este sentido, el ex vicerrector Juan Carlos Doadrio señaló ante el juez que fue Goyache quien le impartió la instrucción, con cierta premura, de que se creara en octubre de 2020 la cátedra. En julio de ese año, Begoña Gómez había contactado con el rector, al que no conocía, para citarlo en el Palacio de La Moncloa y proponerle la creación de la cátedra extraordinaria sobre una de las especialidades de la investigada. Sin embargo, Goyache ha atribuido a una comisión mixta creada para la puesta en funcionamiento del curso la elección de la esposa del presidente del Gobierno para la dirección de la misma.

Al igual que hizo en su declaración como testigo, el rector de la Complutense ha explicado que Gómez llevaba muchos años colaborando en la docencia con su centro y que desde el año 2012 o 2013, mucho antes de que Sánchez fuera secretario general del PSOE o presidente del Gobierno, ya había obtenido la titulación para poder dirigir una cátedra extraordinaria.

La esposa del presidente no está acusada de enriquecerse a través del tráfico de influencias, pero la querella de Vox –la tercera que se ha incorporado a la causa– le acusa de haberse apropiado de un software que por contrato tenía obligado incorporar a la cátedra extraordinaria. La defensa de Gómez asegura que puso a nombre de una empresa a su nombre una marca, pero no el citado software. Un correo electrónico ha probado que la Universidad conocía las gestiones de Gómez en este sentido.

La declaración aséptica de Goyache como testigo contrastó con las apreciaciones del informe que la Universidad Complutense envió al juez asegurando que no había encontrado perjuicio alguno para el centro y en el que, sin embargo, instaba al magistrado a seguir investigando. En el informe se acusaba a Gómez de no haber colaborado con la documentación que la requirió.

La universidad ocultó a la investigada que había remitido dicho informe el día anterior a que ella se presentara con la documentación y no le fuera admitida por prudencia, según confirmó otro vicerrector, José María Coello de Portugal, quien también declaró como testigo ante el juez. 

Para este lunes estaba también prevista la declaración como imputado del empresario Juan Carlos Barrabés, que ha sido suspendida. El juez ha vuelto a citar a Barrabés para el jueves 1 de agosto. El investigado sufre una grave enfermedad y ya declaró como testigo en unas precarias condiciones, y desde su domicilio, el pasado 15 de julio. Cuatro días después, Peinado consideró que debía pasar a estar investigado.