Madrid, 24 may (EFE).- El director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros, ha señalado que la polarización es una de las grandes preocupaciones del organismo que lidera y ha pedido a los políticos no caer en su “trampa”, ya que la aprovechan otros Estados para llevar a cabo campañas de injerencia en España.
El general Ballesteros, director del organismo del Gobierno que vela por los asuntos que afectan a la seguridad del Estado, ha comparecido este lunes en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional del Congreso y Senado para hablar del plan contra la desinformación que aprobó el Ejecutivo el pasado noviembre.
En su intervención, ha lanzado un mensaje a los diputados y senadores, invitándoles a huir de la polarización, que ha situado como una de las grandes preocupaciones, no solo de España, sino también de la UE y de todos los países democráticos, porque, ha dicho, “hay actores estatales que la favorecen”.
“Si me permiten, cuanto más contribuyamos a que no exista polarización, mejor. Se lo digo a todos desde la más absoluta humildad de quien ni está en el debate político, ni quiere estarlo”, ha afirmado.
Y ha añadido que los actores estatales extranjeros se aprovechan de ella intentando aumentarla para interferir en los asuntos nacionales. “Por eso mi recomendación es que intenten no caer en la trampa”, les ha insistido a los parlamentarios.
En cuanto al plan aprobado por el Gobierno en noviembre y criticado entonces por la oposición y sectores periodísticos, Ballesteros ha afirmado que esas críticas le dolieron, ya que no es cierto que persiga censurar a los medios ni controlarlos.
Este plan cuenta con una Comisión contra la Desinformación, con miembros de los ministerios de Interior, Exteriores y Economía, de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el CNI, en la que, ha asegurado Ballesteros, “nunca” se entra “en el análisis partidista, sea de un lado o de otro”, ni tampoco en analizar los medios de comunicación.
“Jamás he visto yo que se ponga el foco de atención en ningún medio periodístico”, ha dicho sobre la comisión, la cual, según ha avanzado, se ha reunido ya en cuatro ocasiones, la última con motivo de las elecciones del 4M en la Comunidad de Madrid.
Ballesteros ha recordado cómo se la tildó de “ministerio de la verdad”. “Supongo que soy el presidente del gobierno de la verdad”, ha ironizado, cuando, según ha defendido, se trata de reuniones técnicas en las que los representantes de cada organismo, que cambian según la temática de la reunión, exponen sus puntos de vista.
“Jamás he recibido yo ninguna indicación de nada”, ha asegurado sobre su función presidiendo esas reuniones, que persiguen, según Ballesteros, reunir y coordinar información acerca de un determinado tema para dársela luego a Europa.
Porque el plan, ha indicado, se elaboró “para responder a los requerimientos de la UE para hacer frente a estas amenazas” y lo coordina la Secretaría de Estado de Comunicación siguiendo las directrices europeas, ya que “es el único organismo que, de acuerdo a sus competencias, puede desarrollar actividades de comunicación estratégica”.
Ante la pregunta de quién controla a ese organismo, Ballesteros ha respondido a los parlamentarios: “Ustedes controlan al Gobierno. Afortunadamente, en España los poderes están divididos”. Pero ha abundado en que, en su experiencia, la comisión “es un tema técnico puro y duro y, con el procedimiento que hay montado, no puede ser otra cosa”.
Ballesteros también ha afirmado que a él no le consta que ninguna estructura del Estado haya “socavado jamás el propio Estado”. “Me cuesta hasta imaginarlo”, ha añadido.
En el contexto actual de desinformación, el general ha instado a los españoles a “volver al origen de las fuentes” para huir de la desinformación. “Tienen que volver al periodismo, tienen que ir a los periodistas, que publican contrastando la información”, ha enfatizado.
Sobre los procesos electorales, uno de los motivos por los que la UE exigió a los países tener un plan de lucha contra la desinformación, Ballesteros ha indicado que el sistema electoral español es “de lo más seguro que hay”.
“Al no votarse electrónicamente tampoco se puede manipular”, ha dicho, aunque ha advertido que hay que estar atentos a campañas como la que surgió las pasadas generales hablando de voto por correo manipulado.
“Era un principio de campaña de desinformación, que tenía su peligro, porque estamos hablando de la credibilidad de las instituciones democráticas”, ha apuntado para recordar que el expresidente estadounidense Donald Tump se valió de ese tipo de campañas.