La ruptura de Pablo Casado con Santiago Abascal en la moción de censura no ha dejado indiferente a la derecha mediática. O blanco o negro. Los medios de comunicación con una línea editorial de derechas o autodenominada como 'liberal' no se han decantado por los grises tras la intervención del líder del PP en la que cargó contra Abascal y anunció que no iba a apoyar a Vox. O se lee como un puñetazo en la mesa para asumir el liderazgo de la oposición y alejarse de las tesis ultras del partido de extrema derecha o como un voto que no pone en cuestión el Gobierno de Sánchez. Una respuesta parecida aportan analistas y antiguos compañeros de partido de Casado y Abascal.
Entre los editoriales de los programas matinales de la radio, Carlos Alsina en Onda Cero aseguraba que la moción fue ganada por el líder del PP. “El señor Casado ha conseguido zafarse de la envolvente y acabar siendo el agraciado”, apuntaba el locutor que presenta Más de Uno. En otro punto del dial, Carlos Herrera concluía que el político conservador “vio el hueco y leyó bien el partido”, a pesar de que “era la víctima propiciatoria de esta moción de censura”. “Hizo un discurso de derecha liberal luciendo moderación y vendiendo centrismo que, oigan, ahora mismo le hace estar en una nube”, señalaba el locutor en Cope.
A esa misma hora, el tono de Federico Jiménez Losantos en esRadio no tenía nada que ver con el de sus compañeros. Acusó a Casado de “romper la derecha” tras su intervención en el Congreso. “Podía haber votado 'no' y haber aprovechado los fallos antieuropeístas” de Abascal en su discurso inicial, argumentaba el periodista de Libertad Digital, que lamentó que un político que “nació” en sus estudios de radio — llegó a afirmar — se alinease con PSOE, Podemos, “con todos los grupos antisistemas, los hijos de la ETA y los hijos de perra que le acompañan en el intento de destruir España”.
20 horas antes Jiménez Losantos ya había mostrado su desconcierto ante el posicionamiento de Casado mientras retransmitía en directo la intervención del líder del PP, al que acusó de perpetrar “una fechoría miserable” y asumir un discurso “digno de Pablo Iglesias”. “Ahora resulta que el problema de España no es Sánchez, es Abascal. Y lo dice el que tiene el poder que tiene gracias a Vox. Es asombroso”, continuó. En la misma línea que el locutor de Esradio, Okdiario también señalaba a Casado por asumir el mismo sentido de voto que Podemos, ERC y Bildu.
El Mundo y ABC alaban a Casado
La prensa en papel no ha secundado estas críticas y ha optado por alabar la intervención de Casado. El Mundo aseguraba en su editorial del viernes que el político del PP “se reafirmó como alternativa responsable al sanchismo”. En la misma línea, ABC titulaba que los populares “salvan la trampa con nota”. “Con brillantez se zafó de la celada tendida por Abascal y actualizó el proyecto sugestivo de vida en común encarnado por la democracia del 78. Esa que erosiona un presidente desenmascarado por Europa al que se le acaban las coartadas”, apuntan desde la sección de opinión del diario El Mundo.
El periódico monárquico llega a plantear que la negativa de Casado “a la moción no puede ser interpretable como un apoyo a la continuidad de Sánchez, el peor presidente de la democracia, sino como un aldabonazo en la reordenación del mapa ideológico de la derecha a partir de ahora”.
Aguirre considera que es una posición “difícil” de explicar a los votantes
Sin embargo, algunas antiguas voces relevantes en el PP no coinciden con esta victoriosa lectura. “No me parece que hubiese que votar ‘no”, apunta la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en conversación con elDiario.es. “Para mucha gente la moción se presentó para censurar al Gobierno, por eso es difícil explicar a la ciudadanía y a nuestros votantes que no tenemos nada que reprochar a Pedro Sánchez”, añade.
En la misma línea se sitúa Alejo Vidal-Quadras, expresidente del PP en Catalunya y eurodiputado durante más de una década, que abandonó la formación por discrepancias con Mariano Rajoy y optó por fundar Vox. Ahora, alejado también del partido de extrema derecha, reconoce que tanto Santiago Abascal como Pablo Casado han cometido errores en la moción.
