El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y su líder en Catalunya, Inés Arrimadas, se han implicado personalmente en la campaña de retirada de lazos amarillos en los espacios públicos que promueve su propio partido.
Tras hacer llamadas a la ciudadanía, los dos dirigentes han convocado a la prensa para un paseo por la localidad barcelonesa de Alella y ante las cámaras se han puesto a descolgar lazos de una valla y a depositarlos en bolsas de basura. Ante la prensa Rivera ha dado por hecho que la colocación de esos símbolos que piden el excarcelamiento de los dirigentes independentistas en prisión provisional por el procés, es ilegal y ha asegurado que Ciudadanos seguirá con la retirada de los lazos hasta que lo ordenen los Gobiernos de Catalunya y España: “Seguiremos defendiendo la neutralidad del espacio público en Catalunya, y limpiándolo de propaganda separatista ilegal o ideológica mientras los gobiernos no cumplan con su obligación”.
“Estamos viendo muchas zonas llenas de lazos amarillos y eso no es legal”, dijo el líder de Ciudadanos, contradiciendo la posición de los juzgados y de la propia Fiscal General del Estado, María José Segarra, que han negado que haya nada delictivo en esas acciones reivindicativas del independentismo.
Rivera ha decidido actuar en primera persona después de que un sector de la derecha mediática le hubiese recriminado en los últimos días que no se implicase personalmente en la retirada de esos símbolos.
El de hoy es un paso más del partido de Rivera, que compite con el nuevo PP de Casado para liderar la oposición al independentismo en Catalunya, un debate en el que ambas formaciones se sienten cómodos y que centrará la larga precampaña que empieza tras el verano hasta las municipales y autonómicas de primavera donde se dirimirá el liderazgo del centro-derecha en España.
El acto de Rivera y Arrimadas fue simbólico porque tan pronto como terminó su paseo ante la prensa los vecinos de Alella han devuelto los lazos a la valla donde estaban colgados.