Sumar busca la “cohesión” del grupo parlamentario tras los choques por las portavocías
Sumar ha arrancado este atípico inicio de curso parlamentario envuelto en negociaciones a diferentes niveles. Además de las conversaciones con Carles Puigdemont para allanar la investidura de Pedro Sánchez y de las reuniones con el PSOE para tratar de alcanzar un acuerdo de Gobierno, el equipo de Yolanda Díaz trabaja en estos días con el resto de partidos de la coalición los últimos detalles de la dirección del grupo en el Congreso, un paso importante para definir cómo será el funcionamiento interno durante la próxima legislatura.
Este jueves, la portavoz principal del grupo plurinacional, Marta Lois, avanzó que el próximo miércoles Sumar reunirá a los ocho partidos que conforman la coalición. En concreto ese día habrá dos reuniones, una más restringida, con los portavoces adjuntos y representantes de todas las formaciones con las que se terminará de definir la dirección del grupo. Y otra más amplia con todos los diputados que forman el grupo parlamentario, similar a la que tuvo lugar el pasado 16 de agosto y en la que tanto Yolanda Díaz como Lois expusieron las líneas maestras de sus objetivos para la próxima legislatura.
“La semana que viene vamos a tener dos reuniones importantes dentro del grupo plurinacional. Una primera reunión de configuración de una dirección política del grupo. Vamos a tener esa reunión y también una segunda reunión con todos los diputados y diputadas de sumar, el próximo día 13”, avanzó este jueves en rueda de prensa Lois.
En el primer encuentro estarán, según fuentes del grupo, además de Díaz y Lois, los portavoces adjuntos y los diputados de Sumar elegidos en agosto como miembros de la Mesa del Congreso. También representantes de los diferentes partidos que integran el grupo. La idea es que desde esa reunión salga una dirección que facilite a futuro el funcionamiento del grupo parlamentario, tal y como ocurría en la legislatura pasada en Unidas Podemos. Todo ello mientras los grupos siguen negociando un reglamento para que quede reflejado por escrito cómo será el funcionamiento del grupo.
Con Unidas Podemos, explican fuentes del antiguo grupo parlamentario, la dirección la componían todos los cargos del grupo confederal: el presidente, el diputado de los comuns Jaume Asens; el secretario general, Txema Guijarro; el portavoz, el diputado de Podemos Pablo Echenique; los portavoces adjuntos Aina Vidal por parte de los comuns; Enrique Santiago en nombre de Izquierda Unida; Antón Gómez Reino por Galicia en Común; y Sofía Castañón por Podemos. También los miembros de UP en la Mesa del Congreso Gerardo Pisarello, Javier Sánchez Serna y Gloria Elizo.
De momento Sumar ya ha hecho algunos nombramientos más allá de Lois y Guijarro, ambos del núcleo duro de Yolanda Díaz. El pasado lunes, la coalición anunció que había registrado ya portavocías adjuntas para Aina Vidal, de los comuns; Águeda Micó, de Compromís y una tercera rotatoria entre Jorge Pueyo, de la Chunta Aragonesista, y Vicenç Vidal, de Més. En agosto quedaron elegidos para la Mesa el diputado de la coalición catalana Gerardo Pisarello y la representante de Sumar por Cádiz Esther Gil. Guijarro será además de secretario general portavoz sustituto.
En esa reunión previsiblemente se abordará la configuración de esa dirección, se establecerán unas reuniones periódicas y un boceto de funcionamiento de trabajo que se tendrá que concretar finalmente en un reglamento que se sigue negociando y que terminará de definir el peso y la voz que podrán tener los partidos dentro de la coalición, uno de los asuntos que está siendo motivo de tensiones entre los partidos con las primeras decisiones de Sumar.
El sistema que regía durante la legislatura pasada consistía en una serie de reuniones presenciales que por la pandemia pasaron a ser online donde se coordinaban temas e iniciativas. Esas reuniones funcionaban en paralelo a un canal de Telegram en el que los partidos compartían iniciativas e intercambiaban cuestiones de actualidad. Esas reuniones terminaron cuando Pablo Iglesias dejó la política y cedió el liderazgo del espacio a Yolanda Díaz, que reactivó el diálogo a principios de este año, en la recta final del lanzamiento de Sumar como plataforma política.
La reunión del próximo miércoles cobra importancia después de una semana de cierto revuelo interno con el nombramiento de los portavoces, que han perjudicado a Podemos y a Izquierda Unida en detrimento de las formaciones autonómicas del grupo como los comuns, Compromís, la CHA y Més. Tanto los de Ione Belarra, con más reproches, como los de Alberto Garzón han planteado un modelo diferente en el que puedan estar representadas las formaciones de carácter más estatal.
