La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Sánchez confía en que la coalición llegue unida a las generales para enviar una “buena señal” al electorado de izquierdas

Irene Castro

Mostar (Bosnia y Herzegovina) —

0

Pedro Sánchez quiere que el Gobierno de coalición llegue unido a las generales de 2023. El líder socialista considera que enviaría un buen mensaje al electorado de izquierdas en un momento en el que apunta a la desmovilización frente a una derecha que se aglutina en torno al PP. El presidente asume que Alberto Núñez Feijóo goza ahora de ventaja y que, como pronostican todas las encuestas estaría ahora en primera posición, pero confía en darle “la vuelta” a esos sondeos. La esperanza la tiene ya en las municipales y autonómicas de mayo, que serán la antesala de los comicios nacionales de diciembre del próximo año y a los que da por hecho que Yolanda Díaz se presentará liderando el espacio a la izquierda del PSOE. 

No está en los planes de Sánchez una ruptura del bipartito en lo que le queda de mandato, que era un escenario plausible ante una situación inédita en la política nacional en la que nunca se había dado un Gobierno de coalición. Sin embargo, el presidente sostiene que es beneficioso de cara al electorado progresista que PSOE y Unidas Podemos conserven el acuerdo hasta el final. “Es bueno que el Gobierno llegue unido al final de la legislatura. Es una buena señal para el futuro porque significa que dos fuerzas de izquierdas se entienden”, explicó en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en la gira por los Balcanes Occidentales que ha realizado para apoyar la entrada de esos países en la UE. 

En las filas socialistas llevan tiempo descartando, además, una ruptura de la coalición. Por un lado, consideran que penalizaría electoralmente a la parte a la que se le atribuyera la decisión por lo que siempre han sostenido que Sánchez no daría ese paso. Por otro lado, daban por hecho que el socio minoritario, que ha ido mermando sus resultados electorales, quedaría desdibujado en el Parlamento. La idea que sostienen los socialistas es que Yolanda Díaz necesita la vicepresidencia y Podemos la visibilidad del Gobierno para impulsar sus posibilidades electorales. 

Lo que Sánchez también da por seguro es que la responsable de Trabajo liderará el espacio a la izquierda del PSOE en las generales, pese a que la vicepresidenta ya ha avanzado que su proyecto Sumar no estará listo para las municipales y autonómicas. “No me cabe ninguna duda de que llegará a las elecciones”, expresó el presidente que reconoce que sus expectativas de permanecer en Moncloa dependen en gran medida de que sus socios obtengan un buen resultado. 

Confía en la unidad a su izquierda

En lo que no quiere entrar es en las desavenencias existentes en Unidas Podemos, que atribuye a la toma de posiciones previa a la negociación dentro de ese espacio y a que se tienen que encajar las piezas tras la salida de Pablo Iglesias. No obstante, cree que sus socios sortearán los conflictos y que Podemos formará parte de una única plataforma para las generales. 

En la rueda de prensa de balance del curso político del pasado viernes, el presidente descartó una nueva remodelación del Gobierno. En todo caso, tocar los puestos que corresponden al socio minoritario en el Consejo de Ministros sería una decisión que tendría que aceptar el grupo confederal. “Estoy muy a gusto, muy satisfecho, con el trabajo que hace el Consejo de Ministros”, respondió. 

“Empatizo con un Gobierno que ha vivido situaciones extremas. Su trabajo es bastante positivo”, reconoció en una parada en Mostar (Bosnia y Hergovina). En su hoja de servicios, además de enfrentar la pandemia y las consecuencias de la guerra que han marcado la complejidad del mandato de Sánchez, enumera 150 proyectos legislativos, además de dos presupuestos “en tiempo y forma” y medidas “muy profundas” como la reforma laboral, el sistema de pensiones o la ley educativa. “Lo importante es que este Gobierno gobierna para proteger a las clases medias trabajadoras y para transformar España”, señalan en la Moncloa. 

El próximo test para la salud de la coalición será la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En la charla con los periodistas, Sánchez dio por hecho que las cuentas públicas saldrán adelante con los socios habituales. Una vez recompuesta la relación con ERC tras el escándalo del espionaje a líderes independentistas, en el Gobierno dan por zanjada esa crisis y sostienen que los republicanos catalanes no tienen ninguna razón añadida a las posiciones tradicionales para rechazar el proyecto presupuestario para el que el Ejecutivo ha dado ya los primeros pasos con la aprobación del techo de gasto, que vuelve a marcar un récord para las posibilidades de inversión pública

“Estabilidad” y relajación de la inflación a partir de septiembre

Sánchez destaca, además, la importancia de que su llegada a Moncloa haya logrado recuperar la “estabilidad” institucional tras años en los que España estuvo sin presupuestos y que el bloqueo parlamentario se convirtió la tónica habitual en un país en el que, hasta entonces, no se habían repetido nunca las elecciones. “Una legislatura de cuatro años acabaría con la crisis de gobernabilidad en la que el PP metió a España en 2015”, argumentan en Moncloa. 

Aunque en el Gobierno dan por hecho que el invierno será complicado para Europa, también pronostican que la inflación que ha marcado un récord situándose en el 10,8% el pasado mes empezará a relajarse a partir de septiembre. En ese marco, Sánchez que tiene margen para recuperarse de cara a las elecciones municipales y autonómicas en buena medida también por el tirón de los presidentes y alcaldes socialistas que considera que, como en el caso de los liderazgos del PP en la Comunidad de Madrid, Castilla y León o Andalucía, se han “consolidado”. “Vamos a trabajar por darle la vuelta a esas encuestas”, dijo Sánchez en la última rueda de prensa en la que aseguró que lo haría “sin caer en euforias” pero sin entrar en el “catastrofismo” en el que sitúa al PP.