La Universidad de Zaragoza ha suspendido el acto de apertura del curso universitario 2013-2014, que debían presidir el próximo lunes el Príncipe Felipe y el ministro de Educación, José Ignacio Wert, ante la “certidumbre” de alteraciones por parte de invitados que pudieran desencadenar “incidentes de mayor gravedad”.
El anuncio ha sido hecho hoy por el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, quien ha justificado la decisión adoptada en la certeza que tenía de que algunos invitados pudieran provocar “alteraciones” diversas.
Según ha manifestado el rector en una rueda de prensa, estas alteraciones en el desarrollo del acto podían derivar en consecuencias e incidentes “de mayor gravedad”, por lo que no podía garantizar su papel como anfitrión ni que no se produjeran situaciones que provocaran problemas de seguridad.
Por tanto, ha rechazado que la decisión fuera tomada por las protestas que se iban a llevar a cabo en el exterior ya que no son su responsabilidad.
El rectorado había cursado unas trescientas invitaciones para asistir al acto inaugural, entre docentes y miembros de otras instituciones universitarias, representantes del alumnado, instituciones civiles, militares y religiosas, y partidos políticos.
Tras la decisión adoptada, el Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón (CEPA) ha desvelado que sus representantes mantuvieron una reunión ayer con el rector en la que le manifestaron su intención de leer un comunicado durante la celebración del acto.
Así lo ha asegurado a Efe el consejero de gobierno de CEPA, Fernando Paz, quien ha asegurado que el rector fue informado de la decisión del colectivo de expresarse “les autorizaran o no”.
Los estudiantes tenían previsto, además, vestir la camiseta verde que simboliza las protestas.
Fuentes consultadas entre los docentes de la institución universitaria zaragozana han rechazado a su vez que tuvieran intención de protagonizar algún tipo de incidente violento, y que la decisión de suspender el acto era un intento de “criminalización” de los colectivos sociales opuestos a los recortes.
López, sin embargo, comunicó ayer la decisión al ministerio de la suspensión del acto, previsto para el próximo lunes, que “ha aceptado y entendido”, ha subrayado.
“Resulta francamente desagradable para mí, pero es mi responsabilidad como anfitrión”, ha añadido, lamentando también la decisión por los invitados y por el esfuerzo realizado por el personal de la universidad.
En este sentido, el rector zaragozano ha afirmado que “hay muchas formas de mostrar discrepancia en la universidad”, pero que tiene que pedir que respete la formalidad y las normas de juego en un acto en el que están presentes numerosas autoridades, así como la Jefatura del Estado, porque de lo contrario “se dañaría la imagen” de la institución.
López no ha querido precisar ni las alteraciones ni las posibles consecuencias que han motivado la suspensión del acto, aunque sí que ha indicado que están relacionadas con el “entorno de dificultad” en el que se encuentra la educación en este momento, y que ha intentado en vano negociar con estas personas.
Asimismo, ha negado que la Universidad de Zaragoza vaya a convocar un acto propio de apertura del curso porque “no sería oportuno”.
Además de estas alteraciones, diversos sectores de la comunidad educativa habían llamado a movilizaciones en protesta contra la política educativa del gobierno con motivo de la visita del ministro José Ignacio Wert.