Rivera reconoce que la polémica por la violencia machista lastró la campaña de Ciudadanos
“Empezamos a presentar el programa el 1 de enero y llegamos a la campaña sin novedades; hemos tenido que explicar demasiado algunos errores propios en nuestro programa [la supresión de las penas específicas sobre violencia machista] y quizá no hemos afrontado los debates como deberíamos haber hecho y hemos parecido demasiado institucionales y teníamos que haber sido más beligerantes para ser un partido nuevo con cero escaños”. Así ha explicado este jueves Albert Rivera en La Sexta algunas de las autocríticas que recoge el informe interno sobre el resultado electoral de Ciudadanos: 40 escaños y 3,5 millones de votos; pero lejos de sus aspiraciones, no ya de disputar la victoria electoral, sino de ser decisivo en la gobernabilidad del país.
“El informe”, ha relatado Rivera, “hace autocrítica, pero también destaca lo que hemos hecho mejor que otros”.
Lo cierto es que la campaña de Ciudadanos se nubló en su tramo final. La polémica sobre su idea de suprimir las penas específicas para crímenes machistas llegó hasta el mismo 20D después de que eldiario.es publicara que “Ciudadanos quiere acabar con las penas específicas por violencia de género”.
En el debate a nueve de TVE 1, fue la número 3 de Ciudadanos, Marta Rivera –quien acudió al debate porque Juan Carlos Girauta tenía a la misma hora el debate de candidatos catalanes–, avivó la polémica: “Es igual que un hijo vea a su padre matar a su madre que a su madre matar a su padre. ¿Cree que a los miserables de hoy les importaba pasar más tiempo en la cárcel que una mujer? Es educación, juzgados, casas de acogidas, pulseras activas... De eso hay que preocuparse. El 40% de las mujeres dicen que la ley no les ha ayudado”.
Una semana después, su ya diputado por por Cantabria “se metió en todos los charcos en un minuto”, según reconocen en el partido. ¿Hay un problema de violencia con las mujeres? “Hay cárceles de mujeres y violencia de mujeres, como las yihadistas”. Así se expresó al ser preguntado por La Sexta por la propuesta de su partido de suprimir las penas para los crímenes el número uno de Ciudadanos por Cantabria, Carlos Pracht. Y, a continuación, sin ni siquiera ser preguntado por la interrupción voluntaria del embarazo, sentenció: “El aborto es violencia”. El disgusto en la dirección del partido de Rivera fue tal que le obligaron a dar marcha atrás y afirmar que había sido “un error”.
Ciudadanos arrancó el año con un 3% en las encuestas, y desde febrero hasta noviembre fue jalonando el año con propuestas programáticas a la vez que los sondeos les aupaban a los primeros puestos. Pero, como reconocen sus dirigentes, llegó a la campaña sin sorpresas. Y también a la defensiva, sin brillar en los debates.
Rivera también vio cómo se reprodujo el marco bipartidista PP-PSOE tras el cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, que dominó la agenda política y mediática los últimos días de campaña. En los últimos días además, se supo que el programa, como contó eldiario.es, contaba con párrafos calcados de otros autores.
Con esos mimbres llegó Rivera al último día de campaña, en el que dio un giro a su estrategia y anunció que se abstendría en la sesión de investidura si no ganaba las elecciones, cosa que ocurrió tal y como anunciaban todas las encuestas publicadas en los últimos meses.
Y en ese escenario es donde Rivera está buscando recuperar una iniciativa que le ha costado tener en las últimas semanas. Su último giro ha sido proponer a PP y PSOE una mesa de negociación para garantizar “que arranque la legislatura sobre tres ejes: la unidad de los españoles, la regeneración democrática y la estabilidad económica”.