Luis Bárcenas ha comparecido este lunes durante dos horas y media en la comisión del Congreso que investiga la financiación irregular del PP. A pesar de ser la pieza fundamental en ese engranaje que garantizaba al partido un extra en cada contienda electoral, el extesorero del PP ha rechazado dar ningún detalle sobre cómo funcionaba el sistema de captación de fondos en negro. La razón, ha dicho, son sus dos procesos judiciales abiertos: el juicio de la primera época de Gürtel y el conocido como ‘los papeles de Bárcenas’.
Ninguna respuesta a las preguntas sobre la caja B o los sobresueldos de los altos cargos del partido. Lo que durante un tiempo fue una verborrea que enfrentaba al PP con su pasado tras cada confesión de su ex tesorero se ha convertido hoy en un silencio absoluto, roto solo por las apostillas y las respuestas sobre su fortuna. Los portavoces de la oposición lo han intentado insistentemente, pero ha sido en vano.
Sin embargo, muchas de las preguntas que no han obtenido respuesta ya fueron contestadas por el extesorero durante sus declaraciones judiciales. Otras recibieron una explicación por quienes compartieron aquellos años junto a Barcenas. Hemos reunido las preguntas que más interés han suscitado entre los diputados para darles las respuestas que el ex tesorero no ha querido pronunciar.
¿Quién le nombró tesorero?
Bárcenas llegó al PP cuando todavía se llamaba Alianza Popular, a principios de los años 80. Su cercanía al entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, le permitió medrar y gestionar con él las cuentas de la formación como gerente. En 2008 Lapuerta deja su puesto y Bárcenas lo hereda en el Congreso Nacional del PP de ese año.
La elección de los tesoreros del PP se ha convertido en un tema políticamente complicado en la formación conservadora desde que los jueces han investigado las finanzas del PP. Aunque el nombramiento del tesorero está claramente recogido en sus estatutos, no hay nadie que se atreva a colocar la responsabilidad política de su desginación en la figura del presidente Mariano Rajoy.
El artículo 43.1 de los estatutos del PP establece que el presidente del partido propone a un tesorero que tiene que ser refrendado por el Comité Ejecutivo, el órgano de gobierno y administración del partido entre congresos, como recoge el artículo 36, referido a las competencias de los Comités Ejecutivos. De esta manera, la responsabilidad del nombramiento se diluye en un organismo donde hay más de 60 responsables del Partido Popular.
¿Cuál era la cadena de mando hacia la Tesorería y la Gerencia? ¿Quién controlaba los donativos?
La antigua cúpula del PP de José María Aznar presentó un relato en el juicio de Gürtel que colocaba la Tesorería (a cargo de Álvaro Lapuerta) y la Gerencia (ocupada por Bárcenas) como un organismo prácticamente autónomo. Mayor Oreja, Álvarez Cascos, Acebes, Arenas y Rato, que ocuparon los cargos más altos en el organigrama del partido, explicaron que nunca supieron cómo se gestionaban los donativos. Apenas sabían algo de las vías de financiación del PP, siempre por boca de Lapuerta, a quien responsabilizaron de cualquier irregularidad.
Pero Bárcenas dio una versión distinta cuando presentó un escrito de defensa en la Audiencia Nacional en 2015. De hecho, en ese texto se han basado Isabel Rodríguez, del PSOE, o Irene Montero, de Unidos Podemos, para hacer sus preguntas. Ese escrito pedía al entonces juez instructor, Pablo Ruz, que responsabilizase de la existencia de una caja B a quien podía disponer de los fondos del partidos.
Se refirió entonces a los “administradores o legales representantes del Partido Popular”, a quienes definía como “aquellos en los que el Congreso Nacional del Partido Popular otorga los poderes generales y habilitaciones especiales con carácter indistinto y solidario, con las más amplias competencias para la administración, disposición y representación de los bienes e intereses del Partido”. En otras palabras, señalaba a los secretarios generales que ahora dicen no saber nada.
¿Tenía el PP una caja B?
Es una cuestión que los tribunales dan casi por superada. De la documentación aportada al caso de la caja B puede deducirse que operó así entre 1982 y 2009 con todos los presidentes que tuvo el partido desde tiempos de Alianza Popular. En su escrito de defensa para replicar a las acusaciones particulares, el exgerente del PP dio por hecho la financiación ilegal durante casi tres décadas.
El juez Ruz cerró la investigación de los papeles de Bárcenas -ahora reabierta- acreditando de existencia de una financiación irregular. Sus palabras concretas fueron que el PP “se vino sirviendo de diversas fuentes de financiación ajenas al circuito económico legal”. Las anotaciones del extesorero reflejan “entradas y salidas de dinero al margen de la contabilidad oficial declarada por el partido (…) funcionando las referidas cuentas a modo de contabilidades paralelas, cajas de dinero en efectivo o cajas B”.
La fiscal del caso Gürtel, Concepción Sabadell, también dio por acreditada esa caja de dinero negro. Cuando se opuso a la declaración de Rajoy como testigo en el juicio alegó que los hechos que afectaban al PP “ya están acreditados”. Añadió que las declaraciones de los imputados ya refrendaban la existencia de una caja B.
