¿Demasiada inmediatez? ¿Nota el PSOE la descentralización de su dirección entre Ferraz y el Congreso? Los nuevos rostros del partido comenzaron su mandato con tropiezos que se han mantenido en el tiempo y en los últimos días han evidenciado las fisuras que han obligado a los socialistas a auto-enmendarse en varias ocasiones: la reforma del Código Penal tras la sentencia de 'la manada', la reacción al 'patinazo' de Rafael Catalá y la posición sobre un hipotético acercamiento de presos de ETA.
La lectura de la sentencia de 'la manada' pilló al secretario de Organización, José Luis Ábalos, en plena rueda de prensa, que se suspendió para que se informara mínimamente. Por eso la primera reacción oficial fue bastante tibia. Las referentes feministas del PSOE fueron las primeras en mostrar su indignación por el fallo y después Pedro Sánchez elevó el tono.
Pero más allá de las palabras, las miradas se posaron en el legislativo para la posibilidad de una modificación normativa que mejore la cobertura legal de las mujeres frente a los delitos sexuales. En un inicio la reacción oficial del PSOE fue cerrar la puerta a ese cambio en el Código Penal: “No es un problema de tipos penales sino de interpretación”, aseguraron fuentes oficiales a preguntas de eldiario.es.
Sin embargo, la respuesta cambió horas después. Algunos socialistas, como Elena Valenciano, habían defendido ya un cambio en el Código Penal en lo relativo a la violación. A primera hora de la mañana María Dolores de Cospedal abrió esa puerta y los partidos se sumaron, incluido el PSOE: “Hay gravísimos delitos como el de violación que hay que cerrarlos para que no tengan que ser objeto de demasiada interpretación”, explicó entonces la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, a eldiario.es. El cambio de posición choca, además, con el argumento de “no legislar en caliente” que han utilizado los socialistas en otros casos como la prisión permanente revisable.
La sentencia de 'la manada' no ha gustado a nadie, ni siquiera al Gobierno. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, fue un paso más allá al cuestionar al magistrado que emitió en un voto particular una defensa a los cinco acusados, para los que quería la absolución. Catalá consideró que se debería haber actuado preventivamente contra ese juez: Todos saben que tiene algún problema singular“, expresó.
Sus palabras, que indignaron a toda la esfera judicial, fueron apoyadas inicialmente por los portavoces del PSOE: “No podemos estar más que de acuerdo –dijo Ábalos en una entrevista–. Parece que el ministro está hablando de lo que sabe, de lo que tiene certeza”. Margarita Robles, que fue vocal del Consejo General del Poder Judicial, avaló al ministro y aseguró que ese órgano debería haber intervenido.
Sin embargo, ambos portavoces fueron corregidos por Sánchez: “Hemos sido muy críticos con la sentencia de ‘la manada’. Lo que le pedimos al ministro de Justicia que no sea torpe. Que aclare a qué se refiere y, si no, lo mejor es estar callado. Como partido de Gobierno que somos no vamos a entrar en la actuación personal de un magistrado”. A esa petición de explicaciones se sumó más tarde Ábalos.
No es la primera vez que Ferraz desdice a Robles. La portavoz en el Congreso aseguró que el PSOE no apoyaría el 155 que meses más tarde Sánchez pactó con Mariano Rajoy. En una entrevista en eldiario.es, explicó que su 'no' correspondía a las circunstancias de julio de 2017: “En aquel momento concreto la situación política era una situación que no llevaba a la aplicación del artículo 155”. También aplaudió la retirada de la obra Presos Políticos de ARCO mientras que desde la dirección del PSOE la tachaban de “barbaridad”.
Fuentes parlamentarias atribuyeron ese error de Robles a su predisposición a responder a los periodistas en el pasillo del Congreso sin conocer exactamente lo que había sucedido. En la bancada socialista, integrada mayoritariamente por críticos con Sánchez, existe preocupación ante esa situación y la atribuyen a una falta de comunicación entre Ferraz y la dirección parlamentaria.
El tercer bandazo del PSOE ha sido sobre su posición ante un hipotético acercamiento de presos de ETA a cárceles de Euskadi. Mientras que el secretario general intentó sortear ese debate limitando su respuesta a la necesidad de que los etarras reclusos sigan el “itinerario” que establece la ley y Ábalos se pronunció en términos similares aunque se cerró en banda a que se pueda negociar el acercamiento.
Patxi López, a quien escogió Ferraz para dar la rueda de prensa coincidiendo con el anuncio de disolución de la banda terrorista, moduló la posición del PSOE sobre la situación de los presos. “Desde hace años estamos diciendo que otra política penitenciaria que acompañe a la nueva realidad es razonable que se haga”, aseguró el exlehendakari, que subrayó, no obstante, la necesidad de desvincular el acercamiento de la decisión de ETA de desaparecer. “Estas cosas se pueden hacer sin calendario y con discreción”, apostilló el dirigente vasco, para quien los etarras utilizan precisamente la actual dispersión como elemento de “victimización”.