El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad” de las fuerzas políticas independentistas para traducir “la mayoría social salida de las urnas” en una mayoría parlamentaria que permita la configuración de un Gobierno progresista comprometido con la superación del conflicto político en Catalunya: “Un gobierno de coalición progresista para completar la superación de discordias pasadas”, ha dicho en referencia a la ley de amnistía que su Ejecutivo pretende afrontar y a la que no se ha referido en ningún momento de manera expresa.
Sánchez ha comparecido en el Palacio de la Moncloa tras ser designado por el rey como candidato a la investidura, una vez constatado el fracaso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. “La principal obligación de quienes pedimos el voto es formar un gobierno. Había dos opciones, un gobierno del PP con Vox o uno del PSOE con Sumar. Las urnas hicieron inviable un gobierno del PP con Vox. La investidura fallida confirmó eso, la soledad y la ausencia de una mayoría que avalara esa coalición de la derecha y la ultraderecha. Acepto el encargo de su majestad el rey con responsabilidad e ilusión”, ha dicho.
El líder de los socialistas ha anunciado que desde mañana miércoles iniciará una ronda de consultas con el conjunto de fuerzas políticas que tienen representación parlamentaria a excepción de Vox. Y que la primera cita de esa ronda será con su vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz.
“Vamos lógicamente a dirigirnos al PP, aunque no lo vamos a hacer para recabar su apoyo ni tampoco para, como hicieron ellos, apelar a la peor de las corrupciones, que es el transfuguismo. Voy a dirigirme a ellos para pedirles que cumplan con las leyes, que cumplan con la Constitución, que desbloqueen el gobierno de los jueces”, ha planteado.
“Convivencia entre los pueblos de España”
El presidente ha insistido en varias ocasiones durante su comparecencia en que esperará a que se desarrolle esa ronda con los grupos políticos, durante esta semana y la que viene, para salir a dar detalles del acuerdo político que negocia con los independentistas de Junts y ERC. O lo que es lo mismo, que la referencia y la defensa explícitas a la amnistía en la que se trabaja, de momento, tendrán que esperar.
Aun así, Pedro Sánchez ha dado algún paso más en su discurso hacia ese horizonte de la amnistía. El presidente en funciones ha sacado pecho del resultado político y social que tuvieron los indultos de los líderes independentistas que llevó a cabo su Ejecutivo, y a ha abierto la puerta a nuevas decisiones.
“Mi propósito va a ser continuar con esa hoja de ruta que es la convivencia y la concordia”, ha dicho antes de apostillar: “Confío en que podamos conformar un gobierno de coalición progresista para ampliar avances sociales y civiles y para preservar y perseverar en esa línea de convivencia y de concordia que comenzamos hace cuatro años. Para completar la superación de discordias pasadas”.
El referéndum, línea roja
Preguntado por los periodistas, el presidente del Gobierno ha vuelto a mostrarse contundente en su rechazo a ningún paso dirigido a la autodeterminación que reclamaron la semana pasada las fuerzas independentistas en el Parlament de Catalunya. “El marco será, como siempre que ha gobernado el PSOE, la Constitución”, ha repetido en varias ocasiones para argumentar que no se trata solo de un límite legal sino de principios de los socialistas.
“Hemos sido muy claros y no solo por los límites de la Constitución, sino por convicción política. Un referéndum es contrario a lo que he defendido siempre con mi palabra y con mi actuación. Los socialistas somos los del sí a la convivencia y a la reconciliación”, ha añadido.
En esa línea, Sánchez ha hecho un llamamiento al conjunto de fuerzas políticas para estar a la altura de lo que demanda la ciudadanía. “Este tiempo implica generosidad, compromiso, liderazgo. Es a lo que tenemos que ser convocados todos aquellos que queremos resolver un problema político como el que hemos sufrido”, ha apuntado.
Sobre ese conflicto político el líder del PSOE ha señalado el error que, a su juicio, sería intentar transitar por las sendas que llevaron a la fractura. “No hay nadie que se pueda sentir orgulloso. Fue una crisis que no trajo nada bueno, de la que nadie puede sentirse orgulloso, desde luego yo no me siento orgulloso. Y, desde entonces, lo que he hecho ha sido tratar de superar esa situación”. Y ha insistido, preguntado por la amnistía: “Un conflicto político tiene que resolverse desde la política y no en otros ámbitos”.
Antes de la comparecencia de Sánchez en la Moncloa, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, había acudido al Palacio de la Zarzuela para verse con el jefe del Estado una vez concluida la segunda ronda de consultas para buscar un nuevo candidato a la investidura. Tras la propuesta de Felipe VI, Armengol volvió al Congreso para dar cuenta de esa audiencia y oficializar que es el líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien ha recibido el encargo de intentar ser investido.
De aquí a su intento de investidura, Sánchez no solo afronta el reto de cerrar un acuerdo de enormes implicaciones políticas e incluso jurídicas, sino también de salir a explicar y defender el contenido de una ley de amnistía que a buen seguro contará con el rechazo de amplias capas de la sociedad, no solo conservadoras. Fuentes del Gobierno señalan que ese acuerdo está aún lejos de estar hecho y aseguran que aún deben trabajar “de manera intensa” a lo largo de las próximas semanas.
Según ha comentado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, la voluntad del Ejecutivo es conformar Gobierno “si se dan las circunstancias” para continuar la senda de trabajo que se ha llevado a cabo estos años. Y ha advertido de que la alternativa son elecciones, una posibilidad que no quiere “ni Sánchez ni tampoco la ciudadanía”, según ha dicho.
Rodríguez ha reiterado que “cuando llegue el momento” Sánchez abordará “con total transparencia” el eventual acuerdo de investidura y lo explicará a los ciudadanos. “También en los ámbitos internos de nuestra organización”, ha apostillado. Y ha reiterado el mensaje de “tranquilidad” a la ciudadanía porque los pasos que se dispone a dar el Gobierno estarán dentro del “respeto absoluto a la Constitución, para garantizar la convivencia”, ha señalado.