El Congreso ha avalado por amplia mayoría alargar el confinamiento hasta el próximo 11 de abril, tal y como le había solicitado el Gobierno para poder constitucionalmente prorrogar el estado de alarma dictado para hacer frente al coronavirus. Todos los grupos han votado a favor excepto los 28 diputados de ERC, Bildu, JxCat y la CUP que se han abstenido ante la negativa de Pedro Sánchez a paralizar toda la actividad económica no esencial. 306 diputados han votado telemáticamente para no desplazarse al Parlamento. El debate, que ha terminado cerca de las dos de la madrugada, ha tenido un punto en común de casi todos los grupos de la oposición: los reproches por la actuación “tardía” del Ejecutivo para hacer frente a la pandemia.
Antes de recibir esas críticas prácticamente unánimes, Sánchez ha defendido su gestión de la emergencia sanitaria: “No ha habido ni un solo día, ni una sola hora, en la que este Gobierno y las administraciones públicas hayan dejado de actuar”. “Ahuyentemos cualquier pensamiento mezquino -ha dicho en su discurso inicial-. Ningún responsable político está dotado de poderes sobrehumanos”.
En su réplica, Sánchez ha explicado que la primera reunión del comité de seguimiento del Covid-19 se celebró el 13 enero, el mismo día que se constituyó el Gobierno y que el primer encuentro de coordinación con las comunidades fue nueve días después. “Con lo que hoy sabemos, todos habríamos actuado de manera distinta. Hay que ser humildes. Todos los países han sido invadidos sorpresivamente”, ha contestado Sánchez, que se ha referido específicamente a las manifestaciones del 8M -cuyo mantenimiento ha llegado a los tribunales- y ha recordado que en muchas ciudades europeas se celebraron “con normalidad”. La derecha le atiza por no haber prohibido antes ese tipo de eventos.
El jefe del Ejecutivo ha reconocido que “no es fácil prolongar el estado de alarma” que supone el confinamiento de los ciudadanos y que tampoco es “sencillo” para los diputados autorizarlo, pero ha insistido en que es la única forma para acabar con la extensión del virus. No obstante, ha respondido a quienes consideran que se debe paralizar la actividad económica no esencial, entre ellos varios presidentes autonómicos y grupos políticos, como ERC, Bildu, JxCat o Más País.
“Todos somos conscientes de que esa regla [el aislamiento social] tiene que tener algunas excepciones. Necesitamos poder hacer la compra o comprar medicinas”, ha dicho Sánchez, que ha recordado que para que los “supermercados tengan víveres” o las farmacias medicamentos “son necesarias algunas otras actividades económicas de producción o transporte”. El presidente sostiene que España ha adoptado las “medidas más drásticas” de los países de su entorno. “A la hora de actuar es preciso utilizar el bisturí para no amputar ningún nervio de nuestro organismo social que comprometa el propio sostenimiento de la población confinada o la ulterior recuperación de esa misma población. Y eso nos obliga a buscar un equilibrio muy delicado, pero que tenemos que hacerlo”, ha expresado Sánchez, convencido de que “esta pesadilla concluirá pronto”.
Sánchez: “Cuando salgamos de esta, me defenderé”
Tras la intervención de los portavoces, Sánchez ha asegurado que permanecerán “atentos” y serán “flexibles”, pero ha recordado que el Gobierno sigue las recomendaciones de los expertos. “Tenemos que ser ponderados en las restricciones que planteemos al conjunto del país”, ha zanjado el presidente, que ha recordado “el parón y las consecuencias económicas” de la crisis sanitaria.
El Gobierno ha propuesto ampliar el estado de alarma en los mismos términos en los que lo decretó el Consejo de Ministros con los cambios y órdenes que se fueron aprobando posteriormente, que Sánchez ha desgranado en su intervención. “Lo estamos haciendo bien, vamos en la dirección correcta”, ha concluido el presidente.
Ante la petición que han hecho algunos grupos, como el PP, de una comisión de seguimiento de la pandemia, Sánchez ha propuesto que sea la Comisión de Sanidad del Congreso la que reciba diariamente toda la información del centro de emergencias así como del comité de gestión de la crisis y que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparezca semanalmente hasta que termine la emergencia. Para los conservadores esa propuesta es insuficiente. El PNV había planteado una propuesta de resolución, que es la única que se ha aprobado, en la que especificaba la obligatoriedad de que el Gobierno remita semanalmente “información documental estructurada de la ejecución de las distintas medidas y la valoración se su eficacia”.
