La salida de Marta Lois obliga a Sumar a remodelar el grupo parlamentario
La legislatura apenas ha arrancado pero Sumar ya ha tenido que afrontar una serie de vaivenes importantes en el Congreso. En menos de dos meses desde que se conformara el nuevo Gobierno el grupo parlamentario ha visto cómo los cinco diputados de Podemos se iban al Grupo Mixto después de múltiples tensiones internas, lo que le ha dejado con 26 escaños de los 31 que logró el 23J. Y en cuestión de semanas tendrá que buscar a una persona para sustituir a su principal portavoz, Marta Lois, que ya ha confirmado que dejará el cargo en las próximas semanas para centrarse en la campaña electoral a la Xunta de Galicia.
El nombramiento de Lois como candidata fue precipitado, después de que algunos perfiles como Martiño Noriega rechazaran la oferta de Sumar en los primeros compases de las negociaciones para una candidatura conjunta de la izquierda en Galicia. Descartado el exalcalde de Santiago y después de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confirmara el adelanto electoral al 18 de febrero, la actual portavoz de la coalición en el Congreso aceptó encabezar una lista que tiene el complicado trabajo de remontar el resultado que dejó Galicia en Común hace cuatro años, cuando se quedó sin diputados en el parlamento gallego.
La diputada cuenta con la proyección nacional que le ha otorgado estos meses la portavocía en el Congreso, un puesto que ya ha confirmado que abandonará en las próximas semanas. Ese hueco obliga a Sumar a reconfigurar el grupo parlamentario porque Lois no solo ejercía de voz principal del grupo en las ruedas de prensa y en los plenos, también desempeñaba una labor de coordinación entre los diferentes partidos de la coalición que, a partir de ahora, también quedará huérfana. Por eso, el núcleo de decisión de la coalición ya ha empezado a pensar en su relevo.
Yolanda Díaz encargó a Lois la portavocía principal de Sumar entre otras razones por la confianza que le profesa. En verano, cuando pensó en ella, ya parecía claro que habría una mayoría suficiente para formar un nuevo Gobierno progresista y que la líder de la coalición volvería a ocupar el Ministerio de Trabajo. Con esa perspectiva, necesitaba una suerte de mano derecha en el Congreso para liderar un grupo que se presumía difícil de coordinar desde el principio, tal y como se ha demostrado casi desde el primer minuto.
La elección de la portavocía del grupo es una prerrogativa que le corresponde a Movimiento Sumar, el partido instrumental que creó Yolanda Díaz para poder colocar en las listas a personas afines, de su propia cuota y no de la de otras formaciones como Izquierda Unida, Catalunya en Comú o Más Madrid. El acuerdo de coalición firmado para las elecciones del 23J establece que corresponderá a MS la designación del portavoz, así como de su suplente, pero no especifica que necesariamente esa persona tenga que pertenecer a ese partido, solo habla de la elección de la persona.
Es lógico, no obstante, que Díaz prefiera contar para ese puesto con una persona que le responda directamente, que forme parte de los diputados del partido que está empezando a articular. Después de las elecciones, ese grupo está formado por diez personas. Además de Díaz y Lois, forman parte de esa lista nombres con perfiles profesionales y académicos muy concretos: el diplomático Agustín Santos Maraver; Verónica Martínez, que fue directora general de Trabajo durante la pasada legislatura; el economista Carlos Martín; el exdirector de Salud Pública de Asturias Rafael Cofiño; y el profesor universitario Francisco Sierra.
También, tres personas que ya cuentan con responsabilidades dentro del grupo o desempeñan labores dentro del partido: Txema Guijarro, secretario general del grupo parlamentario y portavoz sustituto; Esther Gil, vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso; y Lander Martínez, que funciona en la práctica como el secretario de Organización de Movimiento Sumar.
A este grupo de diputados se unirá, salvo cambio de última hora, Manuel Lago, asesor de Díaz en el Ministerio. Lago, una persona del núcleo duro de la vicepresidenta segunda, fue como 'número dos' en las listas al Congreso por A Coruña. Sumar solo consiguió un escaño por esa provincia, el de Lois, que al renunciar al acta –lo hará después de las elecciones gallegas, pase lo que pase con el resultado– deja que corra la lista. Ese escaño es interesante porque si por diferentes motivos Lago no lo asumiese finalmente (o renunciase a lo largo de la legislatura), ese lugar pasaría a Borja San Ramón, coordinador de Podemos en Galicia.
Yolanda Díaz también puede buscar fuera de su núcleo duro de diputados. La única persona que ya ha desempeñado ese cargo con anterioridad es Íñigo Errejón (durante la primera etapa de Unidas Podemos en el Congreso), que además ya no cuenta con un partido propio después de que pusiera los territorios de Más País a disposición de Sumar, como contó este diario. El exdirigente de Podemos y Más Madrid está plenamente integrado ahora en el partido de la vicepresidenta segunda: forma parte de su ejecutiva y tiene el encargo de redactar el documento político para la futura asamblea constituyente, prevista para primavera.
La figura de Errejón dentro de Sumar presentaba de entrada algunas dificultades. El acercamiento de Yolanda Díaz al fundador de Podemos generó un gran malestar en su anterior partido, algo que lo descartó inicialmente para desempeñar un cargo así en el Congreso. Con los de Ione Belarra ya fuera del grupo ese argumento pierde fuerza, aunque su figura también genera rechazo en Izquierda Unida. Errejón fue uno de los principales detractores de la alianza con ese partido cuando Podemos vivía en la cúspide de su éxito, con 69 diputados tras las elecciones de diciembre de 2015.
Es lógico también que otros partidos intenten aprovechar el hueco que deja Lois para posicionarse dentro del grupo. Los comuns ya cuentan con una portavocía adjunta con Aina Vidal, que además sustituyó a Díaz en uno de los debates electorales del 23J. Su figura genera mucho más consenso en el grupo que el que puede suscitar Errejón, pero una decisión así desnivelaría los equilibrios entre los diferentes partidos dentro del grupo. También Compromís podría tratar de elevar a Águeda Micó de portavoz adjunta a portavoz principal, aunque esa decisión chocaría con el mismo problema que la opción de Vidal.
Un caso distinto es el de Izquierda Unida, que ya mostró su rechazo al reparto de portavocías adjuntas que diseñó Sumar al inicio de la legislatura: una para los comuns, otra para Compromís y una compartida entre Més y Chunta Aragonesista. Entonces, la formación que lidera Sira Rego aseguró que seguiría insistiendo para una fórmula alternativa para el reparto de esos cargos que les incluyese. Incluso llegó a formular una propuesta concreta en un borrador de reglamento interno del grupo, un reglamento que todavía se sigue discutiendo en el seno de la coalición.
En Sumar guardan silencio por el momento sobre esta decisión a la espera de reunir a la dirección del grupo la próxima semana. La coalición aprovechará que la Cámara Baja interrumpe su periodo de inactividad para aprobar la ley de amnistía para tener una reunión de grupo, aunque es posible que la decisión pueda demorarse todavía algunas semanas. El martes, de hecho, Lois seguirá ejerciendo sus funciones en la rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, y, aunque todavía no está cerrado, es probable que intervenga también desde la tribuna en el Pleno.
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