A Felipe VI le han bastado poco más de siete minutos para calificar el desafío independentista como un movimiento “al margen del derecho y de la democracia”. “Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática”, ha dicho el monarca al inicio de un mensaje sin precedentes conocidos desde el mensaje del Juan Carlos I, durante el golpe de estado del 23-F.
El rey acusa a los impulsores del 1-O de haber quebrantado la armonía y dividir a la sociedad catalana: “Han pretendido quebrantar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir su vida en común”, “con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado”.
“Han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando desgraciadamente a dividirla”, ha dicho el rey. Felipe VI ha asegurado: “Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada ilegalmente la independencia de Cataluña”.
El monarca ha advertido al Gobierno de Puigdemont de que “con su conducta irresponsable incluso puede poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España”.
No hay antencedentes de un mensaje parecido de la Corona desde que se produjo el golpe de Estado del 23-F. Las durísimas palabras de Felipe VI allanan el camino al Gobierno, ante la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución y la suspensión de la autonomía de Catalunya: “Ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía”.
Para el final de su intervención, ha dejado el monarca las únicas pinceladas de optimismo: “Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y libertad”.
Cuando a media tarde trascendió que el rey tenía previsto dar un discurso televisado, todas las opiniones se apresuraron a señalar una palabra que Felipe VI incluiría en su mensaje. Esa palabra es “diálogo”. El rey no la ha pronunciado en ningún momento.