Casado: “Esto no va bien”
El presidente ha reclamado al resto de formaciones políticas “lealtad y unidad” ante la “situación de emergencia nacional” que atraviesa España. “Sigamos trabajando con la máxima lealtad institucional. Perseveremos en esa lealtad como respuesta a la valentía de quienes salen de sus casas para combatir al virus”, ha pedido a la oposición justo antes de que comenzara el turno de Pablo Casado.
A pesar de que el líder del PP ha comenzado prometiendo “lealtad” al Gobierno frente a la pandemia, ha hecho un duro discurso contra la gestión de Sánchez: “Nuestro país no está para más mítines ni para manuales de resistencia ni de autoayuda”. Casado ha criticado así las últimas comparecencias de Sánchez, a quien ha reprochado que “el Gobierno no esté respondiendo a la altura de los esfuerzos” de los españoles: “Esto, señor Sánchez, no va bien”.
“España está de luto”, ha proseguido Casado, que ha propuesto que “las banderas ondeen a media asta” y que cuando acabe la crisis se celebre un “funeral de Estado” para las víctimas del coronavirus. El jefe de la oposición ha acusado a Sánchez de haber actuado tarde -“si fue un error atrasar las medidas contra el virus por razones ideológicas, peor aún sería aplicarlas para intentar salir de sus nefastas consecuencias”, ha aseverado- y le ha echado en cara la falta de material sanitario: “Más de medio millón de sanitarios merecen aplausos a las 8 de la noche, pero
necesitan protección eficaz a las 8 de la mañana“.
Tira y afloja por las previsiones del material sanitario
Ese ha sido un cruce de acusaciones durante todo el Pleno y los socialistas han salido en defensa del Gobierno frente a las críticas lideradas por Isabel Díaz Ayuso a quien han recordado que la falta de previsión ha sido de la Comunidad de Madrid y no del “mando único” que asumió las competencias “hace diez días”, en palabras de Rafael Simancas. En su contestación, Sánchez también se ha pronunciado en esos términos: “¿Cuándo empezamos a escuchar quejas por que no había material? A partir del 14 de marzo -ha señalado el presidente, que ha recordado que fue entonces cuando el Gobierno asumió el mando único-. Ese día muchos vieron claro lo que antes no habían visto”. Sánchez también ha recordado que el director del centro de emergencias, Fernando Simón, alertó específicamente de la vulnerabilidad de las residencias de mayores el pasado 7 de marzo ante la grave situación que ahora atraviesan algunos de esos centros.
El presidente del PP ha terminado al igual que ha empezado, prometiendo “lealtad” pese al listado de críticas y reproches que ha enunciado. “Estoy siendo el jefe de la oposición que usted no fue”, ha asegurado antes de acusar a los socialistas de “organizar 25 manifestaciones por sacrificar al perro” de la enfermera que se contagió del ébola en Madrid en 2014 y Sánchez de cargar entonces contra Mariano Rajoy.
Abascal: “Sufrimos su sectarismo y su falta de precisión”
Al igual que ha hecho Casado, Santiago Abascal ha cargado contra Pablo Iglesias: “Tiene a un totalitario peligroso sentado a su lado en el Gobierno”. El presidente de Vox, que ha superado el coronavirus, ha acusado al vicepresidente segundo de “saltarse la cuarentena” y de aprovechar esta crisis para sacar “provecho político” de la situación en referencia a la modificación de la ley que regula el CNI para permitir que Iglesias e Iván Redondo puedan formar parte de la comisión que lo controla a través del decreto del estado de alarma. “Ha roto la unidad de los balcones”, ha dicho el líder de la extrema derecha en referencia a la defensa que hizo Iglesias de la cacerolada contra Felipe VI.
Abascal también ha aprovechado su intervención para exigir a Sánchez que aplique el 155 para destituir a Quim Torra. Respecto a la gestión del coronavirus, el portavoz de Vox ha asegurado que apoyará dar a Sánchez el “poder excepcional” pese a que le ha acusado de hacerlo “han hecho todo tarde y que lo han hecho todo mal”. “Sufrimos su sectarismo y su falta de precisión”, ha afirmado Abascal, que ha acusado al Gobierno de haber “ocultado información a los españoles”.
