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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El expresidente de Sacyr deja la puerta abierta a que la constructora sobornara al PP

El expresidente de una de las mayores constructoras del país Luis del Rivero dejó hoy la puerta abierta a que su antigua empresa pagara al Partido Popular a cambio de la adjudicación de una contrata de basuras en Toledo. Luis del Rivero dijo al juez Pablo Ruz que no le constaba tal pago, pero también dijo que podía haberlo realizado otro de los imputados, el hoy presidente de Sacyr, Manuel Manrique, sin su conocimiento.

Ambos directivos estaban hoy citados como imputados para declarar ante Ruz. Del Rivero reconoció que no se hablan porque el voto de Manrique sirvió para que él perdiera el puesto al frente de Sacyr. Él, añadió, no se reunió con Bárcenas para abordar el contrato de Toledo, pero Manrique pudo hacerlo a sus espaldas. Este disponía de fondos para haber ejecutado el cohecho, remachó. “¿Le consta que el señor Manrique hiciera algún pago?”, le preguntó el abogado del actual presidente de Sacyr ante las afirmaciones de su antecesor. Y Del Rivero insistió: “No me consta, pero es posible que lo hubiera”.

Del Rivero reconoció las 11 reuniones a las que aluden las notas de Bárcenas que su abogado ha entregado en las últimas horas al juez. Y no solo esas, dijo que hubo muchas más, pero que todas se enmarcaban en sus reuniones con el mundo de la política, que también abarcan a miembros de otros partidos. En este sentido, admitió reuniones con el líder del PP, Mariano Rajoy, y con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Sin embargo, negó que esas reuniones tuvieran por objeto hablar de donaciones.

Sobre la presencia de Bárcenas en las reuniones, Del Rivero admitió que el extesorero acudió a algunas de ellas, pero restó importancia a su presencia. “Si te reúnes con Rouco Varela y un párroco, no dices que te has reunido con el párroco”, afirmó. Las reuniones con los dirigentes del PP -también con Ángel Acebes, Juan Costa y en dos ocasiones con Josep Piqué- tenían lugar habitualmente en un restaurante próximo a Génova, el Orfilia, y siempre pagaba el PP, según el expresidente de Sacyr.

Preguntado sobre la existencia de una reunión para acordar el presunto cohecho de Toledo, Del Rivero dijo que ni siquiera conoce a Vicente Tirado, el responsable del PP local que habría solicitado el encuentro. Es la segunda vez que Del Rivero declara como imputado ante Ruz. En mayo, dijo que conocía a Bárcenas “de vista”, pero hoy admitió que le invitó a la boda de su hijo. Añadió que no eran amigos y que el extesorero era “curioso” en temas relacionados con la economía. Del Rivero admitió haber militado en las filas conservadoras desde tiempos de Alianza Popular. El único dinero que ha donado ha ido dirigido a FAES, añadió.

Tras un receso para la comida llegó la declaración del actual presidente de Sacyr, Manuel Manrique. Bárcenas le había situado en las reuniones con los dirigentes del PP, como vicepresidente entonces de la constructora. Manrique negó haber estado en ninguna reunión y añadió que solo conoce a Bárcenas de “algún evento social”. A Cospedal dijo conocerla de su época como consejera en la Comunidad de Madrid en 2004. “Si no me han informado mal”, añadió.

Del Rivero y Manrique coincidieron en anunciar que presentaran respectivas demandas de protección al honor contra Bárcenas. Manrique dijo que las informaciones que le relacionan a él y a Sacyr con los pagos les hacen daño “aquí y fuera” porque están intentando defender la “marca España”. Ninguna de las partes preguntó por las veladas acusaciones que había formulado por la mañana Del Rivero, tampoco su abogado. Manrique sí tuvo oportunidad de desmentir que dispusiera de fondos al margen de Del Rivero, como éste había asegurado.

Recibí sin dinero

Por su parte, el gerente del Partido Popular en Castilla-La Mancha admitió ante el juez Pablo Ruz que firmó en 2007 un recibí de 200.000 euros por orden de Luis Bárcenas, pero que nunca recibió tal cantidad. Esa cifra es la que, según el extesorero del PP, fue entregada al PP por parte de una gran empresa a cambio de la adjudicación de un contrato en Toledo. Cañas defendió la firma del recibí por un dinero que nunca vió porque no iba contra la Ley electoral.

En ese punto, Ruz mostró su asombro por el hecho de que alguien firme un recibí por un dinero nunca recibido. “Trato de encontrarle alguna explicación racional”, afirmó el magistgrado, según fuentes presentes en la declaración. Durante el interrogatorio, que se prolongó durante una hora, Cañas describió un clima de sumisión al tesorero nacional. Él, dijo, era nuevo en el puesto, y Bárcenas era una persona que le desmereció para el cargo desde el primer momento, con fama de tratar mal a sus subordinados y que hacía de las reuniones encuentros “muy tensos”. Conclusión: cuando el extesorero le pidió que firmara un papel a cambio de nada, él lo hizo “al dictado”.

Previamente, Cañas se había prestado a realizar una prueba caligráfica para certificar la autoría del documento incorporado a la causa por Bárcenas. El gerente reconoció que el recibí y la firma son suyos, pero negó ser el autor de una anotación al final del papel en el que aparecen los nombres de Luis del Rivero y Manuel Manrique.

Sacyr acababa de adquirir Sufi, la empresa de basuras que finalmente se quedó con la contrata del Ayuntamiento de Toledo. El dinero que habrían entregado tenía por finalidad sufragar la campaña electoral que aupó a María Dolores de Cospedal a la presidencia de la Junta. Según el relato de Cañas ante el juez, el recibí respondía a que los gastos de esa campaña fueron sufragados en parte por Génova, debido a su elevada cuantía, pero siempre a través de transferencias en regla. Primero, dijo, firmó uno de 100.000 euros, pero luego Bárcenas le obligó a suscribir otro de 200.000, en dos supuestas entregas. Cuando lo hizo, el tesorero nacional rompió el primer papel, siempre según su relato.