Podemos directamente pidió a Yolanda Díaz que rectificase y Belarra incluso llegó a atribuir la estrategia a un “error de recién llegada” de Marta Lois. Mientras tanto la eurodiputada y portavoz de Izquierda Unida, Sira Rego, planteó seguir negociando un modelo de portavocías rotativo, de forma proporcional al peso de los partidos, para que no solo tengan representación las nacionalidades sino también los diferentes territorios.
Tres de los cinco diputados que obtuvo esa formación el 23J provienen de Andalucía y el quinto, de Valencia. El número 1 por Sevilla, Francisco Sierra, responde a Yolanda Díaz pero también tiene el carnet de IU. En las últimas horas, Iniciativa del Pueblo Andaluz, que forma parte de Sumar aunque no tiene representación en el Congreso, ha lamentado en un comunicado que ninguna de las portavocías adjuntas represente a esa comunidad autónoma y la cineasta Pilar Távora, que participó activamente en la campaña de Sumar, escribió una carta en Público este fin de semana en la que criticaba a Díaz también por esta decisión. “Sin Andalucía no hay proyecto plurinacional. La plurinacionalidad no es la lengua Yolanda, creía que así lo entendías porque te tengo por una persona culta y sensible”, dijo.
Sumar se ha comprometido a que todas las formaciones tengan visibilidad e iniciativa. Preguntada por este asunto el jueves, Lois insistió en que el reparto de las portavocías se había establecido para dar cuenta de la “plurinacionalidad” del grupo pero precisó que eso no debía entenderse como una “exclusión” o un “agravio”. “Vamos a funcionar como un grupo coordinado y cohesionado. Tenemos mucho tiempo para ordenar las comisiones, las portavocías y desde el inicio hemos mostrado nuestro compromiso con que Podemos, Izquierda Unida y las fuerzas políticas que integran Sumar, van a tener iniciativa”, dijo. “Sumar es una fuerza que nos hace grandes si trabajamos de forma coordinada”, añadió.
Cohesión vs. autonomía política
Las conversaciones que restan para seguir negociando la dirección y el futuro reglamento que ordene el grupo servirán para calmar esas tensiones o agrandarlas. En Podemos no quieren dar más detalles sobre sus pretensiones en estas negociaciones y en Izquierda Unida se remiten a la discreción sobre lo que todavía queda por aclarar. Eso sí, apuntan que las conversaciones y el mucho trabajo que falta para definir la estructura y todas las responsabilidades “exigen extremar la coordinación” y la “plena disposición” para que todas las fuerzas se sientan “bien representadas y se puedan fijar las bases para trabajar a gusto”. “Todo lo que se haga bien ahora no solo tendrá efecto en el trabajo diario del grupo, sino que debe servir para consolidar el proyecto de la coalición Sumar para el futuro, y muy en especial con vista a las citas electorales ya previstas para el próximo año”, inciden las mismas fuentes.
Un aspecto importante de esas negociaciones tiene que ver con la autonomía con la que cada grupo podrá defender sus propias posiciones. Las portavocías adjuntas otorgan de facto esa posibilidad, ya que los partidos que cuentan con este tipo de representación pueden registrar proposiciones no de ley sin la necesidad de la firma del portavoz principal y pueden solicitar intervenir en la tribuna durante los plenos. Los partidos que se han quedado sin esta prerrogativa plantearán ahora modelos para que esa pluralidad de voces esté garantizada. De fondo, se trata de cómo lograr un equilibrio entre la “cohesión” de la que hablaba Lois y la “autonomía política” que prácticamente todas las fuerzas han reclamado de alguna forma u otra.
Más allá de cómo quede definido el grupo, Yolanda Díaz tiene todavía pendiente la configuración de la fuerza política que planea articular en los próximos meses, previsiblemente una vez lograda la investidura. Y definir, en paralelo, la relación que tendrá la coalición parlamentaria y los partidos que la integran con esa nueva formación política. Y cómo todo eso se ordenará en las próximas elecciones que están en el calendario: gallegas, vascas y europeas.
De momento, Podemos ha organizado un acto la próxima semana en Madrid para dar comienzo al curso político. Será en la plaza de Lavapiés, el barrio en el que nació el partido hace nueve años, y participarán tanto Belarra como la ministra de Igualdad, Irene Montero. También estarán algunas de las principales caras de la formación como la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge; la portavoz Isa Serra o la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell. Allí, las dirigentes del partido reivindicarán como vienen haciendo la necesidad de que Podemos siga manteniendo su presencia en el futuro Ejecutivo. Aunque para esa negociación todavía queda tiempo.
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