Sánchez empuja la campaña del PSOE con el objetivo de ser primera fuerza y desgastar a Casado

El PSOE ve una oportunidad en las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León tras una campaña en la que sostienen que han ido “de menos a más”. “El PSOE siempre es diésel”, reconoce una destacada dirigente socialista. Los socialistas se han crecido a medida que las expectativas del PP se iban desinflando y han echado el resto en la recta final de la campaña en la que Pedro Sánchez ha intensificado su presencia. La conclusión de Ferraz es que a Pablo Casado le va a salir mal la jugada de convocar las elecciones en Castilla y León con la que pretendía que Alfonso Fernández Mañueco repitiera la gesta de Isabel Díaz Ayuso. “Ni Castilla y León es Madrid ni Mañueco es Ayuso”, insisten en las filas socialistas desde hace semanas. 

El objetivo que se ha marcado Ferraz es revalidar la victoria que ya logró Luis Tudanca en 2019. “Estamos disputando ser primera fuerza. A partir de ahí ya veremos cómo quedan el resto. Si suman PP y Vox ya sabemos lo que va a pasar”, resume un destacado dirigente socialista. El miedo a esa coalición es también un elemento movilizador para el electorado progresista que Sánchez siempre guarda en la chistera.

Además de movilizar a su electorado de 2019, el PSOE busca concentrar el voto de cambio en una comunidad en la que el PP lleva gobernando 35 años. Por eso la apelación al voto útil ha sido el elemento central del acto final de campaña. “Que hagamos esta tierra avanzar solo lo garantiza el cambio y el cambio solo lo garantiza el PSOE”, ha afirmado Tudanca tras recordar que en 2019 “ya hubo quienes cogieron la bandera del cambio y lo traicionaron”. “O gobierna el PP con Vox o gobierna el PSOE y gana la ilusión, el futuro y Castilla y León”, ha zanjado Tudanca. “No podemos repartir el voto sino concentrarlo en el partido que puede liderar ese cambio”, ha apostillado Sánchez en el mitin celebrado en la Cúpula del Milenio, uno de los lugares fetiche de sus primarias. 

La duda que tienen en la dirección socialista es cómo se repartirán los votos que inclinan la balanza de los últimos escaños en varias circunscripciones, en buena medida por la irrupción de las plataformas de la España Vaciada en lugares como Soria o Burgos, donde les pueden hacer un roto, y también por el intercambio de votos en la derecha con el crecimiento de Vox frente al descenso de Ciudadanos. También Tudanca espera conseguir rédito de ese electorado y por eso se ha presentado como un perfil típico de castellano y leonés, sin estridencias.

“Mañueco convocó porque no supo imponerse a Casado y Génova”, expresó el candidato socialista en el cierre de la campaña en el que recordó que él sí ha hablado de Castilla y León durante los siete años que lleva al frente del PSOE regional y en una campaña que el PP ha tratado de focalizar en Sánchez: “Frente a esa irresponsabilidad estoy convencido de que los castellanos y leoneses, que son gente digna, que cree en esta tierra, les va a dar una lección que el PP no va a olvidar en muchísimo tiempo”. 

Pero lo que ven sí o sí a 48 horas de que se cierren las urnas es que Casado sale mal parado de unos comicios que el PP convocó con la esperanza incluso de alcanzar la mayoría absoluta -en una tierra tradicionalmente conservadora- o al menos conseguir gobernar en solitario gracias a la abstención de Vox. Y lo que pronostican las encuestas es que tendrá a la extrema derecha como tuvo a Ciudadanos. “Nadie duda que el cambio está a la vuelta de la esquina. No lo duda ni el que convocó las elecciones”, señaló el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que ironizó con que hubo un “error” a la hora de pulsar el botón de la convocatoria como alega el PP en el caso de la reforma laboral. 

“No hay mal que por bien no venga”, reconoce un destacado dirigente sobre la posibilidad de que Mañueco consiga revalidar la presidencia con Vox sobre el argumento de campaña que tendría el PSOE para Andalucía y el resto de comicios que vengan después. “El PP va a cambiar antes de líder que de sede”, pronosticó el secretario de Organización, Santos Cerdán, este jueves. “Si el PSOE está en 29% o el 30% en Castilla y León, que no es nuestra, que me expliquen cómo puede estar en el 26% en España”, argumentan en Ferraz. 

