La atención primaria para la desescalada será decisiva. Es una de las reflexiones del Comité Científico que asesora al Gobierno y que Pedro Sánchez ha trasladado a los presidentes autonómicos durante la videollamada de este domingo, la sexta Conferencia de Presidentes que se celebra desde el estallido de la crisis de la COVID-19. Sánchez les ha explicado que es necesario “reforzar el diagnóstico, el seguimiento, y la vigilancia de todos los casos, también de los leves”. De ahí que les haya pedido que uno de los compromisos políticos que salgan de la videoconferencia sea también el de la atención primaria. No obstante, Iñigo Urkullu y Quim Torra han pedido al Gobierno que sean las comunidades las que gestionen el desconfinamiento gradual en los respectivos territorios. Pero el presidente les ha dejado claro que el Ministerio de Sanidad dirigirá la estrategia de desescalada para la que el Ejecutivo cuenta con varios grupos de trabajo que coordina la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera.
Ha enfatizado que la atención primaria será clave en el proceso de desconfinamiento que comenzará a partir del 10 de mayo. A juicio del Gobierno hay cuatro puntos clave a juicio del Gobierno. En primer lugar asegurar la detección precoz y la capacidad diagnóstica para los casos detectados en atención primaria. Segundo, asegurar el aislamiento de estos casos. Tercero, garantizar que los sistemas de información permiten una monitorización estrecha de esos casos. Y cuarto, garantizar la localización y seguimiento de los contactos de los casos.
Sánchez explicó que no solo “vamos a tener que mirar parámetros y datos que se han convertido en habituales a lo largo de estos estas semanas que llevamos de Estado alarma cómo es el número de nuevos casos confirmados, número de hospitalizados, número lógicamente de fallecidos y recuperados o número de UCIS, si no también incorporar al cuadro de mandos para saber evaluar las escaladas que podamos ir realizando en los territorios la detección precoz de los casos que podamos tener en cada una de las localidades”.
“Me consta -afirmó- que muchos de vosotros ya estáis reforzando la atención primaria, pero tengo que deciros que desde el punto de vista de la administración central, del Gobierno de España, será uno de los elementos fundamentales para definir y decidir qué desescalada se hace en cada uno de los territorios”.
En la rueda de prensa posterior, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, explicó que la atención primaria tendrá un papel esencial en la fase de transición“ a la normalidad en dos cuestiones básicas: la ”detección precoz de casos“ de personas que pueden estar contagiadas de COVID-19 y también de los ”casos leves que tengan que ser sometidos a aislamiento en sus domicilios u otras instalaciones“.
Desescalada en función de capacidades sanitarias
El presidente ha asegurado que su voluntad es compartir la estrategia de desescalada con las autonomías y ha explicado que el proceso no tendrá tanto que ver con el número de contagiados sino sobre todo con las capacidades sanitarias o la provisión del material sanitario.
Sánchez también se ha referido al desfase de cifras de contagiados y fallecidos que se ha producido en los últimos días por las distintas fórmulas empleadas por las comunidades y ha recalcado que esos datos serán ahora aún más importantes, que tendrán que ser “más refinados” si cabe, para definir la “desescalada”. Así, les ha recordado que se debe diferenciar “claramente” los casos positivos confirmados por prueba diagnóstica de PCR y los que se han contabilizado tras pruebas de test de anticuerpos o rápidos “indicando en este caso si presentaban síntomas o no”. “Esto es muy importante para la consistencia de los datos y los estudios que venimos realizando desde hace ya semanas”, les ha dicho a los presidentes.
En su última intervención, Sánchez ha reiterado que aún hay comunidades que dan los datos al Ministerio de Sanidad y les ha pedido que den al orden a sus consejeros para que lo hagan siguiendo las instrucciones dadas por el Gobierno.
14.000 millones extra de liquidez para las comunidades
El presidente se ha referido después a varias de las reclamaciones que han hecho en las últimas semanas los jefes de los ejecutivos autonómicos. Por un lado, les ha anunciado que dispondrán de 14.000 millones extra de liquidez para que puedan hacer frente a la crisis que ha provocado la pandemia de la COVID-19.
El jefe del Ejecutivo ha explicado que el Gobierno aportará “la mayor cifra jamás registrada para las comunidades”. Incluyendo todos los conceptos, la cifra alcanza los 115.887,2 millones de euros, frente a los 107.980,4 de 2019. Por un lado está la actualización de las entregas a cuenta, que son más de 2.800 millones, de las que el segundo plazo del 50% se abonará la semana que viene. También está en tramitación el adelanto del 50% de la liquidación del sistema de financiación, que se percibe el julio, hasta los 5.500 millones.
Aparte, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos aprobó el reparto del segundo trimestre del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y del Fondo de Facilidad Financiera, 2.365,75 millones y también está previsto tramitar el FLA extraordinario (por el desfase entre el déficit de 2019 y el objetivo fijado), que supondrá otros 5.500 millones que el Gobierno “facilitará”.
Ha trasladado, por último, los datos actualizados del reparto de material sanitario y de protección, que asciende a 97 millones de unidades, unas compras que han supuesto un desembolso de 939 millones de euros. En concreto, 63 millones de mascarillas, más de dos millones de kits de diagnóstico rápido, casi treinta millones de guantes de nitrilo o más de 2.000 respiradores no invasivos. Entre el 18 y el 19 de abril, el Ejecutivo ha repartido casi once millones y medio de mascarillas, 125.000 batas impermeables y veinte respiradores invasivos. Además, ha recordado que los PCR se han duplicado -se realizan entre 40.000 y 47.000 diarios-. Hasta el 13 de abril se habían hecho en términos agregados 930.000 test.
