Inés Arrimadas apenas estuvo un cuarto de hora en Waterloo. Pero desde hacía rato estaba una furgoneta aparcada encima de la acera, pisando la pradera que hay frente a la casa de Carles Puigdemont: mal aparcada.
Además, los vecinos, al ver la que se les venía encima, llamaron a la policía, que se presentó antes de que llegara Arrimadas y se marchó a toda prisa cuando terminó la concentración. Como señala el ayuntamiento en una nota informativa, se causó “alboroto, un domingo, sin ninguna necesidad legítima y perturbando la tranquilidad de los habitantes por la presencia de un grupo electrógeno en funcionamiento”.
En ese rato, los dos agentes tomaron nota de los cables por el suelo, los altavoces, hablaron con los técnicos que colocaron generadores eléctricos y hasta un micrófono en el césped. En el mismo césped donde se produjo la foto de la pancarta y la rueda de prensa de seis minutos de la portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya y futura cabeza de lista del partido por Catalunya para las elecciones generales del 28 de abril.
Pues bien, tal y como ha adelantado el diario Ara, los dos agentes de policía que presenciaron el acto han comunicado varias infracciones al ayuntamiento. Así, “los agentes de policía que se encontraban allí abrieron lo que en la legislación belga se llama 'proceso verbal' para celebrar una manifestación sin autorización e invadir la vía pública, molestar la circulación e incomodar a los peatones”, recoge la crónica de Ara.
La segunda infracción tiene que ver con ruido y el alboroto “un domingo, sin ninguna necesidad legítima y perturbando la tranquilidad de los habitantes por la presencia de un grupo electrógeno en funcionamiento”.
La policía, además, multó a varios vehículos, mal aparcados, entre ellos la furgoneta que cargaba con todo el material de la concentración, si bien las sanciones de aparcamiento corresponden a los conductores de los vehículos, no al partido.
En total, se han abierto siete “procesos verbales” o “sanciones administrativas comunales”, según la nota del ayuntamiento de Waterloo sobre la concentración de Arrimadas en Waterloo.
Ciudadanos explica que había comunicado al Ayuntamiento de Waterloo con dos semanas de antelación de “un acto de atención a prensa”, y que, en contra de lo afirmado por la policía belga, “no se trataba de una manifestación”. Ciudadanos, además, justifica la presencia del generador para “ayudar a la cantidad de medios y cámaras que estaban”.
Según informó la formación de Albert Rivera, “el coste total [del viaje a Bruselas de Arrimadas] ha sido sufragado con los recursos del partido y asciende a 15.000 euros”. En esta cantidad se incluye, según explican, “el alquiler de la sala de reunión para ver a los afiliados en la capital belga, los gastos de los billetes de avión, las comidas y los traslados”.
Estos datos han sido facilitado después de que eldiario.es los pidiera primero el domingo y, después, el lunes, sin recibir respuesta alguna, solo que fue abonado “por el partido” como cualquier otro acto más de los que realizan a diario.
En el caso de Ciudadanos ese dinero proviene también de fondos públicos, dado que todos los partidos reciben ayudas y subvenciones gracias a las cuales pueden sufragar sus actividades.