Se refería, en concreto, a la declaración del propio Bárcenas, que definió esa caja B como “una contabilidad extracontable”. No quiso dar más detalles ni llamarla caja B, pero confirmó que sus anotaciones reflejaban los movimientos de dinero de esa contabilidad paralela.
¿Conocía Rajoy su existencia?
Rajoy conocía la existencia de esa caja B. Aunque ha evitado contestar a esa pregunta cuando se la han formulado varios portavoces, Bárcenas ya hizo esta aseveración en su primera comparecencia ante el juez Ruz. Fue tajante: “Mariano Rajoy conocía la existencia de la contabilidad B del PP desde el principio”. Rajoy conocía la existencia de esa caja B. En un escrito remitido al juzgado se extendió en los detalles: “Los secretarios generales eran informados puntualmente de las cantidades recibidas y el nombre de los donantes por parte del tesorero nacional. En el escaso tiempo que Luis Bárcenas fue tesorero (junio de 2008 a junio de 2009) reportó con ese mismo criterio a las dos personas de las que dependía jerárquicamente, el señor Mariano Rajoy la señora Dolores de Cospedal”.
¿Cobró Rajoy sobresueldos de la caja B?
Los portavoces parlamentarios repitieron ayer la pregunta en el Congreso sin éxito porque Bárcenas despejó la cuestión. En sede judicial no solo atribuyó cobros al líder del PP sino que los calificó como “importantes”. Bárcenas lo explicó así: “De 2004 a junio de 2008, siendo ya presidente Mariano Rajoy, secretario general Ángel Acebes y tesorero Álvaro Lapuerta, salvo algunos donativos importantes que recibía el presidente, el resto de la gestión para la consecución de donativos la hacía el tesorero nacional, Álvaro Lapuerta”.
¿Quién cobraba sobresueldos en el PP? ¿Desde cuándo existe este sistema?
No lo contó ayer en la Cámara Baja, pero el tesorero del PP ya se había explayado ante el juzgado sobre el sistema de sobresueldos. Estaba vigente desde 1990 y lo puso en marcha el tesorero de entonces, Rosendo Naseiro. Según el relato de Bárcenas incorporado al sumario, ese método de pagos estaba controlado por los diferentes secretarios generales. Y en la lista de quienes lo percibían, están los principales dirigentes del PP. Según detalló a Pablo Ruz, hubo “entregas en efectivo a Cospedal y Rajoy en 2008, 2009 y 2010”, y prácticamente todos los miembros del PP con un cargo importante en esa época recibieron algún tipo de retribución.
¿Había cajas B regionales?
Varios portavoces le han hecho esta pregunta. Irene Montero ha insistido durante su interrogatorio en la de Madrid: si Bárcenas la conocía, si sabía cómo funcionaba. No ha respondido. Sin embargo, la Audiencia Nacional lleva investigando esa presunta caja B madrileña desde que estalló el caso Púnica, y rastrea multitud de vías de financiación para nutrir esa caja que han acabado salpicando a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Otros juzgados han abierto investigaciones del mismo tipo en distintos territorios. Por ejemplo en Baleares, con la investigación al empresario Daniel Mercado como financiador del PP, o en Valencia, donde la Gürtel se desplazó cuando se cerró el grifo de Madrid. En la capital valenciana los tribunales investigan el “pitufeo”, el sistema por el que el PP de Rita Barberá blanqueaba dinero mediante préstamos de 1.000 euros.
El propio Bárcenas se refirió a esas cajas opacas regionales durante una de sus declaraciones judiciales. “Suponíamos que en todos los sitios tenía que existir -una caja B- porque en todos los sitios hay donantes: hay una campaña en Cáceres o en Badajoz, y hay un señor empresario que quiere aportar dinero para esa campaña, y eso pasa absolutamente en todas las provincias”, aseguró.
¿Qué empresarios donaban?
Una respuesta que Bárcenas dejó escrita en su contabilidad paralela, en la que aparecen donaciones de empresarios desde el año 1999. Hay nombres e iniciales de los dueños de las empresas más importantes del país, algunas presentes en el Ibex35, en esos documentos manuscritos cuya veracidad ha confirmado el propio Bárcenas.
Así, aparece por ejemplo Luis del Rivero, expresidente de Sacyr Vallehermoso, vinculado a varios pagos que suman casi 400.000 euros. Juan Miguel Villar Mir, dueño de OHL, aparece relacionado con tres ingresos diferentes: en 2004 un abono de 100.000 euros, en 2006 de 180.000 euros y en 2008 de 250.00 euros.
La empresa Mercadona, de Juan Roig, también engrosa esa lista. Su nombre aparece junto a dos entregas de dinero de 90.000 euros en 2004 y de 150.000 euros en 2008. También figura como donante Alfonso García Pozuelo, antiguo dueño de Constructora Hispánica, el empresario arrepentido que asumió todos los hechos de los que se le acusaba en Gürtel, pero se negó a contestar a nada en la pieza separa sobre esas donaciones.
