El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, han rubricado un preacuerdo para un Gobierno de coalición. La noticia de este pacto, adelantada en exclusiva por eldiario.es, llega menos de 48 horas después de las elecciones generales celebradas del 10 de noviembre.
El Ejecutivo que debe conformarse a partir de ese preacuerdo tendrá un carácter “rotundamente progresista”, según han señalado ambos líderes. Consideran, además, que se trata de un proyecto “ilusionante”.
El presidente del Gobierno en funciones ha asumido la “decepción” de los votantes progresistas tras el desacuerdo de los últimos meses y ha asegurado que el pacto que perfilarán en los próximos días es para un Ejecutivo estable de cuatro años. El secretario general de Podemos se ha comprometido a trabajar con “lealtad” en un Gobierno que combinará “la experiencia del PSOE y la valentía de Unidas Podemos”.
Sánchez e Iglesias emprendieron una negociación exprés este lunes para alcanzar un acuerdo para sacar adelante la investidura y un Gobierno, según fuentes socialistas. Ambos líderes hablaron el mismo lunes y han avanzado en el entendimiento hasta alcanzar el preacuerdo.
Los líderes de PSOE y Podemos han comparecido al filo de las 14:30 horas en una sala del Congreso de los Diputados para anunciar el pacto. Las conversaciones se han producido de manera exprés y muy discreta al máximo nivel entre ambos líderes. Iglesias dejó claro durante la campaña electoral que en una futura negociación con el PSOE sería él quien tomara las riendas directamente en vez de dejarlo en manos de los equipos negociadores.
PSOE y Unidas Podemos emitieron un comunicado confirmando acuerdo y señalando que “detalles del acuerdo se harán públicos en los próximos días”. “Actualmente, estamos avanzando conjuntamente en una negociación encaminada a completar la estructura y funcionamiento del nuevo gobierno que se regirá por los principios de cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental, así como por el de idoneidad en el desempeño de las funciones”, dice el documento.
10 prioridades programáticas
Por el momento, el texto se basa en 10 prioridades programáticas: creación de empleo; lucha contra la corrupción; lucha contra el cambio climático; fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas y autónomos; reconocimiento de derechos como la muerte digna o la memoria; impulso a la cultura y el deporte; políticas feministas; reversión de la despoblación; justicia fiscal y equilibrio presupuestario.
También hace una referencia expresa a Catalunya, que es una de las principales preocupaciones de Sánchez a la hora de alcanzar un entendimiento con Unidas Podemos, que tiene una posición diferente –como la defensa de que hay presos políticos o un referéndum–. “Garantizar la convivencia en Cataluña: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución. También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles”, dice el comunicado conjunto.
El líder de Podemos ha mantenido en todo momento su exigencia de un Gobierno de coalición que se resistió tras los anteriores comicios y la misma noche electoral aseguró que el planteamiento debía ser un Ejecutivo conjunto con representación proporcional de ambas fuerzas. Iglesias aseguró que esta vez no aceptaría un veto sobre su persona.
A pesar de que Sánchez ha dejado claro que no se siente cómodo con Unidas Podemos dentro del Consejo de Ministros, los socialistas modificaron sustancialmente su posición este lunes, cuando se abrieron a la negociación de una coalición con Iglesias desde el primer momento. En Moncloa vieron más fácil la gobernabilidad tras el 10N, a pesar de la caída de ambas fuerzas. Sánchez no desveló este lunes a su Ejecutiva cuál era su plan para formar un Gobierno que dio por hecho que saldría adelante y pidió la confianza de la dirección en sus gestiones.
La noche electoral en la que en Ferraz la victoria tuvo un sabor agridulce muchos dirigentes del PSOE asumieron que esta vez la entrada de Unidas Podemos en el Ejecutivo era inevitable. No obstante, sentó mal en la dirección socialista la salida de Iglesias reclamando desde el primer momento una coalición con representación proporcional.
La fórmula que persigue el PSOE es, además de sumar a Unidas Podemos, lograr el apoyo de Más País, PNV, PRC y de Ciudadanos. No obstante, serviría la abstención de ERC. La dirección socialista dejó claro que no es su intención gobernar gracias a los independentistas, pero prioriza que haya un Gobierno cuanto antes.