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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado este miércoles que se “divirtió” en el programa 'El Hormiguero' y ha subrayado que en su tarea diaria no suele hacer “cosas tan divertidas”. Además, ha confesado que ensayó “un poquito” el baile antes hacerlo en directo.
Así lo ha manifestado Sáenz de Santamaría a los periodistas tras inaugurar en el Complejo de la Moncloa la exposición 'Fractales, marismas y Doñana', un acto en el que los corrillos previos han estado centrados en el 'baile' de la vicepresidenta en este programa de Antena 3.
De hecho, fuentes cercanas a Sáenz de Santamaría han reconocido que están “muy contentos” del paso de la vicepresidenta por este programa, que, según destacan, batió récord de audiencia en el momento del baile final. De hecho, subrayan que el programa superó los tres millones de audiencia y el momento del baile fue el 'minuto de oro' con 4,7 millones de espectadores.
“Un subidón de adrenalina”
Sáenz de Santamaría, que ha dicho que no tiene agujetas tras el baile, sí que ha revelado que esta noche ha dormido “poquísimo” porque al llegar a su casa le dio un “subidón de adrenalina” y no podía conciliar el sueño.
Al ser preguntada si había ensayado, ha asegurado que ensayaron “un poquito” con Pablo Motos y su equipo. “Hicimos dos o tres bailes previos, antes del directo”, ha confesado, para añadir después que le gustó mucho la experiencia. “La verdad es que me divertí. No suelo hacer cosas tan divertidas en este trabajo”, ha enfatizado.
Después de que algunos cargos del PP criticaran el baile del socialista Miquel Iceta y ahora esta formación busque una “estrategia” de acercamiento a la gente ante las generales, Sáenz de Santamaría ha dicho que le propusieron bailar y ha agregado que calificarlo de estrategia es darle “más inteligencia” a algo que no fue “preparado ni premeditado”.
Sin embargo, la vicepresidenta prevé volver de nuevo a la televisión para participar en 'Planeta Calleja' (Cuatro), un programa de aventura que volverá a las pantallas en el mes de noviembre y al que acudió hace unos meses el socialista Pedro Sánchez.