En su respuesta, Sánchez ha insistido en la necesaria “unidad” para vencer al coronavirus. “Cuando salgamos de esta tendrán mucho tiempo de hacer oposición al Gobierno. Entonces me defenderé, pero ahora no voy a perder ni un gramo de energía en defenderme. El enemigo es el virus y espero que todos lo entendamos”, ha señalado. No obstante, sí ha acusado a Casado de “falta de humildad” y a Abascal de no defender lo público porque “nunca han gestionado nada”.
En un tono más sosegado, la portavoz de Ciudadanos, María Muñoz, ha tendido la mano al Gobierno al asegurar que “no es tiempo de reproches” tras reconocer que “la inacción ha puesto en riesgo a muchas personas mientras que la incertidumbre ha destruido puestos de trabajo”. La diputada ha lamentado que el Pleno haya sido presencial, al igual que JxCat, cuyos parlamentarios no han asistido.
Unidas Podemos se abre a más restricciones
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha cerrado filas durante toda su intervención, que ha terminado con una petición a Sánchez: que estudie “restricciones de movimientos mayores como han sugerido algunos grupos de la Cámara” en el caso de que el escenario empeore.
Esa es una de las reivindicaciones de ERC, EH Bildu y JxCat, que se abstienen en la votación precisamente por la negativa del Gobierno a paralizar toda la actividad económica. “La ciudadanía siempre le perdonará el exceso de prudencia, pero jamás perdonará muestras de inconsciencia”, ha advertido Gabriel Rufián, que ha reprendido al Gobierno por tomar medidas “laxas y tardías”: “Hay que parar y cuanto antes; cuanto antes y más paremos, antes y más nos recuperaremos”.
Varios grupos piden parar la actividad
“Le estamos pidiendo que pare la actividad no esencial”, le ha dicho la portavoz de Bildu, que le ha recordado que lo defienden “siete grupos” y ha puesto en valor su apoyo en la investidura para dejarle gobernar. La diputada de la izquierda abertzale ha asegurado que “de poco sirve” que los ciudadanos se queden en su casa “el fin de semana” si después hay transportes atestados de gente que tiene que ir a trabajar.
“Esta situación nos ha sobrepasado. Vamos tarde y hacen medidas más contundentes. Hay que acometer con urgencia y decisión, la decisión de que para que vencer al virus hay que parar al país”, ha expresado Iñigo Errejón, que ha censurado que haya “camas vacías en hospitales privados” o en “alas cerradas de hospitales públicos en manos de fondos buitre”. También el diputado del BNG ha dicho que algunas medidas le parecen insuficientes y ha reclamado el cierre total de algunas áreas que son focos de contagio.
El diputado de UPN ha aludido a la tardanza en tomar las decisiones y ha planteado la necesidad de ampliar las restricciones: “Ya no nos podemos permitir ni un error más”. También el parlamentario de Foro ha señalado que el Gobierno no debe ir “a remolque” en la gestión de la crisis.
Previamente se ha celebrado el debate de los decretos ley sobre las medidas económicas aprobadas para hacer frente a la crisis que se derive de los efectos de la pandemia. El Congreso ha dado luz verde a todas las propuestas del Ejecutivo, aunque se han producido críticas de los grupos, que reclaman mayor ambición a Sánchez. También a esas iniciativas se ha referido Sánchez en el arranque de su discurso en el que ha asegurado que la emergencia del coronavirus tiene una “triple dimensión (sanitaria, económica y social)” que obligan “primero a reforzar el sistema sanitario” y a “mitigar las consecuencias económicas y a recuperarnos para reconstruir el país en el menor tiempo posible”.
El Parlamento también ha aprobado este miércoles los decretos ley que impulsó el Gobierno antes del estallido de la crisis sanitaria relativos a la derogación del despido objetivo por bajas médicas así como el plan de Luis Planas para paliar el conflicto agrario. En el primer caso, solo Vox lo ha rechazado y, en el segundo, saldrá adelante sin votos en contra. Ambos se tramitarán como proyectos de ley.