Sumar presiona al PSOE para incluir una reforma fiscal “integral” en los Presupuestos
Sumar y el PSOE están inmersos en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Las conversaciones van por bloques y en este momento abordan la parte fiscal. La coalición que lidera Yolanda Díaz quiere aprovechar las cuentas públicas para abordar una reforma fiscal en profundidad y ha denunciado en los últimos días que las posiciones de su socio en este punto están todavía muy lejos.
“Como saben estamos negociando la parte de la fiscalidad y nos encontramos muy distantes en este momento con el PSOE. Necesitamos más ingresos, más justicia social, la permanencia de impuestos que ya hemos conseguido”, enumeró este lunes la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que advirtió de que no apoyarán retrocesos en este sentido: “No se va a contar con los 27 diputados de Sumar en una propuesta regresiva”.
Díaz, que acudía este lunes a un desayuno informativo con el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, lleva días advirtiendo de que las posiciones entre ellos y el PSOE están alejadas en cuanto a la cuestión fiscal. Pero en las declaraciones de este lunes ha elevado el tono para avisar de que serán inflexibles en algunas cuestiones que están sobre la mesa. Entre ellas, hacer permanentes los gravámenes especiales a las grandes eléctricas y a la banca y además evitar deducciones que permitan a esas empresas beneficiarse y dejar sin efecto el poder recaudatorio de esos gravámenes.
Es lo que explicó este lunes en rueda de prensa el portavoz económico de Sumar, Carlos Martín.“Lo que queremos es mantener los impuestos y que no los devolvamos por la puerta de atrás. No parece lógico que se introduzca un regalo. No entenderían que establezcamos un impuesto y luego les hagamos una serie de deducciones”, señaló. “Dentro de los socios de gobierno la distancia es grande porque para nosotros los impuestos de la banca y las energéticas son innegociables”, añadió.
Estas declaraciones llegaban apenas días después de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, hablase de hacer permanentes estas dos herramientas fiscales, pero al mismo tiempo adaptarlas a la “inversión y a los ciclos de crédito y tipos”. Es una idea similar a la que ya deslizó en abril, cuando habló de “ajustar” el mecanismo “a algunos elementos fundamentales de política económica, como la evolución del ciclo de los tipos de interés u otros objetivos como puede ser el fomentar créditos a pymes [pequeñas y medianas empresas]”.
En Sumar entienden que ese matiz que puede poner en peligro la efectividad de la medida. Si se condiciona el gravamen a que los tipos de interés estén por encima de cierto porcentaje es posible que no afecte a los bancos durante años.
Otro “regalo”, como lo califica Sumar, es en realidad una medida que el PSOE ya intentó introducir hace unos meses, cuando negociaba los decretos anticrisis el pasado diciembre y contaba con la perspectiva de unos Presupuestos para 2024, que finalmente terminó desechando. Entonces, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero anunció que cambiaría el impuesto a las eléctricas para “incentivar la inversión en electrificación”. Es decir, bonificaciones fiscales a cambio de inversiones en proyectos de energía verde, por ejemplo. Una medida que ya contó en su momento con las protestas de los de Yolanda Díaz.
“No vamos a estar de acuerdo en Sumar con ningún regalo vía subvenciones a la banca y a las energéticas”, ha insistido este lunes Martín Urriza. “Queremos una reforma fiscal que sea justa, que permanezcan los impuestos que hemos diseñado ya, a las grandes fortunas, a la banca y a las energéticas”, ha insistido Díaz en otras declaraciones a los medios esta tarde.
Los gravámenes “temporales” de la banca y las energéticas han recaudado 2.859 millones en 2024, una cifra muy similar a la de 2023. 1.695 millones de euros corresponden a los ingresos públicos obtenidos de los beneficios récord de las entidades financieras durante el ejercicio anterior, y 1.164 millones corresponden a las grandes eléctricas o petroleras.
Sumar se agarra a estos datos para defender que el Gobierno mantenga los gravámenes, una negociación estrechamente atada a la de las cuentas públicas. Y, en segundo lugar, recuerda que incluyeron esta medida en el acuerdo de Gobierno que firmaron con el PSOE.
El textual de ese acuerdo es, sin embargo, algo ambiguo: “Revisaremos los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual, para que ambos sectores sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar”.
“Desde Sumar no aceptaremos que el PSOE renuncie a la permanencia de estos impuestos, y tampoco aceptaremos que se diluyan reduciendo su recaudación para favorecer a la banca y al oligopolio energético”, trasladan fuentes de la coalición. Sumar quiere añadir además una vuelta a este impuesto y lograr que su recaudación vaya destinada a aumentar el parque público de vivienda y aportar así soluciones al gran problema social, consideran, que está suponiendo el aumento de los alquileres.
Esa medida buscan acompañarla de otras como el aumento de la fiscalidad para hacer menos rentables los pisos turísticos o la creación de un “fondo público competitivo y condicionado” a que las comunidades cumplan ciertos requisitos en materia de vivienda, como la movilización de pisos vacíos o la promoción de un parque público de vivienda asequible.
Reforma fiscal “integral”
La reforma que busca Sumar no se limita en cualquier caso a mantener la vigencia de esos impuestos. Martín Urriza defendió este lunes que su ambición es una reforma “integral” del sistema fiscal. “No nos vamos a conformar con una parcial”, dijo. Actualmente, ha repasado el diputado, España pierde 80.000 millones de recaudación al situarse por debajo del nivel medio de la eurozona.
Una de las ambiciones de la coalición para esta negociación es la creación de una nueva figura tributaria que grave las grandes herencias. “Se sugiere la creación de un Impuesto a las Grandes Herencias o, alternativamente, incluir en el IRPF las ganancias patrimoniales provenientes de herencias y donaciones. Este impuesto sería la diferencia entre el gravamen estatal y el establecido por las comunidades autónomas, incentivando a estas últimas a no reducir el impuesto por debajo del mínimo establecido”, rezaba el texto que presentaron entonces y que sirve a Sumar como base para entablar esas conversaciones con el PSOE.
Como la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado no permite introducir nuevos tributos o modificar el IRPF, Sumar propone al PSOE que el acuerdo para las cuentas públicas vaya acompañado de un compromiso para aprobar ese nuevo impuesto a través de una nueva proposición de ley en el plazo de seis meses.
Este lunes, Díaz también ha hablado de una reforma del impuesto de sociedades que evite que una pequeña empresa tribute un 17,5% y una gran corporación lo haga al 3,8.
El Plan Fiscal y Estructural que presentó el Gobierno en los últimos días tiene en cuenta, como medida ya tomada, el tipo mínimo del 15% a las multinacionales, que es la trasposición de una directiva europea y que está desarrollándose en el Congreso. Desde el Ministerio de Hacienda defienden que los gobiernos de coalición ya han realizado otros cambios importantes “siguiendo la premisa de que quien más tiene más debe contribuir”.
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