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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El rector confiesa que habló tres veces con la mano derecha de Cifuentes antes de comparecer

El rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, ha declarado este jueves ante la jueza del caso Cifuentes durante más de tres horas. En su relato del tiempo que pasó entre la publicación de la exclusiva de eldiario.es y la defensa en rueda de prensa del máster de la entonces presidenta de Madrid ha confesado cómo el entorno de Cifuentes participó en todo momento en la preparación de la versión que se iba a dar. Y ha añadido un nuevo nombre en sus contactos aquel día, el de Marisa González, jefa de gabinete y mano derecha de la entonces presidenta. 

Tres personas del entorno de Cifuentes se dedicaron con intensidad a participar en la construcción de esa versión. Como adelantó eldiario.es, la asesora de la Consejería de Educación Maite Feito se desplazó en persona a la universidad desde primera hora. Según la versión que ella ofreció a este medio, lo hizo para participar en una charla sobre feminismo. Pero el rector ha dicho este jueves en el juzgado que participó desde las nueve de la mañana en una reunión y que a él no le extrañó su presencia porque era “asesora de la Consejería”. “Esto es un ataque contra la presidenta”, ha asegurado Ramos que le trasladó Feito. 

La jueza, Carmen Rodríguez- Medel, se ha interesado por si habló con Feito el día anterior a la publicación de eldiario.es, el 20 de marzo, cuando este medio contactó con el entorno de la presidenta y la Universidad para contrastar la información. Ramos ha asegurado que no lo hizo porque su móvil no registra intercambio de llamadas con Feito ese día 20. Con sorpresa de la jueza ha intentado explicar que tampoco puede comprobar si lo hizo por correo porque su “outlook” borra los contactos cada cierto tiempo, precisan las fuentes consultadas.

En cualquier caso, Ramos ha admitido que conoció lo que iba a publicar al día siguiente eldiario.es, pero que se fue a dormir “muy tranquilo” porque le pareció “otra tontería más” acerca de la universidad. 

Asimismo, el rector ha reconocido un intercambio intenso de llamadas con el consejero de Educación de Cifuentes, Rafael Van Grieken. Este se interesó por si el rector iba a dar una rueda de prensa reaccionando a la exclusiva de eldiario.es, siempre según la versión ofrecia hoy por Ramos ante la jueza. 

Ramos ha desvelado una tercera intervención, la de Marisa González, jefa de Gabinete de Cifuentes y auténtica mano derecha de la presidenta. Según el rector, llegó a poner la llamada de Marisa González en manos libres a sus colaboradores. En esa conversación, González le informó de que la presidenta no iba a salir en rueda de prensa.

Aún quedaban horas para que comparecieran el rector y el director del Instituto de Derecho Público, Enrique Álvarez Conde, a defender ante los medios el máster de la presidenta. Con Marisa González habló en al menos tres ocasiones, según ha relatado. 

Fuentes jurídicas presentes en la declaración aseguran que ésta ha estado plagada de contradicciones por parte de Ramos, como cuando se le ha recordado que en rueda de prensa dijo haber hablado antes con las tres profesoras del falso tribunal que examinó a Cifuentes. En un momento de su testimonio ha dicho que habló con Clara Souto, quien no falsificó su firma, pero al corregirle la jueza y proponerle el nombre de Cecilia Rosado, autora de la falsificación, Ramos ha rectificado y ha admitido que sí, que fue con Rosado con quien habló. Ramos ha atribuido este error a los “nervios” que le causaron su primera participación en una rueda de prensa. 

La jueza pregunta por Casado

La jueza ha introducido el tema del máster de Pablo Casado en un momento de la declaración del actual rector. Éste ha dicho que si se hubiera aplicado el Real Decreto de 2007, el máster del responsable político hubiera sido “irregular” porque no hizo una defensa ante tribunal del mismo. Sin embargo, Ramos no ha sido taxativo sobre si el Real Decreto que se debió aplicar en el caso de Casado fue ese o el de 2005, que no incluía la citada exigencia. 

Asimismo, Ramos ha adjudicado al profesor Pablo Chico de la Cámara la orden impartida a la funcionaria Amalia Calonge para rectificar las notas de Cifuentes y ha reconocido que no existe en la universidad un protocolo escrito o verbal para la rectificación de las actas.