Rosa Díez maniobra para controlar UPyD con vistas al congreso extraordinario

Las cartas han empezado a ponerse boca arriba en UPyD, donde la división interna es absoluta mientras crece el descontento con la dirección. Ante el temor a no controlar la situación, la portavoz magenta, Rosa Díez, maniobra estos días para asegurarse una mayoría de fieles de cara a las dos importantes citas con las que se enfrentará próximamente el partido: las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, y el congreso extraordinario que se celebrará en junio y en el que los críticos ya han anunciado que darán la batalla por el poder.

La decisión de Irene Lozano de encabezar una lista alternativa en el congreso extraordinario, en la que integrará a Toni Cantó y a otros dirigentes desencantados con la actual dirección, ha sido recibida con alborozo por el sector crítico. Eran muchos los que estaban esperando ese paso adelante de la diputada magenta, que dimitió del Consejo de Dirección ante la resistencia de Díez a asumir responsabilidades políticas tras el batacazo en las elecciones andaluzas.

El anuncio de Cantó de que renunciaba a la candidatura a la Generalitat Valenciana y al escaño en el Congreso y la determinación tanto de él como de Lozano de continuar como militantes del partido dieron algunas pistas de que en sus planes estaba plantar cara a la actual dirección, reforzada recientemente por la portavoz magenta con seis dirigentes de su total confianza.

“Es una buena noticia que Irene encabece una candidatura alternativa porque ahora mismo no hay ilusión ni moral para continuar peleando por el proyecto”, asegura a eldiario.es uno de los dirigentes críticos.

El temor a la debacle en mayo tampoco se disimula. “¿Cómo podemos presentarnos a las autonómicas y municipales diciéndoles a los electores que fijaremos un nuevo rumbo y daremos un giro al partido después de que acudan a las urnas? ¿En dónde se ha visto eso?”, se pregunta el mismo representante de los críticos.

Ante la insurrección interna ya nadie duda de que Rosa Díez está preparando el terreno. Primero, para tener asegurado el control de la situación y evitar así que haya más voces que sigan insistiendo en un acercamiento a Ciudadanos, el partido de Albert Rivera causante de la masiva fuga de votos que sufrieron en las andaluzas. Y, después, para afianzarse de cara al cónclave de junio.

De hecho, en menos de dos semanas la dirección de UPyD ha decidido disolver los Consejos Territoriales de Andalucía, Asturias y Castilla y León nombrando en su lugar gestoras con dirigentes afines a la portavoz, que serán los encargados de tomar las decisiones durante los próximos cuatro meses. Es decir, hasta después del congreso extraordinario en el que Díez sabe que se juega su futuro. Y el de su número dos, Andrés Herzog, al que muchos ven ya como el “heredero” de la dirigente magenta para ser el candidato a las generales si los oficialistas ganan el cónclave.  

Los acontecimientos de estos días con la suspensión cautelar de militancia a los eurodiputados Fernando Maura y Enrique Calvet, y la disolución de las direcciones territoriales antes citadas, han enrarecido aún más, si cabe, el ambiente. Con todo, el caso más chocante ha sido Andalucía, donde el que fuera candidato a la Junta de Andalucía, Martín de la Herrán, seguirá siendo el portavoz de UPyD pese a los pésimos resultados logrados en las elecciones autonómicas. Ramón Mesa, otro fiel a Rosa Díez, dirigirá la gestora.

Otro tanto ha pasado en Asturias, donde los miembros del Consejo Territorial recibieron un correo electrónico a las diez y media de la noche del martes firmado por Juan Luis Fabo, el responsable de Organización nacional, anunciándoles que quedaba disuelta la dirección. La justificación fue que estaban “desobedeciendo” los dictámenes tanto del Consejo de Dirección como del Consejo Político al convocar una asamblea para este miércoles en la que se iba a someter a consulta de los militantes la dimisión del Consejo de Dirección y posibles alianzas con Ciudadanos. Pese a todo, la asamblea no fue desconvocada, lo que supone todo un reto a Díez y la dirección nacional que puede traer consecuencias para el candidato al Principado, Ignacio Prendes, alineado con el sector crítico.

El último episodio ha sido la creación de otra gestora en Castilla y León que estará encabezada por Águeda Arranz junto con José Miguel Mateos, Ana Cabero, Isabel Romero y Álvaro Rodríguez, todos miembros del anterior Consejo Territorial y fieles también a la portavoz magenta. La crisis en esta comunidad no ha afectado –de momento– a la candidatura de la Junta autonómica que lidera el excoordinador territorial, Rafael Delgado.

Pero la tensión salpica también a otras comunidades, como la aragonesa, donde igualmente predomina el sector crítico. “En UPyD, en cuanto aparece un discrepante se le corta la cabeza. Hay mucho miedo a que sigan surgiendo voces disidentes y que se visualice la debilidad de la actual dirección. A Rosa le salen sarpullidos con solo oír hablar de Ciudadanos”, afirma uno de los miembros de este sector que no ve otra explicación sobre lo que está ocurriendo en el partido magenta.

Así las cosas, la confrontación en UPyD está servida. Sobre todo si después de la doble cita electoral de mayo el partido se queda prácticamente sin representación en las capitales o en las comunidades más importantes donde ahora sí la tienen, como apuntan la mayoría de las encuestas. Empezando por Madrid, donde la división del partido es también patente.

“Vamos a vivir unos meses en lo que todo se va a hacer manu militari”, afirman los críticos, que apuntan un dato preocupante. Las fugas de UPyD han sido tantas en estas últimas semanas que el número de afiliados no llega en la actualidad a los 4.000. “Y eso en el mejor de los casos”, añaden con preocupación.