Sánchez dice que el CNI actuó en el marco de la ley y emplaza a ERC a volver al diálogo ante la crisis del espionaje

Irene Castro

27 de abril de 2022 09:25 h

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Era la primera vez que Pedro Sánchez se pronunciaba públicamente sobre el espionaje a unas 65 personas vinculadas al soberanismo catalán y vasco, entre ellos el president de la Generalitat, Pere Aragonés, pero también abogados o activistas, y había una cierta expectación sobre si anunciaría un nuevo gesto que atraiga a ERC, que amenaza con retirar su apoyo a la coalición. Pero el presidente se limitó a prometer la voluntad del Gobierno para “esclarecer los hechos” y se mostró convencido de que el CNI -al que todo el mundo apunta en la utilización del sistema Pegasus en la vigilancia a esas personas- actuó en el marco de la ley. En la sesión de control al Gobierno, también aprovechó para tender la mano a los republicanos para retomar el diálogo mientras que su portavoz, Gabriel Rufián, empujaba al PSOE a buscar el apoyo del PP 24 horas antes de que se vote el decreto del plan de choque contra los efectos de la guerra. “De momento pídale el teléfono al señor Casero”, dijo Rufián en referencia al diputado conservador que se equivocó en la votación de la reforma laboral permitiendo que saliera adelante.

“Estamos hablando de un tema serio. El Gobierno ha manifestado su voluntad de esclarecer los hechos y hacerlo con transparencia, rendición de cuentas y ateniéndonos a la legalidad”, han sido las primeras palabras de Sánchez sobre el espionaje. Justo después ha recordado que toda la legislatura el Gobierno ha mostrado una “firme voluntad con el diálogo”: “Eso es lo que le pediría que reconstruyéramos esa confianza y retomáramos lo que ha hecho posible ese reencuentro en Catalunya”.

“Por supuesto que el Estado ha espiado, espía y espiará de forma alegal. Lo sé porque me lo han dicho sus cargos de Interior y los cargos de interior en los últimos 40 años en tres comisiones de investigación [ha comenzado Rufián en referencia a las pesquisas parlamentarias sobre la Operación Kitchen]. La pregunta no es si se ha espiado, se espía o se espiará; la pregunta es si esta vez ustedes lo ordenaron. Y si lo ordenaron es terriblemente grave, pero si no lo ordenaron es aún más terriblemente grave porque significa que ustedes no han limpiado las cloacas y cuando no se limpian las cloacas se llenan de ratas y las ratas se lo comen todo”. Rufián advirtió al presidente de que “tiene una alternativa” a la mayoría de la investidura: “El PP que es de centro, de centro penitenciario”. Entre murmullos de la bancada conservadora, el portavoz de ERC emplazó al presidente a que se lo dejen claro a sus votantes y defendió el diálogo, aunque dejó claro que las relaciones con el Gobierno están bajo mínimos, como también ha advertido el Govern: “Nuestra apuesta por la palabra, el diálogo y la negociación es granítica porque la palabra es la ideología de los normales, de los más frente a los menos, pero de momento pídale el teléfono al señor Casero”. 

“Vamos a rendir cuentas”, ha prometido Sánchez en su respuesta en la que ha recordado las propuestas que el Gobierno ha hecho a la Generalitat y que por el momento son insuficientes para los aliados parlamentarios de la coalición: un “control interno” en el CNI, una investigación del Defensor del Pueblo que Sánchez ha asegurado que “no tiene precedentes”, el desbloqueo de la comisión de gastos reservados para “compartir de manera plural esa información” y la desclasificación de documentación si la requiere la Justicia. No obstante, el presidente ha asegurado que “todo lo que se ha hecho por parte del CNI es ateniéndose escrupulosa y rigurosamente a la ley”.

También la ministra de Defensa, Margarita Robles, de quien dependen orgánicamente los servicios de inteligencia ha defendido su actuación y se ha mostrado convencida de que en la comisión parlamentaria “salga todo” sobre el espionaje: “Y a lo mejor los que ahora dan lecciones se tendrán que callar”, informa Iñigo Aduriz. Esa fórmula no convence a los aliados del Ejecutivo, como ha dejado claro el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que ha dicho que “en la comisión de secretos no se va a solventar nada” por lo que ha emplazado al Gobierno a permitir una comisión de investigación y a desclasificar los documentos.

Rufián amenaza con rechazar el plan de choque

El 'cara a cara' de Sánchez y Rufián comenzaba, eso sí, con un momento irónico después de que el presidente se refiriera al portavoz de ERC como “Abascal”, con quien había tenido el duelo dialéctico justo antes. “Hay lapsus imperdonables este lo es”, se disculpaba el presidente con cierta sorna antes de retomar el tema que ha reconocido que es “serio”. “Que me espíen, vale; pero que me llamen Abascal ya me fastidia”, ha bromeado Rufián al tomar la palabra.

El Gobierno se ha visto forzado a anunciar medidas sobre el espionaje ante la magnitud política que ha cogido el asunto después de la Generalitat haya decidido “restringir al mínimo” la relación con el Ejecutivo central y que ERC y EH Bildu hayan amenazado con retirar el apoyo al Gobierno. El primer test de la gravedad de la situación será este jueves en la votación del decreto del plan de choque contra los efectos de la guerra en Ucrania. Hace unas semanas en Moncloa daban por hecho que saldría adelante sin necesidad de tramitarlo como proyecto de ley para incluir cambios, pero ahora está en el aire y, en buena medida, depende de que el PP se abstenga.

El “tono bajito” de Sánchez en la sesión de control no fue suficiente para el portavoz republicano, que no ha querido desvelar el sentido del voto de sus 13 diputados, pero ha advertido de que “el único idioma que entiende el PSOE es tumbarle la agenda legislativa” y ha elevado la presión para que se constituya una comisión de investigación sobre el espionaje que, según ha dicho, es “lo mínimo” para que los republicanos apoyaran el decreto.

Los de Alberto Núñez Feijóo no han destapado sus cartas y la portavoz, Cuca Gamarra, ha aprovechado su pregunta a Sánchez para insistir en que debe incluir alguna de las medidas que le han hecho llegar, como la deflactación del IRPF. “Le escucho y no sé si propone hacer magia o trampas”, ha sido la respuesta del socialista. El Gobierno sostiene que las recetas del PP son propuestas “del pasado” y defienden que ya hay “bajadas selectivas de impuestos” en el plan de choque con la reducción de los impuestos de la luz y también ayudas directas a los sectores afectados. “Ayer se quejaban de que no les he pedido el apoyo a la convalidación del decreto, pues hoy se la pido a ustedes y se la pido al conjunto de la Cámara”, ha terminado Sánchez.