Pedro Sánchez asume que PP y Ciudadanos no facilitarán su investidura porque se han “desentendido de la gobernabilidad”, pero llamará a Pablo Casado e Inés Arrimadas una vez que reciba el encargo del rey para intentar formar Gobierno. El presidente en funciones asegura que las conversaciones para la investidura “van bien”, ha dado por hecho que habrá un acuerdo con ERC dentro de los límites de la Constitución y que será público, pero ha aprovechado para elevar la presión sobre Ciudadanos al reclamar que deje de ser de ser “un apéndice de la derecha y la ultraderecha”.
“Ciudadanos tendrá que plantearse si quiere ser un apéndice de la derecha y ultraderecha como vimos ayer o si quiere ser un partido que contribuya a la estabilidad y la gobernación de nuestro país”, ha expresado Sánchez en una rueda de prensa tras finalizar la cumbre de la OTAN en Londres.
También se ha dirigido al partido de Pablo Casado, quien considera que tendrá que “resolver la contradicción de decir que es un partido de Estado” al mismo tiempo que empuja a los socialistas a pactar con las fuerzas independentistas al reiterar que no va a acordar “ni por activa ni por pasiva” con el PSOE“. ”Esa es la realidad que nos encontramos: dos partidos a la derecha que continúan en el bloqueo“, ha expresado.
“La gobernabilidad no solo depende de la primera fuerza sino el conjunto de fuerzas. No se puede desentender nadie”, ha dicho Sánchez, que ha pedido “responsabilidad y generosidad” a todas las formaciones al mismo tiempo que ha agradecido a aquellas que se han mostrado favorables a facilitar la investidura.
Sobre las negociaciones con ERC después del comunicado conjunto en el que ambos partidos constatan avances hacia una solución por la vía política al conflicto territorial, Sánchez ha evitado dar detalles. Se ha limitado a decir que el acuerdo, una vez se produzca, será “público” y estará amparado por el “paraguas” de la Constitución y el Estatut.
La idea de los socialistas es que el diálogo posterior a la investidura se produzca a través de un instrumento que derive de la comisión bilateral Estado-Catalunya mientras que ERC rechaza ese planteamiento. Ese será el punto que tendrán que desencallar en la próxima reunión del 10 de diciembre.
“Las conversaciones con las distintas fuerzas parlamentarias van bien y van bien porque son discretas. Es un principio esencial para poder llegar a buen puerto”, ha asegurado Sánchez.
Esta ha sido la primera comparecencia en la que Sánchez ha tenido que pronunciarse sobre el fallo de los ERE. “El PSOE asumió las responsabilidades políticas hace tiempo hasta incluso mucho antes de que conociéramos la sentencia. Hace años se asumieron esas responsabilidad políticas por parte de los líderes a los que usted hacia referencia –ha dicho sobre Manuel Chaves y José Antonio Griñán– y no hay mucho más que añadir”.
Sobre el contenido de la cumbre de la OTAN, el presidente en funciones ha defendido que el organismo tiene que hacer una “reflexión” sobre su futuro y ha afirmado que el próximo Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos seguirá la “senda” respecto a los compromisos que ha adquirido España de aumento en gasto militar. “Tenemos que cumplir con nuestras obligaciones como aliados que somos”, ha señalado Sánchez, que ha reiterado, no obstante, que para ello es necesario tener un gobierno y aprobar unos Presupuestos Generales del Estado.