La campaña lanzada por la dirección del Partido Popular para tratar de erigirse en la única fuerza política que defiende la monarquía ha marcado este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, en la que Vox también ha querido convertir el Pleno en un debate sobre la supuesta falta de apoyo del Ejecutivo progresista a la Corona. El líder del PP, Pablo Casado, ha insistido en acusar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “abrir una crisis institucional”. El presidente popular ha considerado que “la monarquía fue votada” en el Parlamento y que la Justicia “se administra en nombre del rey”, no como en las “dictaduras de las que financian a sus socios”, le ha dicho a Sánchez.
En su respuesta, Sánchez ha asegurado no querer entrar en las “provocaciones semanales” del jefe de la oposición, aunque ha querido lanzarle una advertencia: “Se erige en el defensor de la Corona y de la Casa Real, pero vaya usted con cuidado, porque antes ustedes se erigieron en defensa de la unidad nacional y mire cómo acabamos”, ha recalcado el jefe del Ejecutivo aludiendo al proceso independentista abierto en Catalunya y el referéndum del 1 de octubre de 2017, que tuvo lugar mientras gobernaba el PP.
Previamente, Casado había instado a Sánchez a que “si quiere cambiar el régimen, tiene que presentar una reforma constitucional y no degradar”. “Si le queda un mínimo de dignidad institucional debe cesar a su Gobierno radical y romper con sus socios que anuncian otro golpe a la legalidad. El problema no es la Constitución, ni la monarquía, ni Europa, ni la oposición. El problema es usted, que está degenerando las instituciones y arruinando a los españoles por un puñado de votos”, le ha espetado el líder del PP al presidente del Gobierno.
Sánchez, a renglón seguido, le ha pedido a Casado que “deje de utilizar la hipérbole en sus intervenciones”. “Le ofrezco unidad, instituciones y diálogo”, le ha dicho Sánchez, que ha recordado el “acuerdo” alcanzado este martes entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid para la gestión de la pandemia.
Una vez finalizado el rifirrafe, fuentes de la dirección nacional del PP han denunciado que “Sánchez se ha negado a desautorizar a los miembros de su Gobierno que han atacado al jefe del Estado”. “Es un escándalo que el Gobierno diga que perjudica defender a la monarquía. Hoy, pese a la petición expresa del presidente Casado, Sánchez se ha negado a desautorizar a los miembros de su gabinete que han atacado al jefe de Estado. De nuevo, se ha dedicado a hacer oposición al PP. La monarquía claro que se ha votado, ha sido refrendada por la Constitución que fue votada por todos. Sánchez concurrió a las elecciones asegurando que no metería a Iglesias en su Gobierno y que nunca pactaría con Bildu”, añadían esas mismas fuentes.
La monarquía también ha centrado el debate posterior entre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el vicepresidente Pablo Iglesias. “Los insultos para el rey y los indultos para los independentistas”, ha recriminado García Egea que, dirigiéndose a Sánchez, se ha preguntado: “¿Ha comparado usted a la monarquía parlamentaria con el independentismo? Cómo se puede caer tan bajo, ha censurado el popular.
Mientras, Iglesias ha ahondado en que el PP está haciendo “muchísimo daño” a la monarquía parlamentaria al “escudarse” en ella de cara a “politizar” el Poder Judicial. “Perdonen esta recomendación de republicano, no nos hagan el trabajo”, le ha lanzado a García Egea.
Asimismo, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha generado un cruce de reproches entre diputados del PP y la formación republicana al mostrar una imagen del rey Felipe VI saludando al dictador Francisco Franco. “Vox tiene un diputado en la Zarzuela, el diputado 53 de Vox”, ha considerado el dirigente republicano, que durante una pregunta al ministro de Justicia le ha dicho al PP: “Tienen razón, a Felipe VI le votó un español. Francisco Franco”.
En otra pregunta del PP al ministro de Consumo, Alberto Garzón, el diputado popular Miquel Jerez le ha reprochado su tuit del viernes defendiendo la “neutralidad” de la monarquía. Garzón ha respondido recordando que el sistema político español “”es una monarquía parlamentaria“ y le ha reprochado al PP que haya ”asumido las tesis según la cual hay un enemigo interno, la antiespaña“. ”Ustedes ven antiespañoles en todas partes. Esto no es nuevo, es el reflejo de que no aceptan la legítima discrepancia“, ha asegurado. ”Yo soy republicano, hace 40 años que estas ideas dejaron de ser perseguidas“, ha recordado Garzón.
Finalizada la sesión de control, ha pedido la palabra Casado para reprochar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que no haya hecho “nada” ante lo que según ha sido una acusación de “autoritarismo” al rey por parte de Rufián. Batet ha tratado de zanjar el debate pidiendo “respeto” al conjunto de la Cámara. “Muchas veces hay que escuchar en esta cámara cosas que no se comparten”, ha asegurado la presidenta del Congreso.
“Mi papel como presidenta es defender libertad de expresión. No se han atribuido insultos directos. Lo que les pido, con carácter general, por favor, por el bien de la convivencia en la Cámara, de la imagen de esta Cámara, por el bien de la ejemplaridad que debemos a nuestra sociedad,les pido por favor respeto, contención, saber escuchar al discrepante, les pido en definitiva educación. Es todo lo que les pido. Esta sesión de control no ha sido ejemplo de ello”, ha zanjado.
A continuación, el diputado de Ciudadano, Edmundo Bal, ha anunciado que su grupo va a presentar una queja ante la mesa del Congreso porque no se ha concedido la palabra a la líder del partido, Inés Arrimadas, para protestar por lo que ha dicho Rufian sobre el rey. Bal ha considerado que se trata de “un hecho gravísimo que se injurie al jefe del Estado, pero no menos grave que no se dé la palabra a la oposición”.
Durante la sesión de control, Sánchez también se ha sometido a la pregunta del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que se ha ofrecido al presidente del Gobierno para pactar los Presupuestos Generales del Estado que el Ejecutivo se encuentra negociando entre PSOE y Unidas Podemos y que tiene previsto presentar en las próximas semanas.
“Nuestra voluntad es la de dialogar y en su caso acordar unos Presupuestos que sean buenos para la mayoría social y nos hagan avanzar. Viene una crisis tremenda y no se puede dejar a a derecha ni un resquicio”, zanjaba Aizpurua.