Pedro Sánchez advierte de que los “enemigos” de Europa no solo se encuentran a partir de las fronteras de los estados miembros sino que también están “dentro”. En un discurso en el Ateneo de Madrid, el presidente ha avisado de los riesgos de apostar por fuerzas euroescépticas y de la extrema derecha, aunque no la ha mencionado expresamente, y ha asegurado que esas fuerzas están “unidas por sus odios”.
“En la Europa de 2019 han proliferado los grupos que defienden posturas parecidas a las que llevaron al Brexit. Esas fuerzas aparecen hoy como aliadas, y compartirán en el próximo Parlamento Europeo el mismo grupo. Pero en realidad sólo están unidas por sus odios. Nada más que por sus odios”, ha expresado Sánchez en su discurso.
“El próximo 26 de mayo elegimos entre una y otra Europa. Entre la que avanza o la que retrocede. Entre la que integra o excluye. Entre la que se une para ser más fuertes o la que se disgrega y es más débil. Entre la Europa que supo imaginar el mundo tal como debía ser y se puso a hacerlo realidad, o la Europa enfrentada, anticuada y ensimismada”, ha dicho el presidente en el acto, recogido en su agenda oficial de Moncloa, en una referencia velada a la extrema derecha de Vox.
La conferencia de Sánchez se ha producido dos días antes de que el Consejo Europeo aborde una posible petición de prórroga para el Brexit por parte de Reino Unido. En la línea de lo que plantea Bruselas, ha asegurado que tendrá que exponer “con qué fin” lo reclama y “por cuánto tiempo”: “Caminar dando círculos no es la solución”.
La UE considera que puede planteárselo si cae el Ejecutivo de Theresa May o si hay un nuevo referéndum. El Gobierno de Sánchez nunca ha querido mostrar una posición oficial sobre las posibles soluciones a la espera de una conjunta de la UE, aunque en una entrevista en Politico, el presidente admitió que si él fuera el jefe del Ejecutivo británico apostaría por una segunda consulta.
Sánchez ha asegurado que tras las votaciones en contra del acuerdo del Brexit en el Parlamento Británico “podemos concluir lo que el Reino Unido no quiere, pero no lo que el Reino Unido quiere”. “Tenemos un acuerdo de retirada que es el mejor posible, el único posible”, ha defendido Sánchez, para quien Reino Unido se anticipó al echar a “cara o cruz” su futuro. Bajo su punto de vista, debería haber apostado por una tercera “opción” que “no tuvo en cuenta” que fue abogar por quedarse en una “Europa mejor”.
El líder socialista ha asegurado que las organizaciones que formulaban planteamientos similares a los del Brexit los han hecho desaparecer de sus idearios: “Los partidos que llevaban en sus programas la salida de la Unión Europea han reformulado esa intención, a la vista de la catástrofe que supondría. Su antieuropeísmo ahora está embozado. Han aprendido a disimular. Porque saben que la ciudadanía europea no va a comprar tal argumento, porque intuyen que la unión hace la fuerza. Y la disgregación solo traería mayor incertidumbre y zozobra”.
Sánchez ha dicho que en contraposición con lo que plantean las formaciones euroescépticas se debe “proteger” a los ciudadanos europeos y ha enumerado cuál es su propuesta para el futuro de la UE a partir del 26 de mayo. Una de sus reclamaciones es la elaboración de un “verdadero Presupuesto con funciones anticíclicas que permitan a nuestras economías sortear mejor futuras crisis económicas”.
También apuesta por “consolidar la modernización y la transición digital y ecológica de la economía”, acabar con las “reformas” para la Unión Monetaria; impulsar el Seguro Europeo de Desempleo; adoptar una estrategia de igualdad de género; luchar contra el cambio climático y afrontar el “reto migratorio desde la perspectiva interior dando cobijo ordenado y solidario a aquellos inmigrantes que necesiten de Europa” y desde el punto de vista exterior “poner en primera línea de acción” la cooperación y la ayuda al desarrollo de África.