La cúpula del PP en Palma de Mallorca ha saltado por los aires con la publicación de los detalles del sumario que desarticuló una trama corrupta en la Policía Local de la isla y motivó el arresto en su día de 15 agentes municipales acusados de extorsionar a locales de la noche mallorquina y de hostigar a los empresarios que no pagaban mordidas. El presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, va a presentar esta tarde su dimisión, según Europa Press y con él caerán su secretario general, Álvaro Gijón, y la responsable de Organización, Sandra Fernández, ambos cargos de la máxima confianza de Rodríguez, que accedieron a la Ejecutiva del PP en mayo de 2015.
El caso arrancó en 2013 con un supuesto amaño de exámenes para acceder a puestos de Policía Local y lo que se ha descubierto tras más de 25.000 folios de investigación es una trama mafiosa en la que participan agentes municipales, políticos y empresarios de la noche en Palma de Mallorca.
El titular del juzgado número 12 en esta ciudad, Manuel Penalva, y el fiscal anticorrupción José Luis Subirán indagan desde hace más de tres años sobre una “organización criminal” que, según los informes incorporados a la causa, funcionaba dentro de la Policía Local de Palma y que había establecido su propia ley en los locales de alterne de la noche mallorquina.
El sumario tiene de todo: palizas, sobornos, fiestas gratis con cocaína y prostitutas para agentes de policía y políticos, según han contado algunas testigos, e incluso el sospechoso incendio de un coche que aparcaba junto al del juez que investiga este caso y los robos denunciados por el fiscal. Ambos han obtenido permiso de la Delegación del Gobierno para portar armas, vistas las amenazas que han sufrido. Los propietarios de los locales que no pasaban por el aro eran acosados con inspecciones y multas mientras su competencia pagaba mordidas y podía operar libremente en la isla.
La derivada política del caso está escrita en un auto judicial que señala al presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, de ser “el artífice en la sombra mediante turbias maniobras” de un entramado policial al que “únicamente se incorporarían personas afines al PP”. Detalla encuentros en la sede de este partido en Palma en los que también participó el entonces edil de Turismo y hoy secretario general del PP de Palma, Álvaro Gijón, y cargos policiales donde se pactaba la confección de la plantilla y el acceso de nuevos miembros.
El juez Penalva acusa a este dirigente del PP de ser “el artífice en la sombra” del organigrama corrupto que se pretendía crear “mediante turbias maniobras”. Según se desprende de las declaraciones de los testigos recogidas en el sumario, Rodríguez se reunía en la sede del PP palmesano con el entonces concejal de Turismo, Álvaro Gijón, y algunos de los agentes investigados en la trama para diseñar una nueva estructura policial en la que “únicamente se incorporarían personas afines al PP”. Otro de los testimonios recogidos en la causa apunta que los empresarios que no se sometían a las finalidades de Rodríguez eran presionados a través de grupos policiales “a base de inspecciones y de denuncias injustificadas”.
Rodríguez que siempre ha defendido su inocencia –este lunes ha vuelto a repetir que nunca en su vida solicitó “un servicio sexual” y que no sabe de qué se le acusa– sucumbe así a la presión de su partido desde la dirección nacional que trata de evitar que nuevos casos de corrupción añadan más ruido a las negociaciones para formar Gobierno. Durante la tarde del lunes está previsto que la dirección del PP en Palma comparezca en rueda de prensa para anunciar los cambios y las razones de los ceses.