Sobre el líder de la formación de extrema derecha, asegura que no estuvo acertado en su intervención inicial. “El discurso fue demasiado largo y repitió cosas que ya había dicho [Ignacio] Garriga”, apunta. Para uno de los fundadores de Vox, Abascal “resbaló y cometió algunos excesos” al comparar “la Unión Europea con la Unión Soviética y con el III Reich”. “Todo el galimatías sobre Soros, el globalismo y la UE quedó desubicado y sonó bastante absurdo”, añade.
Aun así, considera que para los votantes de derechas va a ser complicado entender la postura del PP. “El electorado de Vox lo registra como una ofensa y la parte más conservadora del electorado del PP no entiende que se vote en contra ante una reprobación a Sánchez, ese electorado lo interpreta como un apoyo al presidente de Gobierno. Ahí creo que Casado se ha equivocado”, explica a esta redacción.
La diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, que asumió la disciplina de voto y se posicionó en contra de la moción, a pesar de haber manifestado su preferencia por la abstención, también ha mostrado su preocupación por el impacto que pueda tener en la reconstrucción del centro-derecha el posicionamiento de su formación. “Me pregunto con grave inquietud si el proceso iniciado conduce a la voladura de Vox o solo a la voladura de los puentes con los votantes de Vox”, apuntó este jueves en un nuevo vídeo subido al canal de de Youtube, que inauguró después de que Casado la relegase cesándola como portavoz del grupo parlamentario.
“Creo que este enfrentamiento es una mala noticia para la unidad del centro y la derecha, que es la única solución que tenemos para llegar al Gobierno alguna vez”, apunta Aguirre, que coincide con Álvarez de Toledo en el desconcierto que le genera el impacto que va a tener la hostilidad iniciada por el líder del PP.
Por su parte, el eurodiputado y exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, defiende que en la moción “lo que se estaba discutiendo es si Abascal era el personaje adecuado para liderar España” —apunta a elDiario.es— “en un momento en el que estamos sufriendo la mayor crisis sanitaria, económica y social, en la que vienen tiempos todavía más duros”. Su compañera de partido, la diputada Ana Vázquez Blanco ha defendido en el canal de Youtube Estado de Alarma que su negativa se ha producido porque la “moción se presentó para dar un sorpaso” al PP. “Venían a por nosotros”, dijo, para aclarar posteriormente que “si hubiera números para echar a Sánchez” la moción “ya la hubiese presentado Pablo Casado”.
Lassalle cree que el PP puede recuperar votantes moderados
Otros perfiles que han ocupado altos cargos en gobiernos populares, como es el caso de José María Lassalle, se desmarcan del pesimismo planteado por Aguirre o Vidal-Quadras. “Podría parecer a primera vista que [la ruptura iniciada por Casado desgasta] al PP porque el electorado más reaccionario se pasará a Vox definitivamente”, comienza destacando en conversación con elDiario.es. Lassalle, doctor en Derecho y secretario de Estado de Cultura durante el Ejecutivo de Mariano Rajoy, sin embargo, se aventura a dibujar un panorama diferente y anima a analizar “con luces más largas” el viraje del líder conservador: “El balance beneficia a los populares porque recuperará votantes moderados y centristas que se habían ido a la abstención”.
“Incluso con su negativa a Vox, puede ganar votos de Ciudadanos, que se ha visto muy fuera de juego y desdibujado completamente ante el discurso de Casado”, añade Lassalle. El exsecretario de Estado defiende que Casado optó por ese tono “porque si no lo hubiera hecho habría convertido a Abascal en el líder de la oposición al Gobierno y hubiera condenado al PP a hacer seguidismo definitivo de Vox”.
Para el periodista José Antonio Zarzalejos, exdirector del diario ABC y colaborador de El Confidencial, el cambio de rumbo que ha tomado Casado es “extraordinariamente positivo”. “Creo que hay una siguiente jugada, si Vox quiere romper los gobiernos autonómicos, que lo haga. Sería una forma de liberar a la derecha democrática de una compañía tóxica”, añade. Por ahora, Abascal ya ha anunciado que no va a poner en peligro las estabilidad de los gobiernos autonómicos del PP y Ciudadanos en Madrid, Murcia o Andalucía.