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Sánchez respalda a la UNRWA desde un colegio de refugiadas y exige a Netanyahu cumplir la legalidad internacional

José Enrique Monrosi

Yeda (Arabia Saudí) —
2 de abril de 2024 22:13 h

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Una caravana de coches oficiales altera el ritmo somnoliento de una mañana de Ramadán en el centro de Amán. La capital de Jordania se despierta a medio gas por el sopor que imponen las altas temperaturas y el ayuno del mes sagrado. Y son los niños y las niñas con sus mochilas a hombros quienes sostienen la rutina en su camino al colegio. 

Algunas de esas niñas se topan con los vehículos de la caravana a las puertas de su escuela. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, tiene fijada en su agenda de viaje por Oriente Próximo una parada justo aquí: el colegio femenino Al-Hussein, un centro gestionado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) desde 1952. 

La UNRWA, que cuenta por centenares las víctimas mortales entre los miembros de su equipo desde el comienzo de la masacre en Gaza en octubre, es símbolo internacional de protección al pueblo de Palestina. Y quizás por eso se ha convertido en uno de los principales enemigos públicos del gobierno de Israel, que acusa directamente a la Agencia de Naciones Unidas de complicidad con el terrorismo de Hamás. 

La ofensiva del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu ha dado sus frutos y hasta diecisiete países de todo el mundo, como Francia, Alemania o Estados Unidos entre otros, llegaron a anunciar la retirada de financiación a la Agencia, aunque algunos de ellos han dado marcha atrás en las últimas semanas. Pero hace solo unos días Israel dio un paso más en su hostigamiento y presentó una propuesta oficial ante la ONU para desmantelarla.

En ese contexto, y ante el riesgo real de que la UNRWA pueda dejar de ser operativa por falta de recursos, Sánchez quiso mandar un mensaje de respaldo sin fisuras y sobre el terreno. “Quiero expresar una vez más mi reconocimiento a la labor que desarrolla Naciones Unidas y muy especialmente a la Agencia para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo. Su labor es fundamental e irremplazable para dar a los refugiados palestinos la atención que merecen”, dijo este martes en el patio de la escuela. 

En el colegio visitado por el presidente del Gobierno estudian hoy en sus aulas 1.400 niñas de entre 6 y 15 años divididas en turnos de mañana y de tarde. Todas viven en Jabal el-Hussein, oficialmente uno de los diez campos de refugiados que gestiona la UNRWA en Jordania. En la práctica, un barrio más del centro de Amán en el que viven ya más de 30.000 personas. 

Tanto el campo como el colegio fueron fundados hace 70 años para dar acogida a los palestinos y palestinas que huyeron de la conocida como Guerra Árabe-Israelí de 1948. Un conflicto que en realidad implicó la creación unilateral del Estado de Israel y la expulsión de más de la mitad de la población palestina. De aquella violencia huyeron las abuelas y las madres de las alumnas que hoy reciben clases de ciencias, de inglés o de matemáticas en el Al-Hussein. Aunque ya nacieron en territorio jordano, mantienen intactas su identidad palestina, sus ansias de volver a casa y su pavor a la guerra. 

“Defienden su derecho a regresar. El impacto emocional por lo que le está pasando a sus vecinos a solo 150 kilómetros de aquí es inmenso”, cuenta Tamara Alrifai, Directora de Relaciones Externas y de Comunicación de la UNRWA, mientras Pedro Sánchez mantiene una larga conversación con las alumnas en una de las clases. 

Tanto la portavoz como la vicecomisionada General de la UNRWA, Natalie Boucly, agradecieron en persona al presidente que España haya mantenido intacta su implicación con la Agencia incluso en los peores momentos. “Somos blanco continuo de ataques para menoscabar los derechos de los refugiados. Pero para millones de palestinos somos una luz de esperanza que no debe apagarse. La Agencia es un símbolo de que la Comunidad Internacional no los ha abandonado. Gracias a España y a otros donantes, UNRWA puede mantener su trabajo hasta el mes de mayo”, valoró Boucly. 

Tras la visita, el presidente del Gobierno español comenzó su intervención pública con una interpelación directa a Benjamin Netanyahu. Solo unas horas antes se había confirmado que un bombardeo de Israel había matado a siete cooperantes de World Central Kitchen, la ONG del chef español José Andrés. “Espero y exijo que el gobierno israelí aclare cuanto antes las circunstancias de este brutal ataque que se ha llevado la vida de siete personas que no hacían más que ayudar”, dijo. 

Pedro Sánchez posó en una foto de recuerdo al final de su visita junto a las alumnas palestinas a las que UNRWA proporciona sanidad y educación y que ahora también sienten como una amenaza en primera persona el intento de Israel por sepultar la Agencia. “La Agencia les representa, tiene mucho peso en lo simbólico esa campaña anti-UNRWA porque ellas no tienen otra nacionalidad. Y querer acabar con la UNRWA es lo que es: querer dejar desamparados a los refugiados palestinos”, apunta la portavoz Alrifai. 

Antes de partir hacia Arabia Saudí el presidente se reunió con el rey de Jordania. Según el Ejecutivo español, Abdalá II trasladó en persona a Sánchez su “profunda preocupación” por la hipótesis de una escalada de violencia a nivel regional tras el último ataque de Israel a la embajada iraní en la capital de Siria. Y alertó como máximo mandatario de un país que acoge a dos millones y medio de refugiados palestinos de que la situación sobre el terreno “es más grave y delicada” de lo que pueda parecer. Ambos líderes coincidieron en el llamamiento urgente al gobierno de Netanyahu a cumplir con la legalidad internacional y permitir el desbloqueo de ayuda humanitaria terrestre en Gaza. 

Desde el Ejecutivo, donde ya se fijan el mes de junio como plazo tope para el reconocimiento del Estado palestino, confían en que en las próximas semanas se puedan producir movimientos clave a nivel internacional que empujen a otros países a seguir los pasos de España. En ese sentido señalan en la Moncloa el 18 de abril como una fecha en rojo en el calendario. Ese día está previsto que Malta, uno de los gobiernos que secunda el reconocimiento de Palestina y que ahora ostenta la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, convoque al Comité de Admisiones de Nuevos Miembros para reactivar la petición formal de la Autoridad Palestina de formar parte del Consejo. Un paso que, no obstante, podría bloquear en primera instancia Estados Unidos por su capacidad de veto. 

En cualquier caso, valoran en el Gobierno que otros países estratégicos en la región, como Arabia Saudí, también se involucren en las gestiones diplomáticas a nivel multilateral con el horizonte de un estado propio para Palestina. A última hora del martes y tras un encuentro con representantes de 15 grandes empresas españolas con intereses en Arabia Saudí, Pedro Sánchez se reunió con Mohamed bin Salmán, príncipe heredero y, en la práctica, máximo mandatario del reino saudita. Según fuentes del equipo del presidente en el encuentro entre ambos mandatarios se abordó la situación en Gaza y se hizo hincapié en la necesidad de una convivencia entre dos estados como salida al conflicto. 

Arabia Saudí, que en la actualidad no reconoce al estado de Israel, ya estuvo a punto de dar de ese paso después de años de negociaciones antes de la escalada de violencia que propició el atentado terrorista en Israel del pasado 7 de octubre por parte de Hamás y que dio paso a la masacre en Gaza a manos del ejército israelí. Según las mismas fuentes del Gobierno, bin Salmán agradeció a Sánchez su apuesta por el reconocimiento del Estado palestino. Y también hablaron de negocios. En concreto, de crear un “marco estructurado” para identificar áreas de inversión entre ambos gobiernos.