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Las revelaciones de Gürtel complican el relato del PSOE sobre la abstención ante Rajoy

Jamás imaginó ningun dirigente del PSOE que el caso Gürtel pudiera convertirse en un problema para el partido. Y sin embargo el juicio al mayor escándalo de corrupción de la historia democrática, el que sienta por primera vez en el banquillo a Luis Bárcenas y a Francisco Correa, el que tuvo acorralado al PP, ha llegado en el peor momento posible para los socialistas.

La misma mañana en que el propietario de Constructora Hispánica, Alfonso García Pozuelo, -una de las sospechosas habituales que figura como beneficiaria de los amaños de contratos en Gürtel I y como donante en los Papeles de Bárcenas en el sumario de la Caja B- confesaba en la sede de la Audiencia Nacional sus pagos a los “organismos centrales” del partido, el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, reclamaba a los suyos no levantar “barricadas éticas contra el PP” en una entrevista con Ana Rosa Quintana en Telecinco.

El plan para allanar el camino hacia la abstención de los socialistas en el Congreso y facilitar un Gobierno de Mariano Rajoy se ha encontrado con otro importante escollo en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. Dentro de esa sala juzga a 35 procesados por el amaño de contratos en distintas administraciones de Madrid, Castilla León y Andalucía, algunos de los acusados han empezado a cantar para aliviar sus penas. Lo hizo el dueño de Constructora Hispánica pero también el exconcejal de Hacienda en Pozuelo, Roberto Fernández, mano derecha del exalcalde Jesús Sepúlveda, quien confesó que Correa había financiado con más de 100.000 euros la campaña de las municipales en 2003. Y para el jueves hay más porque comparece el hombre que da nombre a la red, Francisco Correa, el fontanero que organizaba los mítines del PP. Y todo en medio del murmullos constante de las defensas acerca de un supuesto pacto con la Fiscalía que rebaje la petición de 125 años de cárcel al cabecilla de Gürtel. Para colmo, dos federaciones del PSOE, las de Madrid y Valencia, siguen ejerciendo la acusación en un macrosumario que considera al PP como beneficiario a título lucrativo de la trama corrupta.

Ese es el pernicioso contexto en el que la gestora del PSOE intenta convencer a sus bases de que la abstención a Rajoy es un mal menor si se compara con unas terceras elecciones que el partido debería afrontar roto en dos mitades. La última encuesta publicada por eldiario.es revela que solo uno de cada tres militantes socialistas acepta facilitar un Gobierno del PP. Importantes dirigentes socialistas se han mostrado tambien en contra y todavía este miércoles la presidenta de Baleares, Francina Armengol mantuvo una acalorada charla durante los fastos del 12 de octubre en el Palacio Real con el presidente de la gestora, Javier Fernández. La propia Armengol explicó después a la prensa el origen del desencuentro: “Le he dicho al presidente de la gestora que me parece mal que abra la puerta a la abstención sin que se haya debatido en el seno del partido”. Fernández replicó que encuentra más comprensión fuera del Psoe que dentro.

El exlehendakari y actual diputado en el Congreso Patxi López reiteró también el miércoles la idea de Armengol en una entrevista publicada por el diario El Correo. Avanzó que votará no cuando el comité federal debata sobre si facilitar el Gobierno al PP. Lo explicó así: “Quizás es mejor pasar un rato malo ahora” e ir a unas terceras elecciones que “avalar a Mariano Rajoy”.

Aunque los titulares y fotografías del banquillo de Gürtel no le van a ayudar a hacer pedagogía, la campaña de la dirección provisional del PSOE para propiciar la abstención ya ha comenzado. Uno de sus hombres fuertes, el histórico Ramón Jaúregui que ejercerá de portavoz en el Parlamento Europeo, aseguró a la cadena Ser el pasado lunes que “la radicalidad” de Pedro Sánchez en su defensa del no a Rajoy complica ahora cualquier cambio de postura.“La firmeza con la que se expresó la posición no ha permitido que expliquemos algo como que si no ves un gobierno alternativo tienes que jugar con las ventajas de ser oposición de gobierno minoritario, el mejor escenario para ser oposición. Esto no se ha discutido”, dijo en los micrófonos de Hora 25.

Ese es el mensaje que los miembros de la gestora y los dirigentes que desbancaron a Sánchez quieren que cale: que el PSOE puede recuperar la iniciativa política y prácticamente gobernar desde el Congreso con un Gobierno del PP en minoría. Entre la dirección caída se ha instalado la idea de que la gestora no solo ha decidido facilitar la continuidad de Rajoy en La Moncloa sino de que ya todo está pactado con el PP. “Por eso el Rey ha abierto otro período de consultas”, asegura uno de los leales a Sánchez.

“Ni aunque descubran que Rajoy es Jack, el destripador”

Otro dirigente con mucho predicamento en el partido asegura que el caso Gürtel no va a hacer cambiar de postura a los barones que decidieron hacer caer al secretario general. “No van a cambiar de opinión ni aunque descubran que Rajoy es Jack el destripador. Lo contrario sería ir a unas primarias, elegir un candidato, cosas de las que no quieren ni hablar. Pero lo alucinante es oír defender a Javier Fernández que no hay que levantar trincheras éticas, hemos entrado en una especie de relativismo moral”, asegura este cargo orgánico con muchos trienios en el partido.

Entretanto, un grupo de críticos recoge firmas para exigir un congreso extraordinario y que el partido elija a un nuevo líder en primarias.

Y todas las miradas del bando de Sánchez esperan a ver qué hace el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, que sigue en el puesto con la gestora. Es probablemente el dirigente que con más contundencia y en más comparecencias públicas puso cara a la estrategia del no al PP. Como miembro del comité federal -se convoque cuando se convoque- tendrá que posicionarse sobre el cambio de postura. Y todo en medio de esas portadas de Gürtel que tantas veces invocó para insistir en el rechazo a un Gobierno de Rajoy.

Él mismo durante un corrillo con periodistas en la fiesta nacional del 12 de octubre admitió este miércoles que será “complicado” aunque confía poder explicar a la militancia su continuidad como portavoz parlamentario bajo el mando de la gestora. Lo que no quiso anticipar fue su voto en el comité federal que decidirá sobre la abstención las terceras elecciones. Y se mostró persuadido de que pase lo que pase el grupo parlamentario votará unido.