Un 64% de los 3.500 generales y coroneles del Ejército está en la reserva, asimilable a una prejubilación militar en la que mantiene sus retribuciones básicas y gran parte de los complementos salariales aunque no esté destinado en ninguna unidad. Según una información suministrada por el Ministerio de Defensa a través del Portal de Transparencia, el porcentaje de generales y coroneles que han quedado exentos del servicio activo es muy superior al que se da en los rangos inmediatamente inferiores.
Como revela dicha resolución, elaborada por la Dirección de Personal de Defensa, solo 223 generales de un total de 619 estaban en servicio activo a 31 de diciembre de 2017. En el caso de los coroneles, eran 1.045 de 2.881. Ambos rangos, los más altos de la escala jerárquica castrense, apenas suman un 36% de miembros en activo. Descendiendo un escalón el porcentaje de prejubilados cae al 28%, con 1.252 tenientes coroneles en la reserva de los 4.517 militares que portan estos galones.
La reserva es una situación previa al retiro en la que los militares siguen estando sometidos al sistema de disciplina, obligaciones y derechos castrense. Se les sigue considerando miembros de las Fuerzas Armadas y pueden ser llamados a filas en “situaciones de necesidad”, algo que ocurre solo en situaciones muy excepcionales. La inmensa mayoría de militares en en esta situación se encuentra en la escala de oficiales, donde de los 28.752 miembros totales, 12.708 (un 44%) han pasado ya a la reserva. A esta cifra se podría sumar al rey emérito Juan Carlos de Borbón, puesto que pasó a ser “capitán general en la reserva” tras su abdicación.
Bajando por la escalafón de mandos los porcentajes de personal en la reserva se mantienen muy altos entre los comandantes y los tenientes. No obstante, las cifras de estos dos rangos se encuentran infladas por la presencia de miembros de la extinta escala auxiliar y de suboficiales. Estos vieron trucada su posibilidad de ascender tras la aprobación de la Ley de Carrera Militar en 2007, que cerró la permeabilidad con la escala de oficiales al obligarles a volver a la academia militar para acceder al rango de teniente. Como compensación, a varias promociones de ellos se les permite ascender a los rangos de comandante y teniente tras su paso a la reserva.
Este hecho explica también el bajo porcentaje de suboficiales en situación de reserva pese a que también se les permite enlazar toda su vida profesional al Ejército, al contrario que a los soldados y marineros.
En suma, como detalla la relación de personal militar en la reserva suministrada por Defensa, hay 3.745 comandantes en activo de un total de 6.096. En el caso de los capitanes, son 4.836 en activo de 5.535, mientras que entre los tenientes, la cifra es de 2.851 de un total de 9.024.
Entre los militares de base, los soldados y marineros, los prejubilados no llegan al 1%. Al contrario, en este escalafón la batalla está en conseguir el estatus de “permanente”, que equivale a no ser expulsado de las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 años. Los que no lo consigan se verán en la calle con una pensión no contributiva de 624 euros al mes. Aunque la ley que lo anunciaba se aprobó en 2006, sus resultados se están dejando notar ahora, cuando los soldados y marineros que salen anualmente del Ejército por llegar a los 45 han empezado a contarse por cientos. En breve, lo harán por miles.
La ley de 2006 prometía a estos soldados y marineros una formación y convalidación civil de su experiencia que no han recibido. La situación provocó que el Congreso abriera una subcomisión especial para estudiar el problema, que ha concluido que tanto el PP como el PSOE en sus diferentes etapas de Gobierno hicieron una dejación de sus funciones con esta escala. Su estado también contrasta con el que se vive en lo alto de su mismo cuerpo, donde miles de altos mandos reciben gran parte de su sueldo sin prestar ningún servicio.
Coste: 567,7 millones de euros
Coste: 567,7 millones de euros El Ministerio de Defensa dedicará 567,7 millones de euros en 2018 para pagar a los militares en la reserva, como queda reflejado en la partida correspondiente de los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, el Ministerio no detalla qué proporción de esa cifra se lleva cada rango. Tampoco resulta sencillo hacer una aproximación, dado que aunque los miembros de las Fuerzas Armadas son retribuidos como trabajadores del Estado, la mayoría de su sueldo total llega a través de complementos.
Por regla general, el paso a la reserva de los militares se produce a partir de los 58 años. Los 61 marcan el límite para permanecer en activo, aunque existen algunas excepciones que permiten mantener los galones más allá de esa edad cuando se llega a puestos de especial responsabilidad, durante el tiempo que dure dicho mando. Los militares de más alta graduación también son forzados a pasar a la reserva cuando acumulan varios años sin pasar de un determinado rango (seis en el de coronel o cuatro en el de general de brigada, por ejemplo).
Hasta los 63 años los militares en la reserva cobran el sueldo íntegro de un militar en activo a excepción del complemento por destino, ya que no están asignados a ninguno. También pierden el de “dedicación especial”, asemejable al de productividad en lo civil, y que todos los oficiales cobran de manera generalizada. A partir de los 63 y hasta que se retiran definitivamente, reciben sus retribuciones básicas (salario base, trienios y pagas extra) y un 80% del resto de complementos. Si durante la reserva cumplen trienios, también se añaden a su sueldo.
Pelea por no perder los complementos
Pelea por no perder los complementosHay una vía para que los militares en la reserva conserven sus complementos salariales intactos. Existen puestos que puede ocupar tanto el personal en activo como en la reserva que ofrece la administración, normalmente en el Ministerio o las subdelegaciones de Defensa. El problema es que la demanda de estos empleos es alta y la oferta, reducida. Esto hace que sean los oficiales los que los acaparen pese a que , en teoría, no estén reservados solo a los miembros de esta escala.
Buena parte de estos puestos son “de libre designación”, otorgados a dedo. La pasada semana este medio informó de que el Ministerio de Defensa ha denegado varias solicitudes del Portal de Transparencia que pedían revelar el número, la graduación y los complementos al sueldo que reciben estos militares que ocupan puestos estando en la reserva. A raíz de esa publicación, otro militar se puso en contacto con eldiario.es para hacer llegar una petición que sí fue satisfecha.
En ella, Defensa expone que a 1 de octubre de 2017, el 98,6% de los 735 puestos para personal en la reserva estaba ocupado por oficiales.