El Gobierno no quiere cambiar nada de la reforma laboral que ha pactado con empresarios y sindicatos precisamente por haber conseguido un acuerdo tripartito. “Es de sentido común que el Legislativo respete el acuerdo de los agentes sociales, en eso está el Gobierno y es lo que vamos a defender en las Cortes Generales”, ha afirmado Pedro Sánchez en la rueda de prensa de balance del curso político. Ante el rechazo adelantado de EH Bildu y las reticencias también expresadas por ERC, que ha hablado de “humo”, el presidente del Gobierno ha defendido que el entendimiento alcanzado en el diálogo social “trasciende las ideologías” e “interpela a todas las fuerzas políticas”. También sobre el PP hay presión por parte de la patronal, que sostiene que la nueva legislación no difiere en gran medida de lo aprobado por Mariano Rajoy en 2012.
“Me parece que es de sentido común el que es más razonable aprobar una reforma laboral que cuenta con los apoyos de los agentes sociales a una reforma laboral que no contaba con el apoyo de los agentes sociales”, ha dicho el presidente en referencia a los cambios que impuso el PP con el aval exclusivo de los empresarios. Sánchez ha aprovechado para sacar pecho de la gestión socialista frente a la del PP y ha puesto como ejemplos la crisis de la pandemia frente a la de la crisis financiera, la emergencia del volcán de La Palma frente al Prestige, o la entrada en la guerra de Irak frente a la salida de Afganistán.
“Creo que sería bueno, deseable, que si los agentes sociales han llegado a este acuerdo, en el Congreso se alcance un acuerdo que supere los bloques ideológicos”, ha insistido respecto a la reforma laboral. Sin embargo, Sánchez es consciente de que no puede contar con Pablo Casado para sacar adelante grandes reformas y ha admitido por primera vez que es “altamente improbable” que se alcance un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que lleva más de tres años bloqueado, a pesar de haber conseguido cerrar otros organismos, como el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo o RTVE. “Mire que lo lamento”, ha contestado Sánchez a los periodistas antes de recordar que la renovación del órgano de gobierno de los jueces cada cinco años es una obligación constitucional. Pero la crispación y la mala relación con el PP ha llegado a tal punto que el presidente ha reclamado incluso a la oposición “respeto al adversario y buena educación”.
A pesar de las dificultades que el Gobierno se ha topado para lograr los apoyos para convalidar el decreto ley de la reforma laboral, Sánchez ha puesto en valor que la coalición da “estabilidad” a España al haber conseguido sacar adelante los segundos Presupuestos consecutivos y poner en marcha la agenda reformista. “La pandemia no ha sido un freno sino un acelerador para el Gobierno a la hora de impulsar reformas y avances que nuestro país necesita”, ha dicho al iniciar su intervención para presentar el informe Cumpliendo correspondiente a este semestre, según el cual el Ejecutivo ha ejecutado ya el 42,7% de su acuerdo programático.
“Estabilidad que agradecen los españoles y que es reconocida en Europa”, ha dicho Sánchez, que se ha asegurado que España ha crecido de manera “robusta”, a pesar de la “incertidumbre”, aunque ha restado importancia a las previsiones realizadas por organismos internacionales que rebajan las expectativas de crecimiento basándose en buena medida en los buenos datos de creación de empleo: “Son estimaciones, vamos a ver estimaciones al alza y a la baja”. También se ha mostrado convencido de que España crecerá por encima de la media europea.
En Moncloa sostienen, además, que la intención es que el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos dure hasta el final de la legislatura. El presidente ha evitado entrar en el protagonismo y buena valoración que ha cosechado Yolanda Díaz como sustituta de Pablo Iglesias en la coalición y como candidata. “Lo único que puedo decir es que estoy encantado con el trabajo que se está haciendo. Siempre he dicho que cuando son nombrados los ministros, hace pocos días recogió su cartera el ministro [Joan ] Subirats, ya somos ministros del Gobierno de España, no somos ministros de un partido u otro. El Gobierno es un órgano colegiado y estoy muy satisfecho y muy agradecido por el trabajo que están haciendo todos y cada uno de los ministros y también, en particular, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, no les quepa la menor duda”, se ha limitado a responder.