Sánchez ha reclamado a los gobiernos autonómicos que haya un acuerdo para el fin del curso escolar después de que varias comunidades, entre ellas Madrid, Euskadi o Murcia, se descolgaran del pacto alcanzado por el Ministerio de Educación y los consejeros. “El consenso alcanzado el pasado miércoles permite algo imprescindible en esta situación, y es que cada alumno sea considerado y evaluado como un caso propio, y que esa evaluación se realice de forma consensuada por todo el equipo docente -ha defendido-. Se trata de una solución lo suficientemente flexible como para ser desarrollada por cada administración autonómica de la forma en que mejor se adecue a la realidad de su territorio”.
El tono de los presidentes autonómicos se ha rebajado con respecto a citas anteriores, según fuentes presentes en la videoconferencia. No obstante, se han mantenido reivindicaciones. En esta ocasión, Torra y Urkullu han planteado que sean los gobiernos autonómicos los que se hagan cargo de la estrategia de desescalada en sus respectivos territorios -Sánchez expuso este sábado que el desconfinamiento será progresivo y por zonas no necesariamente demarcadas por las fronteras provinciales o autonómica-. El president de la Generalitat ha defendido que “cada territorio requiere de respuestas específicas y adaptadas a su realidad”.
EL presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió el estudio epidemiológico que prepara el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y garantizó que los resultados “serán compartidos con el Gobierno”. Lo hizo, a pesar de que el sábado el presidente Sánchez le pidió “con todo el respeto” que dejase al Estado hacer su análisis de prevalencia serológica. Hizo también un repaso de la situación de emergencia sanitaria en la Comunidad, donde el plan de contingencia, ha explicado, ha bajado de la fase III a la fase II después de reducirse en un 75 por ciento el número de nuevos contagios desde que se produjo el pico de la pandemia. El andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla pidió que fuese Andalucía la primera Comunidad en aplicar el desconfinamiento.
El valenciano Ximo Puig defendió, por su parte, que tiene que haber unas “bases comunes” para la desescalada porque la unidad de acción ha resultado positiva, si bien explicó que es absolutamente imperativo superar el periodo de confinamiento (haciendo compatible actividad económica y seguridad) y que ha de ser un “sistema de apertura y cierre dinámico” para evitar los rebrotes que ha habido en otros países. Así, propuso que el sistema siga con la protección de la población de riesgo y que se desplieguen medidas quirúrgicas ante la diversidad de espacios pequeños.
El castellano-manchego Emiliano García Page apoyó, por su parte, los grandes ejes del acuerdo para la reconstrucción nacional anunciado por el presidente el sábado porque la “inmensa mayoría de la sociedad española está gritando en silencio unidad”. Sobre la estrategia de desescalada, defendió la especificidad de cada territorio, si bien pidió mucha coordinación con el Gobierno de España y mucho diálogo entre Comunidades. Y luego se interesó por conocer los detalles de cómo será, con la desescalada, la convivencia con el virus, al tiempo que defendió la creación de espacios específicos en los propios centros sanitarios. Por último, abogó para aprovechar el debate sobre la renta mínima para “clarificar, converger y ganar en cohesión. Es lo mismo que le decimos como país a Europa”.
El asturiano Adrián Barbón aplaudió el desconfinamiento asimétrico y reveló que se están estudiando otras medidas como las salidas para hacer deporte o “ir a atender la huerta”, pero ha reconocido que están en una fase “muy inicial”. “Habrá que ir pautando las salidas para hacer ejercicio individualmente al aire libre”, ha asegurado la presidenta navarra, María Chivite, que ha asegurado que la comunidad foral está en “condiciones de afrontar la desescalada”, que tendrá que basarse, según ha explicado, en los criterios epidemiológicos, la capacidad del sistema sanitario y la capacidad de vigilancia, seguimiento, control e información de los casos de contagio.
Ayuso matiza su posición sobre la renta mínima
La última en intervenir fue la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que por cuarta semana consecutiva fue incapaz de hacer funcionar el audio de su ordenador y dio lugar a todo tipo de chanzas de sus homólogos. El presidente llegó a proponerle irónicamente que la próxima cita se traslade a La Moncloa y luego pidió a los servicios técnicos si era posible escucharla aunque fuera por teléfono móvil. Solventado el problema técnico, Ayuso arrancó con un rotundo rechazo al aprobado general, que no se ha plantado en ningún foro educativo, porque eso seria “dar por perdida una generación de alumnos”. Luego, matizó su posición sobre la renta mínima y, tras defender el día anterior su oposición, dice ahora que está a favor. “¡Sólo faltaba!, pero ha de ser una palanca para el empleo y no para cronificar el desempleo”. Finalmente, propuso q las reuniones de presidentes se hicieran en la Comisión General de las Autonomías del Senado y allí hacer un Pacto de Estado “claro y transparente” que daría “una imagen de unidad”.
Sánchez cerró el turno, pasadas las dos de la tarde, agradeció el tono y las aportaciones de todos los presidentes autonómicos y explicó que ahora que hay producción nacional de material sanitario se podrán fijar los precios. “Estamos viendo la luz, pero nos queda una lenta desescalada. No podemos bajar la guardia. Una segunda oleada sería muy difícil para personal sanitario”, concluyó, el presidente, que pidió cautela en sus afirmaciones a los jefes de los ejecutivos regionales porque aún se va a requerir tiempo hacia una “lenta” vuelta a la nueva normalidad.