El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha mostrado este miércoles su sorpresa por la existencia de voces en el PP que piden que se repitan las elecciones a menos de una semana de que su líder intente la investidura en el Congreso. “Me parece sorprendente que una líder del PP, antes de la investidura, ya esté pidiendo elecciones generales”, ha dicho en referencia a Isabel Díaz Ayuso durante una comparecencia ante la prensa previa a la asamblea general de la ONU. “No confían ni en su propio candidato. Ni el propio PP se está tomando en serio la investidura del señor Feijóo”, ha señalado.
Durante esa comparecencia en la sede de la Misión Permanente Española ante las Naciones Unidas, Sánchez ha evitado cualquier detalle sobre su propia investidura y ha emplazado a los medios a esperar al intento de Alberto Núñez Feijóo para, una vez se confirme el fracaso del líder del PP, entonces sí tomar ya la iniciativa política.
“Es el momento del señor Feijóo para que presente cuál es su propuesta para los próximos cuatro años. Si fracasa, como dan por hecho en su propio partido, espero que el jefe del estado haga otra ronda de contactos y yo pueda ser designado candidato. Y ahí hablaré con total franqueza”, ha asegurado.
Sánchez promete ser “coherente con lo hecho en Catalunya”
El presidente del Gobierno en funciones insiste en poner en segundo plano su posible investidura hasta que se formalice el fracaso del líder del PP. Sin embargo, sí que se ha pronunciado sobre el conflicto en Catalunya: “La crisis política nunca tuvo que derivar en la justicia”, ha señalado Sánchez, que considera que “lo hecho desde entonces es tratar de devolver a la política lo que nunca tuvo que salir de la política”.
El líder de los socialistas no ha aportado más pistas sobre cómo se concretarán los acuerdos necesarios con los grupos independentistas catalanes, aunque ha puntualizado que será “coherente” con lo hecho hasta ahora en materia territorial. “Los ciudadanos han dicho sí a la política del reencuentro emprendida por el gobierno en los últimos cuatro años. El objetivo será el progreso y la convivencia, el método será el diálogo y el marco es la constitución. Cuando digo que voy a ser coherente con la política de normalización que he hecho en Catalunya, estoy diciendo mucho”.
El presidente ha hecho balance de su hoja de ruta en la región para desterrar los fantasmas de que la unidad de España corre peligro: “Tomamos las riendas de este país en 2018 con una sociedad que estaba traumatizada por un desgarro y una crisis institucional y constitucional como no se había vivido en 40 años y los resultados son visibles y nos avalan. La ciudadanía ha dicho sí a la política del reencuentro con decisiones arriesgadas y, a veces, hasta incomprendidas”, ha dicho.