El PSOE está partido en dos. No es un secreto desde hace muchos meses, pero este lunes se evidenció públicamente en un debate televisado. Los tres candidatos sacaron pecho de la “transparencia” de la organización al mostrar su batalla sin cuartel. Susana Díaz y Pedro Sánchez convirtieron el enfrentamiento en un cruce constante de reproches en el que también entró Patxi López.
Sánchez cargó primero personificando en la presidenta andaluza la abstención que permitió el gobierno de Mariano Rajoy. Su ataque tuvo respuesta de Díaz, que le reprochó las derrotas electorales provocadas, a su juicio, por los “bandazos” que dio durante su mandato en Ferraz y los “vaivenes” de su posición sobre Cataluña. Y sobre eso giró buena parte del debate.
Al exsecretario general no le sentó bien que su elegido para presidir el Congreso se sumara a las recriminaciones. “Espero que se reconozca que todos somos candidatos de los militantes y que nadie me diga cómo tengo que ser un buen militante socialista”, dijo López en una alusión al equipo de Sánchez. En ese momento salpicó a López también el discurso del exsecretario general, que recordó que está en el “paro” por haber renunciado al acta para evitar votar en blanco: “Si la abstención fue un error, tú podías haber renunciado al acta también”.
“Ser coherente con el PSOE, sobre todo cuando se dirige o se pretende dirigirlo, es aceptar también sus decisiones, gusten más o gusten menos, porque lo contrario es un juego democráticamente peligroso”, replicó el exlehendakari al golpe de Sánchez.
Díaz trató de desmontar el relato de Sánchez sobre su salida de la secretaría general en octubre. La presidenta andaluza le acusó de querer convocar un congreso exprés “en 15 días” para blindarse: “Nunca esconderé mi responsabilidad en los militantes. No quisiste consultar sobre la posición de un gobierno, quisiste preguntar sobre ti”. Por eso ella prometió que si no “remontan” los resultados del PSOE –no ha pronunciado en ese caso la palabra ganar–, se marchará “sin hacer ruido”. Otro dardo para Sánchez, a quien recordó que perdió el apoyo de casi todos los que estaban con él: “Tu problema no soy yo, eres tú, Pedro”.
El exsecretario general, que explotó su relato de víctima de una estrategia de Díaz para acabar con su liderazgo, aprovechó el debate para volver a insistir a Patxi López en la necesidad de ir juntos. Pese a reprocharle su abstención en el Congreso, le dijo: “Este proyecto que yo presento es tu proyecto, es nuestro proyecto. Quienes defendemos que la abstención fue error, tenemos que caminar juntos. Respeto que llegues hasta el 21 de mayo, que haya una papeleta con tu nombre y apellido”. Sánchez le recordó también que sus propuestas están incluidas en su documento.
A esa oferta envenenada de Pedro Sánchez respondió el exlehendakari con un golpe directo a su rival. “Me parece muy bien que si no tenías ideas, cogieras las mías, pero no se trata solo de eso. Esas ideas son las que vengo defendiendo siempre”, subrayó López, quien también le afeó que quiera acercarse a Podemos.
La “pinza” que denuncia el equipo de Sánchez
El debate plagado de encontronazos tiene distintas lecturas, según las candidaturas. Los reproches de López no han sentado bien en el 'sanchismo'. Los partidarios del exsecretario general creen que hubo una “pinza” de sus rivales contra él. A los reproches ya mencionados, suman la interpelación de López a Sánchez sobre la plurinacionalidad: “Pedro, ¿qué es una nación?”. En la segunda parte del debate, López modificó su estrategia y también atacó a Díaz al destacar que el PSOE “no necesita un secretario general a tiempo parcial”.
Para los 'sanchistas', Díaz sacó entonces su “rabia”: “No cuestionaré tu entrega. Sí es verdad que los resultados a posteriori fueron los que fueron, pudieron ser mejores”. “Era la primera que le hacía y ya le llamó perdedor”, enfatiza un afín a Sánchez. En el entorno del exsecretario general creen que esa visualización de sus rivales contra él puede movilizar el “voto útil” del 'antisusanismo'.
No obstante, todas las candidaturas creen que el debate no arrastrará grandes cambios en el sentido del voto, es decir, que no provocará un vuelco en la ajustada votación del próximo domingo. Algunos admiten que puede convencer a algunos indecisos.
Patxi López salió contento del debate que consideraba haber ganado. Sobre todo porque logró su objetivo: demostrar el enconamiento de los otros dos aspirantes y mostrarse como la única opción para unificar a las dos sensibilidades.
Patxi López evita la fuga, según los 'susanistas'
Los de Susana Díaz salieron bastante eufóricos. Creen que la presidenta andaluza salió “viva” de un enfrentamiento que les preocupaba y que consiguió colocar sus mensajes. Además, piensan que tuvieron dos elementos extra a su favor. Por un lado, coinciden con el equipo del exlehendakari en que Sánchez lo hizo mal. “Estaba nervioso y le descolocó el cuerpo a cuerpo con Patxi”, dice un dirigente madrileño. “Estuvo flojo”, coinciden otros 'susanistas' consultados.
Por otro lado, creen que López lo hizo muy bien en el debate y que eso juega en favor de la andaluza. “Muchos de los que avalaron a Patxi, pero que iban al 'voto útil' ahora lo van a tener más difícil”. En el equipo de Díaz están convencidos de que el vasco ha conseguido frenar la sangría de votos hacia el exsecretario general. “Cuanto mayor sea el voto de Patxi, más posibilidades tiene de ganar Susana”, admite un dirigente, que recuerda que el exlehendakari tiene de su parte a buena parte de quienes apoyaron a Sánchez hasta el final.
Al final, todo son conjeturas. En el PSOE reconocen que el resultado es muy incierto y que el domingo de Ferraz solo se puede salir como vencedor o vencido. Las heridas, si algún día se cierran, necesitarán tiempo.