Enfría la reunión de la mesa de diálogo
Sánchez ha enfriado uno de los grandes retos que tiene por delante esta legislatura, que echó a andar gracias a un acuerdo con ERC para la búsqueda de una solución al conflicto político en Catalunya. Mientras que el partido de Oriol Junqueras dio por hecho la semana pasada en el Senado que en enero se reunirá la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat, que fue la herramienta pactada con los socialistas, el presidente no ha dado por cerrada esa cita y ha dejado claro que la prioridad deben ser la superación de la sexta ola del coronavirus y la recuperación económica.
“Es evidente que todos deseamos resultados tangibles”, ha dicho sobre la negociación entre Gobierno y Generalitat, pero ha reconocido que “probablemente” ambas administraciones discrepen de lo que supone tener frutos, que para él suponen “superar el procés” o “dejar de tener dos bloques”. “Catalunya vive ahora en una normalidad aún mejor de lo que vivió hace cuatro años”, ha señalado. “¿Cuál es ahora mismo la prioridad de la ciudadanía? La superacion de la pandemia, proteger a nuestros conciudadanos, consolidar la recuperación economica y gestionar los fondos europeos”, ha aseverado antes de concluir: “Ya les diremos cuándo se va a reunir la mesa, pero se va a reunir seguro. Es de sentido común que dejemos unas semanas que dejemos unas semanas para estar trabajando en lo que importa a la ciudadanía que es esta sexta ola y la recuperación económica”.
Equilibrio: salud pública, mental y economía
Respecto a la gestión de la pandemia, Sánchez ha asegurado que España tiene una mejor preparación para hacer frente a la pandemia en gran medida por el porcentaje de vacunación, que reduce notablemente los efectos de la enfermedad y, por tanto, el número de ingresos hospitalarios. “Estamos mejor preparados y protegidos frente a la variante ómicron que hace un año”, ha dicho el presidente, que ha apostado por “perseverar” en la estrategia de vacunación, uso de mascarillas y protección personal.
Lo que no ha querido desvelar es cuál es la posición del Gobierno respecto a la reducción del número de días de cuarentena para las personas contagiadas y lo ha dejado en manos de la Ponencia de Alertas y de la correspondiente decisión de la comisión de salud y el Consejo Interterritorial. No obstante, Gobierno y comunidades han ignorado en ocasiones las recomendaciones que los técnicos hacen en ese foro. Preguntado al respecto y por si en esta fase de la pandemia se prioriza la economía sobre la salud, Sánchez ha defendido que se debe “guardar un equilibrio” entre “salud pública, salud mental y, en tercer lugar, el crecimiento económico”. Sobre la vuelta al colegio tras las fiestas navideñas ante la multiplicación de los contagios por la variante ómicron, ha anunciado que la próxima semana se reunirán los responsables de Sanidad, Educación y Universidades del Gobierno y las comunidades para abordarla.
No aclara si Juan Carlos I forma parte de Casa Real
La comparecencia de Sánchez se ha producido justo un año después del balance de 2020. En aquella rueda de prensa, aseguró que Felipe VI tenía prevista una “hoja de ruta” de “ejemplaridad y transparencia” que se iría conociendo “paso a paso”. “Cuando tengan noticias será porque así se produce. Mientras tanto, como he dicho siempre, absoluto reconocimiento a la labor que esta haciendo el jefe del Estado y el compromiso personal de mi partido y de mi Gobierno con las instituciones constitucionales”, ha contestado.
365 días después nada ha cambiado en Zarzuela mientras han seguido los escándalos relacionados con el rey emérito. Sánchez no ha querido mojarse sobre si Juan Carlos I sigue formando parte de la Casa Real, una cuestión que pregunta el juez que investiga en Londres la causa por presunto acoso a Corinna Larsen y cuyos avances dependen en buena medida de esa consideración. “La condición que se dé será la que yo respete como presidente del Gobierno”, ha zanjado.