“Hoy estamos más fuertes porque estamos más unidos”. El Gobierno se da por satisfecho con el acuerdo de mínimos que ha alcanzado con los presidentes autonómicos, que se han reunido presencialmente por primera vez al completo desde 2012. Sin embargo, Pedro Sánchez ha tenido que ceder en la redacción de la ‘declaración de La Palma’ para alcanzar la unanimidad. A los cuatro ejes del acuerdo que había esbozado Moncloa sobre la respuesta a la guerra en Ucrania, la acogida de refugiados y la gestión de los fondos europeos, el Gobierno ha tenido que asumir un compromiso explícito para “intensificar” las rebajas fiscales para hacer frente al incremento desorbitado de los precios de la energía.
Los presidentes del PP llegaron con una exigencia clara a la cita de La Palma: pasar a un IVA superreducido en el gas y la electricidad que han crecido de forma inédita en las últimas semanas. El andaluz Juanma Moreno Bonilla advertía a su llegada de que no se podrían levantar de la mesa hasta conseguir ese compromiso. Tras siete horas de reunión la promesa llegó de forma genérica en el documento que suscribieron todos los presidentes autonómicos: “Las medidas que se incorporarán al plan desarrollarán e intensificarán las ya anunciadas hasta ahora, como son las rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía en los recibos que pagan familias y empresas y otras que se puedan plantear”. Sánchez se había referido en su intervención inicial a rebajas impositivas para los sectores afectados.
En todo caso, el Gobierno deja el asuntos para más adelante y se abordará en una conferencia sectorial. La ministra de Política Territorial explicó que esa reunión se celebrará de manera “inminente” la próxima semana. El Gobierno insiste en que ya se han tomado medidas para rebajar los precios de la luz, como la rebaja del IVA al 10% o la suspensión del impuesto de la producción eléctrica, que supondrán 12.000 millones de euros en un año. “Los ciudadanos no entienden que se les pida que bajen la calefacción [ha dicho Feijóo en referencia a las palabras de Josep Borrell] y no se le bajen los impuestos al gas, la electricidad y los hidrocarburos”.
A puerta cerrada, el presidente gallego y líder de facto del PP ha reconocido que una parte de la propuesta -la rebaja de impuestos a los hidrocarburos- depende de una autorización expresa de la UE, por lo que ha planteado que se extiendan hasta final de año las medidas puestas en marcha por el Gobierno y se amplíen con la reducción del IVA al tipo superreducido para la electricidad y el gas. Isabel Díaz Ayuso ha ido un paso más allá al plantear una suspensión temporal de los impuestos que gravan la energía, que su compañero andaluz ha reconocido que no se puede llevar a cabo. “El cero es prácticamente imposible en términos de cuantificación del Estado”, ha resumido. La presidenta madrileña también planteó dedicar el presupuesto del Ministerio de Igualdad a “ayudar a las familias a afrontar la subida de los precios”. Los demás presidentes del PP salieron al paso al asegurar que se debe analizar qué gastos son “necesarios”. “No se puede frivolizar”, respondió la portavoz del Gobierno.
Los socialistas, que fían la respuesta a la posición de la UE, tratan de poner el énfasis en la posición que defenderá el presidente en el Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de marzo y que pasa por que los veintisiete aprueben desvincular el gas del precio de la electricidad. “Como es populista, lo repiten y lo repiten”, reconoce uno de los líderes autonómicos socialistas sobre la bajada del IVA, pero recuerda que “todo no se puede” en referencia a la reducción de impuestos, por un lado, y a la reclamación de un fondo covid extraordinario, por otro. De hecho, recuerdan que las autonomías tendrían que asumir el 50% dado que el IVA se distribuye a partes iguales entre el Estado y las comunidades. “Lo que hay que hacer es cambiar el modelo”, ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sobre el sistema de tarificación energética. La balear Francina Armengol ha rechazado la bajada generalizada de impuestos y ha recordado que los servicios públicos “se pagan con ellos”, aunque sí se ha mostrado partidaria de bajar los del transporte y el sector primario.
El PP lamenta la falta de concreción
En todo caso, Sánchez ha logrado arrancar el respaldo “al Gobierno de España en su posición ante el próximo Consejo Europeo que se adopten medidas para lograr una rebaja de los precios de la energía” y que fundamentalmente pasa por la desvinculación del gas y la electricidad en los precios. Con ese propósito iniciará una gira esta semana con algunos colegas europeos para impulsar esa iniciativa que en Moncloa ven factible tras la visita el fin de semana pasado de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A pesar de la “unidad” que destaca Moncloa, el PP ha lamentado la inconcreción de los planteamientos que ha llevado el Gobierno a la Conferencia de Presidentes. “Es muy inconcluso parte de los acuerdos que hemos adoptado”, ha resumido Moreno Bonilla, que ha defendido que los acuerdos de esas cumbres deberían ser “vinculantes”. “No se nos ha confirmado ni se nos ha dicho cuál es la cuantía”, ha dicho sobre la rebaja fiscal que han conseguido arrancar al Gobierno. Feijóo ha lamentado que “no haya llegado el Gobierno con un plan de acogida de los refugiados”. “No sabemos cuántos refugiados están llegando”, ha agregado Ayuso, que ha reprochado que no se haya articulado ni por dónde llegan ni por dónde van.
“Era imprescindible cerrar filas con el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, en el ámbito de la política exterior con el foco en la guerra de Ucrania, pero nos hubiera gustado ser más ambiciosos. Creo que la situación económica requiere adoptar medidas a corto plazo de manera inmediata. Habría que aplicar de manera inmediata la baja de impuestos a la energía porque hay familias o empresas que no pueden aguantar más”“, ha dicho el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. ”Este no es un foro ejecutivo“, disculpa un presidente socialista.
“No han aceptado nuestras propuestas pero arrimaremos el hombro”, ha zanjado Feijóo en la rueda de prensa en la que el presidente gallego ha aprovechado para atizar al Gobierno por la ausencia de ministros de Unidas Podemos. “Ha sido una falta de respeto al rey, al presidente del Gobierno y a los presidentes autonómicos”, ha afirmado el gallego. Estaba prevista la asistencia de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que al igual que hacía Pablo Iglesias suele participar en estas citas, pero se ha quedado en Chile, donde asistió a la toma de posesión de Gabriel Boric. La portavoz del Gobierno quiso zanjar la polémica al asegurar que acuden a las conferencias de presidentes los miembros del Gobierno que tienen relación sectorial con los temas que se van a tocar.
En esta ocasión, además de Sánchez y ella en su calidad de titular de Política Territorial, asistieron las vicepresidentas Nadia Calviño (Economía) y Teresa Ribera (Transición Ecológica) y los ministros de Presidencia, Hacienda, Interior, Exteriores, Sanidad e Inclusión.
El plantón de Aragonès al rey
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que se ha mostrado bastante alineado con el Ejecutivo en esta ocasión, decidió participar en la Conferencia de Presidentes después de que se acordara abordar la crisis de Ucrania. En Barcelona está uno de los tres centros de acogida de refugiados que ha previsto España. No obstante, evitó salir en la foto de familia presidida por Felipe VI. Una vez que el Audi del rey puso rumbo al aeropuerto, el líder catalán entró en el edificio del Museo Arqueológico de los Llanos de Aridane. El presidente de Castilla-La Mancha aprovechó su comparecencia para atizar a Aragonés por ese plantón.