Sánchez avisa de que la “situación es grave”: “El Gobierno está preparado para tomar las medidas necesarias”
Pedro Sánchez advierte de que la situación de la pandemia es “grave” dado que se han duplicado los contagios respecto al peor día de la primera ola del coronavirus en España y ha reclamado la colaboración de todos para reducir la expansión de la enfermedad al mínimo y evitar así un nuevo confinamiento como el de primavera. Aún así, ha asegurado que España tiene “fortalezas” respecto a la primera oleada y ha aplaudido la colaboración del Gobierno con las comunidades autónomas. En concreto, se ha referido a las medidas adoptadas en el Consejo Interterritorial de Salud este jueves en el que se aprobó una guía de respuesta temprana que ha resumido en una comparecencia en Moncloa este mediodía. El presidente ha reconocido que las actuaciones contemplan en el último escenario la aplicación del estado de alarma, pero ha dejado en manos de las autonomías su solicitud. Lo que ha dejado claro es que el Ejecutivo está preparado para poner en marcha “las medidas que sean necesarias”.
Sánchez ha explicado que el plan se articula como un “semáforo” con distintos niveles de alerta en función de la expansión del virus en cada territorio y de otra serie de “marcadores”, como la ocupación hospitalaria o la incidencia en personas mayores de 65 años. Las restricciones que se impondrá en cada caso será proporcionales a la situación: desde limitaciones de aforo hasta la paralización de la actividad económica no esencial en el caso alto. “Cuando un territorio alcance el nivel de alerta 4, es decir, la alerta extrema, deberán adoptarse medidas excepcionales que podrán requerir también la activación de un instrumento constitucional que es el estado de alarma”, ha señalado. En todo caso, serán las comunidades las que tengan que tomar las decisiones.
“La decisión sobre las medidas a adoptar y el momento de su adopción será tomada por las comunidades y se pondrá en conocimiento del Ministerio de Sanidad antes de su implantación, que es lo que estamos viendo a lo largo y ancho de nuestro país”, ha afirmado Sánchez, que ha argumentado que se deben “adoptar las medidas necesarias para frenar los contagios causando el menor daño económico posible y las menores restricciones”. Lo que también ha dejado claro es que el Gobierno está preparado para tomar las medidas que sean necesarias, después de que Sanidad y las comunidades aplazaran la decisión sobre el toque de queda, que algunas autonomías ya han anunciado, entre ellas la Comunidad Valenciana o Castilla y León.
El debate sobre el toque de queda se prolonga desde principios de semana , cuando la Comunidad de Madrid abrió la puerta a su activación. El Gobierno se mostró dispuesto a llevarlo a cabo, pero ha dejado la pelota sobre las autonomías para que lo soliciten y sobre todo del PP, al que emplazó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, a que dejara claro si apoyaría esa medida que, a su juicio, exige decretar el estado de alarma. España se encuentra en cómputo general en el nivel elevado de alerta, con una incidencia de 348 casos por 100.000 habitantes, según ha descrito Sánchez, que ha marcado el objetivo de reducir la incidencia a menos de 25 casos por 100.000 habitantes. “Tenemos mucho camino por recorrer”, ha aseverado.
Colaboración para evitar un confinamiento domiciliario
“Las próximas semanas y meses serán muy duros. Contamos con la experiencia de haber doblegado la curva una vez. Y podemos lograrlo otra vez con menores sacrificios. Quiero ser también muy claro: queremos y debemos evitar a toda costa recurrir a un nuevo confinamiento domiciliario como el que vivimos durante semanas en primavera”, ha avisado el presidente, que ha vuelto a apelar a la necesaria “unidad” entre administraciones -españolas y europeas-, política y también ciudadana. “Debemos actuar con determinación, con la máxima disciplina social y la necesaria e imprescindible unidad”, ha afirmado.
“La situación no es comparable a la del 14 de marzo, cuando nos vimos obligados a decretar un confinamiento domiciliario general -ha dicho Sánchez, que considera, no obstante, que España está mejor preparada que entonces porque se hacen más pruebas, tiene más material y más conocimiento social sobre el virus-. Y lo que queremos evitar justamente es llegar a ese punto por las consecuencias que tiene esa medida sobre la vida social y el impacto económico”. “Hemos de conseguir en esta segunda ola detener la transmisión del virus sin detener la vida. Podemos y debemos hacerlo”, ha pedido.
Como hizo en los peores momentos del confinamiento de la primavera, Sánchez ha interpelado directamente a los ciudadanos, a los que ha reclamado resistencia y “sacrificios”, aunque ha dejado claro que si se cumplen las normas serán “menores” que el cierre total de hace unos meses. Así, ha reclamado que se limiten voluntariamente los desplazamientos y encuentros que no sean imprescindibles más allá de las restricciones que imponen las instituciones públicas para “salvar vidas, empleos y empresas”. “Para contener los contagios hay que reducir la movilidad y los contactos entre personas. No hay otra solución. No hay otra alternativa”, ha enfatizado. “Necesitamos hacer un paréntesis para salvar vidas y defender la salud de todos”, ha expresado el presidente, que ha recordado que el virus se transmite entre personas por lo que ha insistido en reducir los contactos, aunque sea entre familiares: “También pueden contagiarse entre sí”.
A pesar de la gravedad de la situación que Sánchez ha narrado con toda la “crudeza” -tres millones de personas en España han sufrido el coronavirus, según ha expresado-, ha querido enviar un mensaje de esperanza al asegurar que se superará la segunda oleada al igual que se hizo con la primera: “Falta menos tiempo para que la nueva normalidad pase a ser la normalidad a secas”.
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