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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Sánchez acusa a Abascal de alentar el “odio y la frustración” y al PP de estar alineado con la extrema derecha

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha esperado a la intervención del candidato Ramón Tamames para ejercer su derecho a réplica durante el debate parlamentario de la moción de censura. Tras la intervención inicial del líder de Vox, Santiago Abascal, Sánchez ha subido a la tribuna de oradores para arremeter con dureza contra la ultraderecha y también contra el PP de Alberto Núñez Feijóo, a los que ha acusado de parecerse “como dos gotas de agua”.

“Lo que ustedes aportan a diferencia del PP es un plus de radicalidad”, ha dicho el presidente en su cuerpo a cuerpo con Abascal. Pedro Sánchez ha acusado a la ultraderecha de “señalar falsos culpables, alimentar el odio y la frustración” y ha reclamado al líder de Vox “un solo logro” de su partido. “No podrá hacerlo porque sencillamente no existe. Porque Vox es a la política española como la comida ultraprocesada a la dieta mediterránea. Discuros con palabras saturadas y mensajes perjudiciales para la salud democrática. Es el glutamato de la derecha, un potenciador del sabor extremo y radical”.

Durante gran parte de su intervención, el presidente del Gobierno se ha dedicado a asemejar a la ultraderecha al Partido Popular de un Alberto Núñez Feijóo ausente, al que ha dicho Sánchez que Vox va ganándole a la hora de imponer su agenda. “Tengo que reconocer aunque me duela que usted va ganando. En la anterior moción de censura subió a esta tribuna y salió trasquilado con un 'no' como una catedral. Entonces el PP tuvo un momento de lucidez, es verdad que breve. Pero ya los tiene mas cerca del sí”.

Pedro Sánchez se dirigió a Abascal para lamentar que “su delirante moción no se va a llevar los 298 votos en contra que merece porque el PP ha decidido abstenerse de este delirio que no le hace ni frío ni calor, le deja indiferente. No le va ni le viene”, ha dicho. Y ha advertido que “lo que va a hacer el PP con esta abstención es un pago en diferido, como se lleva en la casa, un anticipo de caja, pasando de un decente 'no' a una indecente abstención. Pero señorías del PP, tengan cuidado, porque este negocio es de los que dejan mancha, y, más pronto que tarde, la ultraderecha vendrá a exigirles un segundo pago, en diferido, para saldar las deudas”, ha dicho.

Tal y como habían adelantado desde el equipo del presidente, Pedro Sánchez ha confrontado el modelo de gestión de las derechas a la hoja de ruta del Ejecutivo de coalición. “Imaginemos por un momento que hubiera salido adelante la primera moción de Vox en plena pandemia o que la reclamación del PP se hubiera impuesto y hubiera habido elecciones anticipadas en 2020. ¿Cómo estaría hoy España”, se ha preguntado antes de enumerar algunas de las decisiones llevadas a cabo por su Gobierno.

“La pensión media sería de 975 euros en lugar de 1200, el SMI sería de 950, no de 130 euros más, la inversión en becas por debajo de los 2200 millones y no 2500. El crecimiento de la inversión educativa en más de 6 puntos, la aportación de 3500 millones a la hucha de las pensiones no se habría producido, no habríamos recuperado 13.000 efectivos de la Guardia Civil con los recortes del PP y no habrían aumentado su salario”, ha relatado.

Pedro Sánchez ha aseverado que, con el PP y Vox, “la España que hemos sido durante estos años no habría sido posible”. “Frente a la pandemia no habríamos contado con ese escudo social, tampoco las ayudas a los autónomos se hubieran producido. Y frente a la guerra en Ucrania no habríamos adoptado propuestas que están protegiendo a la clase trabajadora y los sectores afectados como los transportes, los agricultores, o la pesca. Un Gobierno de la derecha con la ultraderecha no se habría atrevido a plantar cara a Bruselas con el tope ibérico”.

“El señor Tamames es un señuelo para esconderse y presentar su infumable proyecto. Es el comodín que necesita el PP para llevarnos de vuelta al 2013”, ha añadido Sánchez, que ha advertido a Abascal: “No habrá marcha atrás en España: ni el dictador regresará a su mausoleo ni la sociedad va a retroceder a antes de lo que votaron hace tres años”.