Las mujeres suponen apenas un 26 por ciento del total de miembros del cuerpo diplomático español y solo un 11 por ciento de los titulares de embajadas o representaciones permanentes, según datos facilitados a Europa Press por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Del total de 907 diplomáticos españoles que están en activo en marzo de 2018, son mujeres 237. De ellas, 14 son jefas de misión en alguna de las 117 embajadas y 11 representaciones permanentes de España en el exterior, de manera que se mantiene el carácter eminentemente masculino de una profesión que estuvo vetada a las mujeres hasta 1964.
“En la carrera (diplomática) no hay discriminación, pero que todavía el número de mujeres es inferior es un hecho”, explica a Europa Press Helena Cosano, actual subdirectora de la Escuela Diplomática. “La incorporación está siendo lenta, tardía y paulatina”, admite.
Cosano ha promovido la organización de la 1ª Conferencia Internacional de Mujer y Diplomacia, este jueves en Madrid, para “visibilizar” la labor de las diplomáticas y también “animar” vocaciones entre las mujeres.
Al acto, coorganizado con la asociación hispano francesa Mujeres Avenir (Mujeres Futuro) y la revista 'Diplomacia Siglo XXI', asistirán buena parte de las 22 embajadoras extranjeras acreditadas ante España actualmente y contará con las intervenciones de las de Hungría, Argelia, Costa Rica y Chipre.
Esta diplomática, que está en contacto con los alumnos de la Escuela y además da charlas en universidades, sí aprecia reticencias de las mujeres jóvenes para ingresar en la carrera, porque ellas tienen en mente el reto de la conciliación y los hombres mucho menos.
“El talón de aquiles sigue siendo la conciliación, pero porque la sociedad sigue siendo sexista y la mujer asume la mayor parte del cuidado familiar”, señala. La carrera diplomática, señala, implica con frecuencia “renuncias y sacrificios”, y todavía hay más mujeres que renuncian a su vida profesional para acompañar a un marido diplomático que a la inversa.
OCHO MUJERES DE 19 APROBADAS EN LA ÚLTIMA PROMOCIÓN
La situación es distinta en los niveles más bajos de la carrera: en la última promoción de diplomáticos, que acaba de recibir sus despachos de Felipe VI, ocho de los 19 son mujeres. La paridad también es mayor entre los diplomáticos españoles que forman parte del Servicio Europeo de Acción Exterior: seis mujeres de un total de 16.
Con todo, que la igualdad llegue hasta los escalones más altos de la carrera es algo que llevará más tiempo. Eso sí, en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha habido ministras y la 'casa' cuenta hoy con una subsecretaria, Beatriz Larrotcha, la tercera mujer en ocupar este puesto.
Aunque el veto a la mujer en la Escuela Diplomática se levantó en 1964, la primera, María Rosa Boceta, aprobó los exámenes en 1971. “El presidente del tribunal decía: 'A mí no me importaría la entrada de María Rosa en la carrera diplomática lo que me importa es que su entrada va a suponer la entrada de la mujer”, relataría ella misma años después. Hoy en día, zanja sin embargo Cosano, “en absoluto hay discriminación por parte del tribunal de oposición” que, además, preside una mujer.