Kabul, 17 ago (EFE).- Los talibanes declararon este martes una “amnistía general” durante su primera rueda de prensa oficial tras la toma de poder en Afganistán, llamando a la reconciliación y asegurando que las mujeres podrán trabajar en el marco de la ley islámica, que regirá también el nuevo Gobierno del país.
“Hay una amnistía general, por lo que no habrá hostilidades”, aseguró el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, que por primera vez en décadas se mostraba en público, mientras pedía a la población que dejase de sentir miedo y no huyese de Afganistán.
“Hemos perdonado a todos por el beneficio y la estabilidad en Afganistán”, remarcó el portavoz en un mensaje de unidad en el que también subrayó los planes de formar un sistema de Gobierno “islámico y fuerte”, basado en los valores de la sociedad afgana e inclusivo, y que tendrá “buenas relaciones con todo el mundo”.
En ese contexto, “el suelo de Afganistán no se va a usar contra nadie”, señaló Mujahid en relación al pacto alcanzado con EEUU en febrero del año pasado en Doha, en el que se comprometieron a no permitir que el territorio afgano se usara de santuario para que grupos terroristas pudieran organizar desde ahí atentados.
EL NUEVO AFGANISTAN
Pese a que los talibanes todavía no han formado oficialmente un Gobierno ni designado a los líderes que lo dirigirán, adelantaron que las mujeres no van a ser discriminadas y que van a poder seguir estudiando y trabajando, siempre que sea bajo el marco de la ley islámica.
“Vamos a permitir que las mujeres trabajen y estudien (...) las mujeres van a ser una parte muy activa en la sociedad, pero en el marco del islam”, subrayó, ya que “se necesita a las mujeres y se les va a permitir trabajar”, sobre todo en la salud y la educación, destacaron.
Aunque se desconoce cuál va a ser el papel de la mujer en los medios de comunicación, esta mañana el principal canal de noticias afgano Tolo abrió la emisión con una presentadora entrevistando a un talibán, una imagen impensable durante el pasado régimen insurgente entre 1996 y 2001, cuando las mujeres fueron relegadas a las tareas domésticas y solo podían salir de casa acompañadas por un hombre.
Asimismo, los talibanes auguran una visión de los medios “imparcial”, en el que se podrá “criticar” el trabajo del Gobierno de manera “libre e independiente”, aunque, una vez más, bajo el marco de la ley islámica.
También afirmaron que pondrán fin a la plantación de opio en el país, pese a que la comunidad internacional siempre ha criticado a los talibanes por aprovecharse de estos cultivos para financiar el conflicto con Estados Unidos.
Esta primera rueda de prensa por parte de los talibanes tras la conquista del país se produjo tras la llegada este martes al país del mulá Baradar Akhund, jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar.
Esta sería aparentemente la primera vez desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, que una delegación de tan alto nivel de los talibanes viaja a Afganistán, y es muy significativo que su primer destino no sea Kabul, sino la meridional Kandahar, cuna del movimiento talibán.
DIA 2 DE LA KABUL TALIBÁN
Tras la dramática situación que se vivió ayer, en la que murieron seis personas a causa del caos y la desesperación por tratar de huir de Afganistán, Estados Unidos ha tomado el control total del aeropuerto mientras los talibanes, en un aparente pacto de no agresión, protegen las inmediaciones para reforzar la seguridad.
“La multitud fue expulsada anoche y llevada fuera del recinto del aeropuerto de Kabul y ahora la situación está en calma y bajo control”, dijo a Efe este martes un empleado de la aerolínea privada afgana Kam Air.
En este momento solo hay presencia de los combatientes talibanes en la entrada de la terminal civil, mientras que la zona militar está bajo el control de los estadounidenses, por la que acceden las tropas y los afganos que trabajaron con las fuerzas de la coalición y que consiguieron visados especiales para abandonar el país.
Además una decena de puestos de control de los talibanes vigilan las calles que van hasta el aeropuerto de la capital, aunque los combatientes no han detenido el tráfico hacia el aeropuerto ni interrogan a los pasajeros de los vehículos.
Efe recorrió decenas de puntos de control talibán en la ciudad, en los que los insurgentes solo se ocupan de revisar los automóviles sin hacer preguntas a los pasajeros.
El rápido avance de los talibanes, que lograron la toma de Kabul el pasado domingo dando por concluida la guerra, trastocó los planes de las misiones internacionales para evacuar a sus ciudadanos del país, pero los vuelos han comenzado a reanudarse y con ellos cientos de extranjeros y afganos esperan poder abandonar el país.