Para Soria, la ley de reforma local es “una buena ley” que “pretende dar mayor claridad competencias” e ir en la dirección de “una administración, una competencia”.
“Es comprensible, hasta cierto punto, que algunos políticos estén en contra porque se establecen criterios para homogeneizar los sueldos en las instituciones, pero es una ley pensada en los ciudadanos, y no en los políticos”, sostuvo.
Y para que los ciudadanos sepan “las competencias” de cada uno. “El Gobierno regula pensando en el interés general, y no en los políticos”, finalizó.