¿Cómo funcionaba el sistema de amaños?
Para conocer esta mecánica, por la que se han interesado varios portavoces durante la sesión de este martes, hay que recurrir al cabecilla de la Gürtel. Francisco Correa se sentó en la silla de los acusados el pasado 13 de octubre y desde ahí relató cómo funcionaban el sistema de obras públicas a cambio de generosas donaciones, parte de las cuales se perdía en el camino y acababa en el bolsillo de Bárcenas y el propio Correa.
Le costó admitirlo, pero tras varias horas de interrogatorio por parte de la fiscal, Correa confesó que en la famosa grabación de los 1.000 millones se refería a a dinero procedente “de obras”, de adjudicaciones “de carreteras, autopistas, obras del AVE, de Medio Ambiente”.
Esas licitaciones las gestionaban con los ministerios a petición de los empresarios. Así lo explicó él: “Venía un empresario, nos daba la licitación, ‘a ver si podemos conseguir que esta obra sea para nosotros’, y yo se la pasaba a Luis Bárcenas, Luis Bárcenas la gestionaba con el correspondiente ministerio y si conseguíamos la adjudicación el empresario entregaba un porcentaje, el 2% o el 3%, y luego yo se lo llevaba a Génova”.
Según Correa, Bárcenas recibía el total del dinero y luego lo repartía entre quienes se habían merecido una comisión por su intermediación para el amaño.
¿Y cuando se trataba de ayuntamientos? ¿Cómo se daban instrucciones a los alcaldes?
A esta pregunta sin contestar puede responder José Luis Peñas, exconcejal del PP en Majadahonda y la persona que grabó a las cabecillas de la trama para luego presentar una denuncia en la Fiscalía. Durante el juicio de Gürtel declaró que el PP se financiaba a través de las donaciones ilegales de grandes empresas, para después devolver el favor en forma de adjudicaciones de contratos en los ayuntamientos que controlaba en la Comunidad de Madrid.
Puso de ejemplo la situación que vivió en primera persona. El entonces alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, le llamó a su despacho después de que Peñas se hubiese hecho con un acta de concejal. Allí le mostró un fax que habían enviado desde la sede nacional del PP. Según Peñas, era una lista de empresas que habían financiado ilegalmente al PP y a las que ahora, tras las elecciones, había que devolver el favor el favor. “Ese esfuerzo había que remunerarlo, había ayudarles en las contrataciones”, dice Peñas que fueron las palabras literales de Ortega.
El entonces alcalde le explicó que la orden venía del PP nacional, de “gerencia o de tesorería”, y que aclaró que las empresas “habían ayudado en la campaña, habían financiado al partido”.
¿De dónde sale su fortuna en Suiza?
Esta es la única cuestión a la que Bárcenas ha accedido a responder. Según él, nunca se apropió de fondos del partido, de esas comisiones que generaba el amaño de contratos. Su fortuna en Suiza es fruto de su actividad privada, que durante el juicio de Gürtel atribuyó a negocios en Latinoamérica o compraventa de arte. No aportó ninguna documentación que lo respaldase y así se lo afeó la fiscal Concepción Sabadell.
Bárcenas tiene una versión y la Fiscalía otra. El Ministerio Público no se cree las explicaciones del ex tesorero y sostiene que elaboró toda una coartada consistente en una compraventa de arte que nunca fue real. Le acusa también de vaciar sus cuentas en Suiza, donde llegó a acumular 48 millones de euros, cuando comenzó la investigación contra él para “ocultar su origen y titularidad; de evitar una posible incautación judicial y de poder aflorarlos bajo una aparente cobertura lícita”.
¿Tiene un pacto de silencio con el PP?
Es la pregunta que ha cerrado muchas de las intervenciones de los portavoces. ¿Responde el silencio de Bárcenas a un pacto con el PP? La sospecha viene alimentada por las declaraciones de los ex secretarios generales en el juicio de Gürtel. Mayor Oreja, Álvarez Cascos, Acebes, Arenas y Rato le situaron a las órdenes de un Lapuerta excluido por demencia, restándole así peso en las irregularidades en la financiación.
“Lo que haga o deje de hacer será su decisión y la decisión de su abogado; no sabemos cuál es su estrategia ni qué va a hacer”, dijo Martínez Maillo para descartar el pacto. Su defensa también lo niega y argumenta que no habla para no perjudicar su estrategia de defensa. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, calificó las suposiciones de un pacto de “ofensivas”. El propio Bárcenas también lo ha descartado este martes.
Sin embargo, el enfrentamiento abierto entre Bárcenas y sus excompañeros de partido se ha suavizado en los últimos tiempos. Una muestra es su decisión de retirarse de la causa sobre el borrado de sus ordenadores, o las propias declaraciones de los antiguos responsables del PP exculpándole. El portavoz del PP en la comisión, Carlos Rojas, no se ha referido a él durante la intervención y no le ha formulado ninguna pregunta.