El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, afirmó hoy que la tropa salvadoreña que integra la fuerza de paz de la ONU en Líbano continuará con su “labor humanitaria” a pesar de la reciente muerte de uno de sus miembros.
Funes dijo lamentar la muerte del soldado José Manuel Cabrera Aquino, de 21 años, quien falleció el domingo y cuyo cadáver fue repatriado ayer martes a El Salvador.
“Lo lamentamos; como familia y como Gobierno expresamos nuestras condolencias a la familia del soldado”, pero “la Fuerza Armada estaba, sigue y seguirá realizando una labor humanitaria en Líbano”, declaró el gobernante salvadoreño a los periodistas.
Recordó que la presencia del contingente salvadoreño en la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) está avalada por la Asamblea Legislativa de El Salvador.
“Lamentablemente siempre ocurren este tipo de cosas. Lo mismo nos pasó cuando teníamos tropa en Irak”, añadió Funes.
Al menos cinco efectivos salvadoreños murieron en distintos hechos durante la permanencia, entre 2003 y 2009, de tropa de El Salvador en Irak como parte de la fuerza multinacional que lideraba Estados Unidos.
Funes indicó este miércoles que la familia del soldado que murió en Líbano recibirá ayuda gubernamental y a través del fondo de pensiones de la Fuerza Armada.
“El servicio que estaba dando este soldado que lamentablemente falleció, era un servicio que no tiene valor y, por lo tanto, hay que corresponder en base a la altura de la calidad humana de ese servicio”, subrayó.
Cabrera Aquino y el militar español Abel García Zambrano fallecieron el pasado domingo al sureste del Líbano al volcar el vehículo Lince que conducía este último durante una misión de la FINUL, en la que la tropa salvadoreña está bajo mando español.
En el accidente resultaron heridos otros tres militares salvadoreños, quienes fueron hospitalizados en Beirut, donde uno de ellos fue dado de alta hoy, mientras que los otros dos evolucionan favorablemente, informó a Efe una fuente militar española en la capital libanesa.
El Salvador forma parte de la fuerza de paz en Líbano desde junio de 2008 y desde ese año a la fecha unos 468 miembros de la Fuerza Armada salvadoreña han participado como Cascos Azules, integrados al contingente español, según fuentes oficiales salvadoreñas.