Pedro Sánchez se compromete a que la reforma de la ley del 'solo sí es sí' registrada por el PSOE frene la revisión de las condenas que ya ha supuesto beneficios penales para varios centenares de agresores sexuales. Durante una reunión con los grupos parlamentarios socialistas del Congreso y el Senado, el presidente del Gobierno ha querido ensalzar la ley de libertad sexual, a la que ha definido como un avance para los derechos de las mujeres. “Es una ley que sitúa en el centro el consentimiento explícito. Es una buena ley que supone un avance neto en los avances de los derechos de las mujeres. Por eso pocos propugnan la vuelta atrás”, ha defendido.
Sin embargo, ha reconocido los problemas que la aplicación de ese texto legal está suponiendo en muchos casos. “Digo efectos indeseados y me quedo corto. Porque nadie, ni el Ejecutivo ni los grupos parlamentarios que la apoyaron tuvimos como objetivo que se rebajara ninguna condena a ningún agresor”, ha dicho.
El presidente ha planteado que, ante esa situación, la pregunta es qué puede hacer el Gobierno para paliarla. “Y la respuesta es clara: utilizar el diálogo pero resolver el problema”, ha asegurado entre aplausos de los grupos parlamentarios socialistas. Sánchez ha defendido la reforma de su partido asegurando que su Gobierno se limita a hacer “lo que es de sentido común, lo que es correcto”, que a su juicio es compatibilizar el valor de la ley con la corrección planteada por el ministerio de Justicia. “Vamos a defender el gran avance que supone la ley y también a corregir el problema para que en el futuro no se vuelva a producir ninguna rebaja de condenas”.
Antes, durante una entrevista en la Cadena SER, la ministra de Justicia también había asegurado que la reforma legal que pretende aplicar el PSOE a la ley del 'solo sí es sí' garantizará que no se rebajen de ahora en adelante las condenas a agresores sexuales en los nuevos casos juzgados, advirtiendo de que el resto de revisiones son inevitables. “Va a seguir habiendo revisiones de condena tras la reforma de la ley del solo si es si. Nosotros estamos poniendo un freno a los desajustes penológicos de aquí en adelante”, ha explicado.
Aunque, igual que el presidente, ha vuelto a defender el conjunto de la norma impulsada en su día desde el ministerio de Igualdad, Pilar Llop se ha mostrado muy crítica con las nuevas horquillas de penas que establece la nueva ley, clave en su opinión para que se haya abierto la puerta a los beneficios penales a cientos de agresores. “No es de recibo que con esta ley se haya producido una bajada de penas en donde en nuestro país salga más barato agredir sexualmente a una mujer con violencia que robar”, ha dicho.
En esa misma entrevista, la ministra ha defendido que su propuesta de reforma garantiza el respeto al consentimiento como eje de actuación a pesar de recuperar los conceptos de violencia e intimidación para sustentar la subida de las penas. Aunque ha llegado a afirmar que “con una herida basta” para demostrar violencia en los casos de agresión sexual.
En Unidas Podemos consideran que estas palabras de Llop confirman su tesis de que la reforma de los socialistas modifica el corazón de la ley por afectar, en su opinión, a la base del consentimiento. En una entrevista en Catalunya Ràdio, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, le ha respondido que precisamente es “ahí a donde no quieren volver”.
“Hay una discrepancia fuerte que tiene que ver con qué queremos y de qué manera queremos que se proteja en el Código Penal la libertad sexual de las mujeres. Para sostener si hubo violencia no basta decir con ‘ah, me empujó’ sino que tiene que probarse. Es ahí a donde no queremos volver. La ministra [Llop] lo ha dicho con claridad: si se puede probar la violencia ya no es necesario probar el consentimiento. No es confusión, es discrepancia política”, ha explicado la dirigente de Podemos, que ha considerado que la sociedad está retrocediendo a los días posteriores a la sentencia de La Manada, cuando las mujeres salieron al grito de “hermana, yo sí te creo”. “Es el mismo argumento”, ha insistido.
La reforma, en manos del PP
Tras constatar la falta de acuerdo con Unidas Podemos, que considera que la reforma propuesta por Justicia atenta directamente contra el núcleo de la norma al alterar la base del consentimiento, el PSOE intenta ahora desmarcarse de la dependencia parlamentaria del PP para sacar adelante la norma. En su intervención de este martes en el Congreso, Pedro Sánchez ha vuelto a arremeter contra los de Núñez Feijóo, a los que ha dedicado varios minutos de su discurso para acusar a la derecha de “no tener proyecto, estar dividida, frustrada, vacía de ideas y rebosante de insultos”.
El socio minoritario del Gobierno considera que la única posibilidad para que haya un acuerdo es que el PSOE mantenga el consentimiento en el centro, esto es, según entienden, que no se creen dos subtipos penales para diferenciar las penas en caso de que haya violencia o intimidación. “Ojalá se recupere el consentimiento y no se vuelva al modelo anterior [del Código Penal] que plantea el PSOE. Si acepta respetar el consentimiento y evitar que se vuelva al calvario probatorio del modelo anterior entonces podemos hablar”, ha dicho, para precisar que “a día de hoy” parece que los únicos que apoyan ese escenario son los diputados del Partido Popular. Un poco más optimista se ha mostrado el presidente de su grupo parlamentario, Jaume Asens, que ha sostenido que las posiciones no están tan alejadas y hay “margen para el acuerdo”.