Sumar no renunciará al impuesto especial a las grandes energéticas y aspira a seguir negociándolo hasta el final a pesar de haber alcanzado un acuerdo con el Partido Socialista para un amplio paquete fiscal que no incluye ese tributo. El grupo plurinacional ha dejado una enmienda viva y espera que la presión del resto de partidos de izquierda en el Congreso consiga mover a su socio de Gobierno. ERC y EH Bildu ya forzaron este lunes posponer la votación en la Comisión de Hacienda para alargar la negociación y Podemos ha advertido este martes de que no apoyará la reforma si se retira ese gravamen.
El PSOE está así en el medio de una disyuntiva que parte al bloque de la investidura en bloques ideológicos y pone de relieve que la mayoría que salió del 23J puede servir para avanzar en medidas de corte democrático pero no tanto para las que tienen que ver con la redistribución de la riqueza. PNV y Junts negociaron por un lado con el Ministerio de Hacienda una reforma fiscal que deja fuera a los socios más de izquierdas. Es por eso que Sumar reconoce que está negociación está “endemoniada”.
“No hemos renunciado a nada. Mantenemos nuestras enmiendas vivas y vamos a intentar que salga aprobada hasta el final y vamos a seguir peleando”, ha dicho el portavoz sustituto de Sumar, Txema Guijarro, este martes en una rueda de prensa en el Congreso. Sumar alcanzó un acuerdo este lunes con el PSOE, poco antes de que se celebrase la Comisión de Hacienda que buscaba dar dictamen a la proposición de ley que busca subir el tipo mínimo de sociedades para las multinacionales al 15% y que el Gobierno quiere convertir en un paquete fiscal más amplio.
En ese conjunto de medidas Sumar pactó con los socialistas entre otros asuntos mantener el impuesto especial a la banca, crear un nuevo tributo al lujo y subir dos puntos el IRPF a las rentas del capital de más de 300.000 euros, entre otras medidas. Pero el pacto, que obliga al grupo plurinacional a votar a favor de la proposición de ley cuando llegue al pleno, deja fuera el gravamen a las eléctricas. Todo porque los socialistas ya se comprometieron con Junts sobre todo y también con el PNV a retirarlo. Ambos partidos tienen una fuerte presión de la patronal en sus territorios para tumbar este gravamen.
Guijarro ha criticado la decisión de Hacienda de empezar la negociación con ellos antes que con los partidos de izquierda. “A nosotros nos gusta empezar a armar mayorías por la izquierda. Creemos que esa es la mejor manera de asegurar que se alcanza un número de votos suficiente y que se recogen políticas progresistas. A partir de ahí, si yo hubiera sido el ministerio hubiera empezado de otra manera, no por Junts y el PNV”, ha dicho.
Esos acuerdos previos alcanzados con los nacionalistas ponen muy difícil el apoyo de ERC, EH Bildu y también de Podemos. Tanto que este lunes, cuando los republicanos advirtieron de que rechazarían el dictamen, el PSOE decidió posponer el debate en la Comisión de Hacienda previsto. Los plazos que manejaban los socialistas buscaban tener un dictamen el lunes y dejar aprobada la ley este mismo jueves en el Pleno. Con la decisión de ayer, la Comisión se celebrará de nuevo el jueves y la ley se cae del Pleno este lunes, a la espera de los próximos pasos.
Podemos no apoyará una reforma que “recorte avances”
Como en otras ocasiones en esta legislatura, Podemos está decidido a hacer valer sus cuatro diputados en el Congreso, imprescindibles para sacar adelante cualquier iniciativa. “Consideramos que se puede hacer una reforma que no incluya recortar avances de la anterior legislatura”, ha dicho este martes el portavoz de Podemos en el Congreso, Javier Sánchez Serna, en referencia a ese gravamen a las eléctricas que impulsó el anterior gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
Ahora, si el texto no incluye eliminar ese impuesto, dice el partido de Ione Belarra, no lo van a apoyar. La formación se queja de que el Gobierno ni siquiera se ha puesto en contacto con ellos para negociar y que tuvieron noticia del acuerdo entre Sumar y los socialistas a través de la prensa.
“Esperamos poder negociar que se puedan incluir avances pero sin retrocesos en un nuevo juego de suma cero que creo que no lleva a nada, es mover la bolita en cubilete”, ha explicado Sánchez Serna.
“A veces el mal menor es el camino a directo a un mal mayor. Nosotros dimos una pelea importante la legislatura pasada diciendo que las energéticas tenían que asumir una responsabilidad social mayor. Nos parece que no hay excusa frente a lo que estamos viendo para que las energéticas no contribuyan y no asuman una responsabilidad mayor”, ha añadido.