Sánchez reafirma ante el rey de Marruecos el giro sobre el Sáhara y acuerdan la reapertura gradual de las fronteras
Recepción con todo el boato en el palacio real para solemnizar la “nueva etapa” de relaciones entre España y Marruecos después del histórico viraje de Pedro Sánchez respecto al Sáhara, que ha quedado por escrito en la declaración conjunta de 16 puntos que ha sellado con Mohamed VI. El presidente del Gobierno y el rey Mohamed VI han acordado reabrir las fronteras de forma “gradual y ordenada” así como establecer varios grupos de trabajo que concluyan en una Reunión de Alto Nivel (RAN) antes de que finalice el año. Esas cumbres de alto nivel no se celebran desde 2015 por los desencuentros diplomáticos que ha habido en los últimos tiempos entre los dos países y que acabó con la ruptura hace casi un año con la acogida humanitaria del líder del Frente Polisario, Brahim Galli. Al finalizar el encuentro, Sánchez ha mostrado la “satisfacción del Gobierno español de haber cerrado un tiempo de desencuentro”.
El primer punto de la declaración conjunta en la que el Gobierno español y Marruecos llevan días trabajando y que se han cerrado este mismo jueves cuando se ha producido la audiencia del rey y la posterior cena, que ha supuesto una ruptura del ayuno del Ramadán, es la reafirmación del cambio de Sánchez respecto al Sáhara al apoyar de nuevo la propuesta marroquí de autonomía como la “base más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto. Esa es la cesión de España. Sin embargo, no figura nada sobre la integridad del país a la que sí aludió Sánchez en su carta a Mohamed VI.
“La soberanía nacional de España está fuera de toda duda, incluidas Ceuta y Melilla”, ha asegurado Sánchez en una rueda de prensa que ha ofrecido tras la cena, que se ha prolongado durante dos horas y que se suma a los 40 minutos de audiencia anterior en la que han participado también los ministros de Exteriores y los embajadores de ambos países. “La integridad territorial de España, su soberanía está garantizada, fuera de duda, no solo por la Constitución sino por el compromiso del Estado y el Gobierno de España”, ha reiterado el presidente en respuesta a la pregunta de si le gustaría que las ciudades autónomas entraran bajo el paraguas de la OTAN. Ha sido una manera de rechazarlo.
“Lo que se dice de Ceuta y Melilla es histórico”
En el Gobierno subrayan la importancia de que figure una referencia al control aduanero a nivel terrestre en el comunicado porque entienden que se está reconociendo implícitamente la existencia de una frontera. En Melilla ya existía una aduana comercial que fue cerrada por el reino alauí en 2018 y en Ceuta se establecerá por primera vez. “Lo que se dice hoy aquí, en Rabat, de Ceuta y Melilla es histórico”, señalan fuentes gubernamentales. “La plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”, señala el texto acordado, que señala que “los temas de interés común serán tratados con espíritu de confianza, a través de la concertación, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados”.
Además, la intención es que las conexiones por vía marítima de pasajeros se restablezcan de manera “inmediata y gradual”, al igual que la puesta en marcha de la Operación Paso del Estrecho, que ha estado anulada por vía española los dos últimos años. También se iniciarán las conversaciones para la gestión de los espacios aéreos. “Se reactivará el grupo de trabajo sobre delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica, con el objetivo de lograr avances concretos”, señala el sexto punto del acuerdo en referencia a la delimitación de las aguas frente a Canarias.
“Lo que hacemos es garantizar la gestión del fenómeno fronterizo de manera concertada en ausencia de actos unilaterales en un espíritu de normalidad de la buena vecindad”, ha señalado Sánchez en su comparecencia en el Palacio de los Huéspedes, dentro del complejo real de la capital marroquí.
También figura una mención expresa al control de los flujos migratorios, que para España es fundamental y más desde que el año pasado Marruecos permitió la entrada de más de 9.000 personas en Ceuta como represalia por la acogida del líder del Polisario. “Se relanzará y reforzará la cooperación en el ámbito de la migración. El Grupo Permanente Hispano-Marroquí sobre Migraciones se reunirá próximamente”, señala el documento: “La coordinación en el marco de las respectivas presidencias del proceso de Rabat, durante el período 2022-2023, se realizará de forma que se ponga de relieve la cooperación ejemplar que mantienen los dos países en este ámbito, en beneficio de un enfoque global y equilibrado del fenómeno migratorio”.
El texto pretende establecer una “hoja de ruta” para las relaciones entre los dos países que culmine con la cumbre de alto nivel, pero también con una “actualización del Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación” que data de 1991. Para ello se establecerán una serie de grupos de trabajo. El acuerdo apunta a la reactivación de “la cooperación sectorial en todos los ámbitos de interés común: económico, comercial, energético, industrial y cultural, entre otros”. También se abordará específicamente la educación así como el ámbito de la cultura y el deporte. “La facilitación de los intercambios económicos y las conexiones entre los dos países será objeto de una próxima reunión”, señala el acuerdo. La idea es que las conclusiones prácticas de todos esos acuerdos estén en marcha en un plazo de tres meses.
Sánchez se va de Marruecos satisfecho tras haber recuperado las relaciones diplomáticas. “Es un día importante porque iniciamos una nueva etapa. En la audiencia que acabo de mantener hemos coincidido en abordar y definir una hoja de ruta duradera que es ambiciosa”, ha declarado. El presidente minimiza el rechazo que el Congreso le ha mostrado apenas unas horas antes de que pusiera rumbo a Rabat por el giro unilateral que ha dado a la política exterior española en relación al Sáhara.
“Me reafirmo en que esta es la mejor posición en el interés general de España”, ha expresado en una conversación informal con periodistas poco antes de verse con Mohamed VI. “Creo que es la mejor salida para encontrar una solución diplomática”, ha agregado a pesar de que su socio de Gobierno, pero también los aliados de la investidura han cuestionado la maniobra. También el PP se ha quejado de las formas por no haber sido avisado del cambio en la posición. “¿Alguien que quiera gobernar España puede tener algo en contra de un partenariado con Marruecos y de grupos de trabajo en todos los sectores?”, se preguntan retóricamente en el ala socialista del Ejecutivo.
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