La dirección general de Seguridad de Turquía anunció hoy que ha suspendido a 7.850 agentes por su supuesta relación con el fallido intento golpe militar del pasado viernes, informa hoy el diario Hürriyet en su versión electrónica.
“La dirección general de Seguridad inició un operativo anoche. En toda Turquía han sido suspendido 7.850 policías, entre ellos oficiales”, señala el diario.
La lista de los agentes suspendidos fue enviada a las provincias y los policías afectados han sido llamados ya a las direcciones de seguridad provinciales, donde tuvieron que entregar sus armas y sus identificaciones.
El operativo se produce con motivo de las investigaciones, detenciones y suspensiones de posibles golpistas en el ejército, la judicatura y la policía.
Más de 6.000 personas han sido detenidas hasta el momento, más de 2.700 jueces han sido despedidos, un centenar de jueces y fiscales detenidos, a lo que se une ahora esta ola de suspensiones de agentes de la policía turca.
El golpe fallido del pasado viernes le costó la vida a unas 290 personas, entre de ellos al menos 190 detractores del golpe (civiles, militares y policías) así como un centenar de golpistas.
No es la primera vez que la policía turca vive una purga de este tipo, ya que en los pasados dos años el Gobierno turco venía ordenado suspensiones masivas, dirigidas contra supuestos seguidores del predicador conservador Fethullah Gülen.
El ejecutivo del partido islamista AKP y el presidente, Recep Tayyip Erdogan, acusan al predicador exiliado en Estados Unidos de querer montar un “estado paralelo” y de organizar este levantamiento militar para derrocar el Gobierno.