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Pedro Sánchez se abre a incorporar a miembros de Unidas Podemos al Consejo de Ministros

Pedro Sánchez ha planteado a Pablo Iglesias reiniciar las conversaciones para la investidura que se celebrará en doce días al haber fracasado el “método” que han seguido en los últimos dos meses. El presidente en funciones propone que los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos aborden primero el acuerdo programático y dejen para el final la composición del Gobierno, que es donde está el principal escollo. Sánchez está dispuesto a incorporar a miembros del grupo confederal al Consejo de Ministros, según confirman fuentes socialistas a eldiario.es.

La cúpula socialista se abriría a aceptar en el gabinete a dirigentes de Unidas Podemos que tengan características más técnicas que políticas. Esos nombres tendría que plantearlos el grupo de Iglesias y contar con el visto bueno del presidente. Las mismas fuentes apuntan a que Sánchez cerraría la puerta al propio Iglesias y a dirigentes con un marcado perfil político para evitar que las “discrepancias de fondo” en asuntos de Estado hagan volar por los aires el Ejecutivo. En Moncloa están dispuestos a aceptar ministros de Unidas Podemos que se circunscriban a sus áreas de actuación.

La idea la anticipó José Luis Ábalos el 30 de mayo al descartar una coalición, pero no la incorporación de miembros de Podemos al Gobierno. Lo que defienden en el PSOE es que el gabinete tenga impronta socialista y, en ningún caso, incorporar al secretario general de otro partido. La fórmula es similar a la del Gobierno vasco, donde PNV y PSE gobiernan en coalición, pero la líder y candidata de los socialistas, Idoia Mendia, está fuera del Ejecutivo.

“No tengo ningún prejuicio, ni con militantes ni compañeros de Unidas Podemos ni de su confluencias. Yo hice un gobierno hace doce meses donde más de un tercio son personas de reconocido prestigio, independientes que nada tienen que ver con una filiación política al PSOE, y eso fue premiado por la ciudadanía. Planteé un Gobierno abierto a la ciudadanía y no cerrado a las lógicas partidistas que, de alguna forma, es lo que puede plantearse a través de un Gobierno de coalición”, explicó Sánchez en TVE este jueves.

“Si Unidas Podemos tiene un planteamiento semejante a este, estaría dispuesto a abrirlo, porque podemos hacer muchas cosas juntos, pero hay elementos centrales de la política de Estado que exigen de una cohesión interna que ahora mismo, por las discrepancias que mantenemos con Unidas Podemos, no podemos garantizar”, añadió el presidente del Gobierno.

Tras la publicación de esta noticia, Unidas Podemos ha pedido al PSOE que levante sus “vetos” a la gente que decidan proponer desde la formación: “Nosotros no vamos a empezar una negociación vetando a nadie del PSOE y entendemos que ellos tampoco deben vetar a nadie de Unidas Podemos. No es forma de empezar una negociación y no es respetuoso con el aliado”, explican fuentes de la formación que lidera Iglesias. Desde Unidas Podemos califican de “absurdo” que al frente de los ministerios “no puedan estar las personas que han sido elegidas por la gente en unas elecciones” y afirman, además, que Pedro Sánchez no ha comentado esta posibilidad durante la llamada de este jueves. “Técnicos tiene que haber en todos los ministerios, pero los españoles cuando votan es para elegir a sus representantes y eso tiene que verse reflejado en el Gobierno”, añaden.

Las dificultades que encarna Catalunya

El principal problema que ve Sánchez para incorporar a miembros destacados de la cúpula de Unidas Podemos es que acabe habiendo “dos gobiernos”, como expresó en la entrevista en Telecinco, especialmente en cuestiones de Estado en las que quiere tener una única voz, como el conflicto territorial. “La cohesión interna no solo implica políticas como las sociales, también políticas de Estado en las que tenemos discrepancias muy serias”, insistió este jueves en TVE.

Sánchez ve insuficiente la promesa de “lealtad” ante el conflicto catalán que ha formulado Iglesias a través de los medios de comunicación pero que también le ha trasladado en sus conversaciones privadas. “Si, desgraciadamente, en esta legislatura, ante las puertas de una sentencia del Tribunal Supremo, en breves meses los independentistas vuelven a hacer algo como lo que hicieron, ¿Unidas Podemos va a apoyar al Gobierno en la aplicación hipotética del 155? ¿Estaría en un Gobierno que aplicara el 155, que lo deba aplicar? ¿Estaría en un Gobierno que cree que no hay presos políticos sino políticos presos por haber cometido presuntamente ilegalidades?”, reflexionó Sánchez en Los Desayunos de TVE.

“Es evidente que existen diferencias y discrepancias de fondo que harían que un Gobierno de esas características que propone Podemos se paralizara por esas contradicciones internas”, agregó Sánchez. En Moncloa consideran que una coalición con los líderes de los dos partidos estallaría en la primera discordancia ante el proceso soberanista: “Reventaría el Gobierno en dos meses”. Y con esa premisa, el temor de los socialistas es tener que volver a las urnas con una crisis irrecuperable en la izquierda.

El planteamiento del candidato a la investidura es retomar las conversaciones con Unidas Podemos para afrontar primero el acuerdo programático y dejar la composición del Gobierno para el final. Sin embargo, tras la llamada telefónica que ha mantenido con Iglesias este jueves las posiciones se han mantenido intactas. “Pedro Sánchez sigue inamovible en su posición –aseguraron desde Unidas Podemos–. No está dispuesto a negociar el programa de un Gobierno de coalición ni a compartir responsabilidades de Gobierno con Unidas Podemos proporcionales a los votos”.

Las conversaciones entre PSOE y Unidas Podemos permanecen en standby prácticamente desde el comienzo “encalladas” en la composición del Consejo de Ministros. Según los socialistas, Iglesias ha reclamado una vicepresidencia desde el primer momento y también los ministerios de Hacienda y Trabajo. En Unidas Podemos lo niegan, aunque sí reconocen que han reclamado la presencia de Iglesias en el gabinete. Además, indican que el presidente en funciones les planteó que presidieran el Congreso y áreas de Comercio y Juventud en el Ejecutivo. Sin embargo, el PSOE niega que haya habido un ofrecimiento formal de ministerios más allá de un “tanteo” para explorar las posiciones de partida.

Si el bloqueo persiste, Sánchez se encaminará de nuevo a una investidura fallida. Iglesias está convencido de que en septiembre los socialistas aflojarán mientras que el PSOE avisa de que “no hay dos oportunidades”. No pretenden moverse más. En el horizonte, la fecha del 10 de noviembre, cuando se celebrarían de nuevo las elecciones. En Moncloa aseguran no querer llegar a ese punto, aunque también dicen no temer a las urnas, que consideran que podrían beneficiarles. Unidas Podemos sabe que se juega el futuro, pero también avisa de que el PSOE se juega el Gobierno que recuperó hace un año tras ocho de poder del PP.