Sánchez reivindica su gestión mientras Podemos presiona

Sánchez ha atizado al PP por la actitud que tiene en la oposición. En este sentido ha recordado que los letrados del Congreso han cerrado la puerta al “pucherazo” que denuncia de la reforma laboral o que la Comisión Europea les ha ignorado en su campaña contra los fondos europeos. “La política no es hacerse un book de fotos, no es fotografiarse delante de un secadero de jamones o hablar delante de terneras, cerdos y vacas [ha dicho jactándose de la campaña de Casado]. La política es el subir el Salario Mínimo, es revalorizar las pensiones, aprobar un Ingreso Mínimo Vital, aprobar una ley de muerte digna, una ley de Formación Profesional, descentralizar instituciones. La política es algo muy serio y es lo que hace el Gobierno del PSOE y no el PP”, ha exclamado el socialista, que en ese momento conseguía poner en pie a las cerca de 1.500 personas que abarrotaban la cúpula del milenio al grito de “presidente, presidente”.

Belarra: “El PSOE vuelve a mirar a la derecha”

Con la vista puesta en los socialistas como rivales electorales, Unidas Podemos ha realizado varios reproches a sus socios de Gobierno en el cierre de campaña. En una alusión velada a los pactos de la reforma laboral, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha asegurado que en el PSOE “vuelven a mirar a la derecha cada vez” que el grupo confederal se “da la vuelta”. Incidiendo, aún más, en la actuación de partido de Sánchez en el Ejecutivo, Belarra ha animado al medio millar de asistentes que han acudido al acto de Valladolid a apoyar su candidatura “si quieren garantías de que los acuerdos se cumplan”.

Arropados por tres ministros, los candidatos autonómicos de Unidas Podemos han puesto fin a una campaña que han articulado alrededor de la despoblación y la falta de oportunidades en la región. Tanto Belarra como la ministra de Igualdad, Irene Montero, se han dirigido al titular de la cartera de Consumo, Alberto Garzón, también presente, para recordar que la campaña arrancó con la polémica creada por la derecha política y mediática tras latergiversación de las palabras del coordinador de Izquierda Unida sobre las macrogranjas. 

Con un público entregado y en pie, el ministro de Consumo ha sido recibido este viernes con una fuerte ovación. Garzón ha interpelado directamente a Mañueco, que fue el primer político en difundir las palabras manipuladas del líder de IU sobre la producción de carne. “¿Qué ofrece el candidato de las macrogranjas? Bajada de impuestos a los ricos para que haya menos dinero para poder pagar médicos, profesores, enfermeras o pediatras”, ha destacado. 

Tanto los candidatos, como los ministros, que han participado en la campaña han cargado contra el candidato del PP y su partido. “No son demócratas, lo que instauran donde gobiernan son cleptocracias”, ha apuntado la secretaria general de Podemos, que ha definido al presidente autonómico como el candidato de “las trampas y los bulos”.

En este acto no ha estado presente la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que ha optado por mantener un perfil bajo en la primera campaña electoral que afronta el espacio tras la marcha de Pablo Iglesias, ex secretario general de Podemos. A pesar de realizar una única visita en este periodo electoral, Díaz también entró en el cuerpo a cuerpo contra Mañueco. “Me pregunto qué ha estado haciendo el PP en Castilla y León durante estos 35 años. Creo que la gente ya está harta de esa manera de hacer política que es acercarse a la ciudadanía mediante falsedades en campaña electoral”, planteó este jueves la vicepresidenta segunda en el mitin celebrado en Castronuño (Valladolid), un pueblo de poco más de 800 habitantes bastión de Izquierda Unida desde 1979

El último sondeo realizado por el CIS prevé que el resultado de Unidas Podemos oscile entre los dos y los cuatro escaños. En 2019 Izquierda Unida y Podemos concurrieron por separado. La organización de Garzón se quedó fuera del parlamento autonómico y los de Belarra consiguieron dos procuradores: Pablo Fernández por León y Laura Domínguez en Burgos. Tres años después, Fernández encabeza la coalición, que se presenta de forma conjunta por primera vez en Castilla y León. Con el empuje de Díaz y la visita de sus tres compañeros de Consejo de Ministros, el espacio confederal pone fin a la campaña con un objetivo asequible –según las últimas encuestas– mejorar el resultado de las últimas elecciones.