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El jefe de los Mossos asegura en el Supremo que Interior no les informó de su dispositivo para el 1-O

Ferrán López, actual jefe de los Mossos d'Esquadra en sustitución de Josep Lluís Trapero, ha asegurado en su declaración como testigo ante el juez del Supremo Pablo Llarena que informaron al Ministerio del Interior de cuál iba a ser su despliegue de cara al 1-O. El Ministerio, por su parte, no hizo lo propio y no comunicó cuál iba a ser su plan durante la jornada del referéndum.

López, que ascendió a jefe de los Mossos por designación del Ministerio del Interior tras la aplicación del artículo 155, ha estado más de tres horas declarando ante el juez que instruye la causa por rebelión. Según fuentes presentes en la declaración, ha desmentido la versión del coronel Diego Pérez de los Cobos, al asegurar que los Mossos sí informaron de cuál era su dispositivo previsto para el 1-O.

Según ha explicado, Interior exigió a la policía autonómica que detallase cuál iba a ser su despliegue durante la jornada del referéndum, y así lo hicieron. Por contra, el Ministerio, representado en las reuniones por Pérez de los Cobos, no explicó su plan a los Mossos, con quienes tenían que coordinarse por orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para impedir la votación.

El actual jefe de los Mossos ha admitido que el dispositivo era, en términos generales y a raíz de lo ocurrido, insuficiente. Según fuentes jurídicas, no ha querido entrar a valorar la actuación de Guardia Civil y Policía. Ha reconocido que intentaron destinar más agentes autonómicos -para sumar a los 7.500 ya previstos- pero que carecían de efectivos para hacerlo. De los Cobos afeó en su declaración que no hubiesen anulado permisos de vacaciones para ello.

Mossos sin formación en orden público

Durante su declaración, López se ha referido a la orden de enviar una pareja de Mossos a algunos centros de votación con el fin de precintarlos y requisar el material electoral. Ha asegurado que De los Cobos estaba informado de esta decisión y no puso objeciones. En este punto, ha reconocido que esos agentes carecían de formación en orden público para hacer frente a las grandes cantidades de personas concentradas en los centros de votación.

Ferrán López ha declarado como testigo a petición del exconseller de Interior Joaquín Forn, que solicitó al magistrado que citase a declarar al jefe de los Mossos y a otros tres altos mandos de la policía autonómica porque cree que sus testimonios servirán para demostrar que muchas de las manifestaciones de De los Cobos son “radicalmente inexactas”.

El coronel encargado de coordinar a Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos de cara al 1-O aseguró ante Llarena que el dispositivo de la policía autonómica estaba orientado a permitir la celebración del referéndum. Puso como ejemplo de ineficacia la decisión de mandar únicamente una pareja de agentes por centro de votación.

Además, aseguró que los Mossos se dedicaron a vigilar los movimientos de los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y destacó que avisaron a los concentrados en los colegios cuál iba a ser el dispositivo para el día del referéndum.

Informaron a Puigdemont de los riesgos

Tras Ferrán estaban citados, también como testigos, Juan Carlos Molinero, que es jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos, y Emilio Quevedo Malo, máximo responsable de la Comisaría General Técnica de Planificación de la Seguridad.

Todos estuvieron presentes en la reuniones que a finales de septiembre mantuvieron los mandos de los Mossos con altos cargos de la Generalitat para preparar al dispositivo para el 1-O. En una de esas reuniones, han detallado los tres, informaron a Carles Puigdemont de que el 1-O podrían producirse episodios de violencia y altercados durante la jornada del referéndum.

Según ha relatado Quevedo, el expresident de la Generalitat les dijo en esa reunión que no tenía intención de dar marcha atrás y que el Govern iba a celebrar la votación para cumplir con el programa electoral, aunque no les ordenó que incumpliesen las órdenes judiciales.

Molinero, por su parte, ha admitido también que el Gobierno paralizó una gran compra de armas -subfusiles y armas largas- de los Mossos. Ha afirmado que él no conoce el destino que iban a tener esas armas, y que supo de la compra porque era el encargado del material de la policía autonómica.

Según publicaron varios medios a principios de octubre, Interior frenó la compra de esas 800 armas. El Gobierno preguntó el por qué de esa compra, que consideraban innecesaria, y nunca obtuvieron una respuesta de la Generalitat.