El Supremo absuelve a los líderes de Ausbanc y Manos Limpias de las acusaciones de extorsionar a bancos

Alberto Pozas

15 de marzo de 2024 11:36 h

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El Tribunal Supremo ha decidido absolver al líder de Ausbanc, Luis Pineda, y al de Manos Limpias, Miguel Bernad, de las condenas de hasta ocho años de cárcel impuestas por extorsionar a bancos y otras entidades para que firmaran acuerdos comerciales con ellos a cambio de retirar acciones judiciales. Los jueces reconocen que esos tratos se produjeron pero que no llegan a suponer los delitos de extorsión y estafa por los que fueron condenados en la Audiencia Nacional: “No es posible identificar en qué consistió el engaño”, dicen los jueces sobre este segundo delito. Pineda llegó a pasar tres años en prisión provisional por esta causa.

Luis Pineda dirigió durante años la asociación de consumidores Ausbanc, dedicada sobre todo a combatir los abusos de las entidades bancarias sobre sus clientes con asuntos como las cláusulas suelo o asuntos hipotecarios. Pero, según había determinado la Justicia hasta este viernes, además se había aliado con el autodenominado sindicato Manos Limpias para hacer algo más: extorsionar a los bancos a los que llevaba a los tribunales para que firmaran acuerdos económicos con él y sus revistas para, a cambio, retirar las acciones judiciales que había presentado contra ellos.

La primera sentencia del caso condenó a Pineda a ocho años de cárcel por extorsión y estafa, incluyendo cuatro años para Bernad por cooperador necesario, acusado de ser la punta de lanza judicial de la estrategia de Ausbanc a través de Manos Limpias. Una primera resolución de la Audiencia Nacional que ya fue un jarro de agua fría a las acusaciones de la Fiscalía, que pedía más de 100 años de cárcel para Pineda.

El Tribunal Supremo acaba de certificar el fracaso del Ministerio Público en un caso por el que Pineda llegó a pasar tres años en prisión preventiva. Los jueces entienden que es cierto que esos acuerdos entre Ausbanc y los bancos se produjeron, pero también entienden que la presión que Pineda pudiera ejercer no llega al mínimo que exige el Código Penal para hablar de un delito de extorsión. Tampoco identifican, aseguran en su sentencia, los elementos necesarios para hablar de estafa.

El Supremo mantiene que es cierto que Pineda, si los bancos firmaban esos acuerdos de colaboración, se comprometía a dejar en paz al banco e incluso a dar una “imagen amable” de la entidad en sus revistas y publicaciones. También que si no firmaban, las acciones civiles y penales contra ellos seguían adelante, junto con noticias y artículos con un “tratamiento desfavorable” hacia las entidades, perjudicando su imagen comercial.

Todo eso sucedió, pero según el Supremo no alcanzó los límites del delito. Sus negociaciones, aunque sean “censurables” desde “la valoración ética”, no fueron un delito de extorsión. “No se alcanzan para colmar el concepto de intimidación que, en paridad con el de violencia, constituye elemento típico del delito de extorsión”. Lo que hacía Pineda cuando los bancos no se plegaban a sus condiciones, añade el Supremo, “eran, en principio, conductas lícitas”. Algunas de esas entidades forman parte del Ibex-35, añade el Supremo, y eso les daba herramientas para enfrentarse a esta situación sin sufrir grandes daños.

Las condenas de Pineda

Con esta resolución, Luis Pineda queda exonerado de la acusación más grave que ha pesado sobre él. Un caso en el que la Fiscalía llegó a pedir 119 años de cárcel para él y otros 25 más para Miguel Bernad. Pero en el pasado otros tribunales han declarado firmes condenas por difamar a otras personas. Entre ellos a Rubén Sánchez y Facua además de a un community manager de la Policía Nacional.

En el caso de Sánchez y Facua, diversas sentencias reflejan cómo durante años el líder de Ausbanc se dedicó a publicar difamaciones que han desembocado en sentencias firmes, algunas pioneras en España a la hora de obligar a hacer público el fallo en redes sociales como Twitter. La última, tal y como reveló elDiario.es, llevó a Pineda a publicar el fallo de una de sus condenas en las marquesinas de autobús de las calles de Sevilla y Málaga.

En el caso del antiguo community manager de la Policía, el Supremo y su Sala de lo Civil certificaron en firme que Pineda usó las revistas y publicaciones de Ausbanc para referirse a Carlos Fernández, exresponsable de las redes sociales de la Policía, como “matones a secas”, relacionándole precisamente con Facua. “Red de matones 2.0” o “matones a secas” y comparaciones con las Wafen-SS de la Alemania nazi le costaron una de sus múltiples condenas firmes por lo civil.